En un hecho de violencia e inseguridad en la ciudad de Córdoba, una madre del barrio San Roque denunció la venta de drogas en su cuadra y los narcos la amenazaron y le prendieron fuego su casa. “Nos despertó la explosión, pudimos salir porque Dios fue grande”, relató Elvira, aliviada de que su nieto y sobrina de tres años lograron escapar.
Según contó, su familia está viviendo en Tierra del Fuego y su hija vino a Córdoba para estudiar abogacía, pero comenzó a relacionarse con una persona vinculada al narcotráfico y es por eso que intenta protegerla con sus pocos medios. Sin embargo, la denuncia trajo sus consecuencias: la agresión ocurrió en plena madrugada, mientras todos dormían.
A pesar de haber presentado pruebas y testigos sobre el ataque, los responsables permanecen en libertad. El panorama es alarmante y la mujer advirtió la falta de apoyo por parte de la Justicia: “La única respuesta que he tenido es la custodia policial”, señaló Elvira, quien vive con miedo ante posibles represalias.
“Cuando mi hija cumplió 18 años, me dijeron que ya no podía hacer nada”, afirmó, al tiempo que describió la situación alarmante que atraviesa su manzana: “Son los dueños de la calle, y el barrio lamentablemente también es cómplice”, aseguró.
"Es una familia, como que es una asociación de familias que venden en la casa. El barrio lo sabe, pero lamentablemente también es cómplice, porque obviamente nadie va a hablar por miedo", señaló. La madre destacó el riesgo que enfrentan los jóvenes. “A ellos no les importa que tengan madre, que tengan padre, que tengan hermano, que tengan un futuro”, argumentó.
Córdoba: denunció a los narcos, fue golpeada brutalmente y tuvo que mudarse por la inseguridad
El relato de Elvira recordó la historia de Mónica Torres, otra madre que denunció a narcotraficantes en territorio cordobés y vivió un verdadero calvario. La situación actual de esta mujer pone de manifiesto la necesidad de respuestas efectivas por parte de las autoridades para proteger a las familias en riesgo. “Si la Justicia lo deja como si nada, me tengo que ir”, alertó.
En 2012, Torres denunció que su barrio era dominado por el narcotráfico. Semanas después, la mujer iba a trabajar y a seis cuadras de su casa fue interceptada por cuatro personas, dos mujeres y dos hombres que la golpearon brutalmente, según relató a Cadena 3 la hija de la mujer, llamada Noelia.
“Le pegaron patadas, le dieron trompadas, la insultaron y amenazaron. Le sacaron las pertenencias, fue bastante violento el momento. Vecinos que estaban en la calle se metieron en la casa. Nadie vio nada, nadie hizo nada. A mi mamá la golpearon de una manera muy brutal, como pudo llegó a mi casa y llamamos a la ambulancia que la trasladó al Hospital Córdoba. La medicaron mucho porque estuvo a punto de un ACV o parocardíaco”, contó.
Asimismo, reveló que toda la familia recibió amenazas: "Te vamos a matar, sacá la Policía, nos tenés cansado, andate del barrio, te voy a quemar, a cortar en pedazos", dijo, y detalló que los autores del violento hecho eran vecinos que vivían al frente de su casa.
El conmovedor relató terminó con una frese determinante: “Quiero avisarle al Comisario, al gobernador (en ese entonces José Manuel de la Sota), al ministro de Seguridad, que nosotros nos vamos a defender y quiero saber quién va a quedar preso al final porque acá va a haber un muerto. Quién va a recibir el castigo de la Justicia, si nosotros por matar a uno de ellos o ellos a uno de nosotros”.
Debido a las constantes agresiones, y para proteger a su familia, Mónica decidió mudarse del barrio Yapeyú. Para eso tuvo que poner en venta su casa a un precio mucho menor que el valor de mercado y empeñarse en pagar un préstamo durante los próximos veinte años.