Rusia podría tomar la medida "provocadora" de enjuiciar a soldados ucranianos tomados como prisioneros de guerra en las horas previas en las que Ucrania se prepara para conmemorar el 31 aniversario de su independencia, que coincide con los seis meses desde la invasión a su territorio, advirtió anoche el presidente Volodimir Zelenski.
El gobernante ucraniano citó informes de prensa de que Rusia se prepara para llevar a juicio a combatientes ucranianos capturados durante la toma del puerto sureño de Mariupol, en coincidencia con el aniversario de la independencia ucraniana pasado mañana.
El 24 de agosto, Día de la Independencia Ucraniana, marcará también el sexto mes desde que Rusia invadió la exrepública soviética, en una guerra devastadora que ha cobrado miles de vidas.
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"Si este despreciable juicio se realiza, si nuestra gente es llevada a estos escenarios violando todos los acuerdos, todas las reglas internacionales, habrá abusos", sostuvo Zelenski, recogió la agencia de noticias AFP.
"Esa será la línea a partir de la cual no habrá negociación posible", agregó.
Zelenski ya había advertido el sábado que "Rusia podría esforzarse en hacer algo particularmente repugnante y cruel", y que uno de los "objetivos claves del enemigo" era humillarlos y "generar abatimiento, miedo y conflictos".
"Debemos ser suficientemente fuertes para resistir a cualquier provocación" y "hacer pagar su terror a los ocupantes", agregó.
El Gobierno de Rusia ha dicho en reiteradas oportunidades que los combatientes tomados como prisioneros que serán juzgados son mercenarios, por lo que no son alcanzados por las convenciones internacionales en la materia.
A su vez, el consejero presidencial ucraniano Mijail Podoliak advirtió por su lado que Rusia podría intensificar sus bombardeos mañana y el miércoles.
"Rusia es un estado arcaico que vincula sus acciones a determinadas fechas, es una especie de obsesión. Nos odian y tratarán de aumentar (...) el número de bombardeos de nuestras ciudades, incluida Kiev, con misiles de crucero", dijo, citado por la agencia Interfax-Ucrania.
Ante estos temores, las autoridades de Kiev anunciaron la prohibición de cualquier manifestación pública del 22 al 25 de agosto en la capital.
El sábado, el gobernador de la región de Jarkov (centro-este) anunció un largo toque de queda del 23 al 25 de agosto.
"Seamos lo más vigilantes que podamos durante la fiesta de nuestra independencia", argumentó el gobernador Oleg Sinegubov en Telegram.
A este tenso contexto se suma el asesinato el sábado de Daria Dugina, hija del ideólogo cercano al Kremlin Alexander Duguin, en una explosión de su automóvil cerca de Moscú, según informó el Comité de Investigación de Rusia.
En principio nadie reivindicó el atentado y las autoridades ucranianas rechazan estar detrás de él, como sospecha el Kremlin.
El sábado también fue encontrado muerto en su casa un alto funcionario del servicio de inteligencia ucraniano (SBU) con heridas de arma de fuego.
Oleksandr Nakonechny dirigía el SBU en la región de Kirovogrado (sur) desde enero de 2021. En los últimos meses, varios altos cargos del organismo fueron despedidos, entre ellos el jefe, tras acusaciones de Zelenski de que no hacían lo suficiente para proteger a la agencia de espías rusos.
En el terreno, a casi seis meses de campaña militar Rusia persiste en la invasión.
Tras fracasar en su intento inicial de tomar Kiev, Moscú centró su ofensiva en el sur y en el este, donde trata de controlar la totalidad de la región del Donbass, parcialmente ocupada por separatistas prorrusos desde 2014.
Las fuerzas rusas intensificaron ayer sus ataques terrestres y bombardeos a lo largo de todo el frente, según el informe matinal del Estado Mayor ucraniano.
Entre las ciudades bombardeadas se encuentran Nikopol y Marganets, frente a la central nuclear de Zaporiyia ocupada por los rusos, indicó la fuente.
Las fuerzas rusas también lograron ocupar una parte de la localidad de Blagodatne, al este de Mikolaiv (sur), declaró el ejército ucraniano en Facebook.
Rusia bombardeó también otras partes del territorio, como Jarkov, la segunda ciudad de Ucrania, que desde el inicio de la invasión ha sido blanco de ataques constantes.
Una mujer murió y dos personas resultaron heridas desde el sábado por la noche en nuevos bombardeos rusos en esa región, informó la fiscalía regional.
Más al sur, en la región de Odesa, el portavoz de la administración regional, Serguei Brachuk, informó que cinco misiles de crucero rusos de tipo Kalibr fueron lanzados desde el mar Negro. Tres impactaron un silo del puerto sin dejar víctimas.
Rusia, en tanto, extendió por una semana más la restricción de vuelos para 11 aeropuertos nacionales, inoperativos desde el comienzo de la operación militar en Ucrania.
"La restricción de vuelos para 11 aeropuertos del sur y el centro de Rusia queda prolongada hasta el 29 de agosto", comunicó este lunes la agencia rusa del transporte aéreo, Rosaviatsia, citada por la agencia de noticias Sputnik.
Con información de Télam