(Actualiza con nuevas votaciones sin mayoría para candidato republicano)
La Cámara de Representantes de Estados Unidos parecía encaminarse hoy a otra noche sin definición de sus autoridades, tras el sexto fracaso en su intento de designar al nuevo titular, porque los republicanos no lograron un voto abroquelado, pese a que el exmandatario Donald Trump los exhortó a poner fin a la división.
Tres rondas de votaciones ayer y otras tantas hoy no alcanzaron para disipar las diferencias de los republicanos y para que el gran favorito a quedarse con el sillón principal, Kevin McCarthy, llegara a los 218 votos que necesita. Un reducido grupo de 20 legisladores de ala más conservadora bloquea la elección y, más aún, desoyó el pedido que hizo hoy Trump.
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"Es hora de que todos nuestros grandes miembros republicanos de la Cámara (baja) voten por Kevin. Republicanos, no conviertan un gran triunfo en una gigantesca y vergonzosa derrota", instó Trump en su red social Truth, en referencia al resultado de las elecciones de mitad de mandato de noviembre, que le permitió a los republicanos recuperar el control de la Cámara de Representantes.
Aunque McCarthy accedió a varios de los pedidos del grupo que retacea su respaldo, tampoco las tres votaciones de hoy torcieron esas voluntades, indicó la agencia AFP.
Representante por California, McCarthy no parece tener un rival de peso en la bancada porque el único nombre que circula como alternativa es el de Steve Scalise, pero por el momento sin muchas posibilidades.
La elección del sucesor de la demócrata Nancy Pelosi, el tercer cargo más importante de la política estadounidense después de la presidencia y la vicepresidencia, requiere de una mayoría de 218 votos, pero McCarthy no pasó de 203.
El hecho no tiene precedentes en los últimos 100 años, y paraliza por completo la institución, al punto que los congresistas no pueden prestar juramento y, mucho menos, discutir y aprobar proyectos.
La situación es "vergonzosa", afirmó Biden, quien advirtió que "el resto del mundo" observa la situación de cerca.
El partido del jefe de la Casa Blanca está unido en torno a la candidatura de Hakeem Jeffries, pero este congresista tampoco tiene suficientes votos para ser elegido.
La situación es tan insólita que en la cuarta votación McCarthy sumó 201 votos y el demócrata Jeffries ha cosechado 212 votos.
Se seguirá votando hasta que salga un presidente, algo que puede tardar horas, o semanas, como ocurrió en 1856, cuando se necesitaron dos meses y 133 vueltas.
Con la simbólica asunción ayer de los parlamentarios, Estados Unidos inició el camino hacia las elecciones presidenciales de 2024 y la última mitad del mandato de Biden, que conserva una ajustada mayoría en el Senado, pero perdió el control de la Cámara de Representantes, también por escaso margen.
El Senado quedó conformado por 51 legisladores demócratas y 49 republicanos, tras haber sido 50 y 50 en el bienio precedente, aunque con el voto de desempate de la vice Kamala Harris a favor del oficialismo.
En tanto, la Cámara de Representantes tiene ahora 222 bancas republicanas y 213 demócratas, después de que el partido de Biden predominara por 222 a 211 en los dos años previos.
Este Congreso, el número 118 en la historia de Estados Unidos, tiene una cantidad récord de mujeres y de latinos, así como el primer legislador de la Generación Z (nacidos entre 1994 y 2010).
Una cámara sin mayoría pero con los republicanos divididos podría ser muy útil para Biden, sobre todo si ratifica que pretende ir por otro mandato en 2024, una decisión que se espera que anuncie pronto.
Con información de Télam