La lengua, el órgano que puede decir mucho de tu salud

29 de septiembre, 2022 | 19.10

La mayoría de nosotros no tiene en cuenta lo que nuestra lengua puede decirnos sobre la salud. Es muy probable que ni siquiera tomemos dimensión real de todo para lo que la usamos, ni cuánto. Desde muy chicos empezamos a entrenarla para tareas indispensables de nuestra vida. ¿Pensaste que no podrías hablar si no tuvieras este órgano muscular?

Por otra parte, sus terminales nerviosas nos permiten la interacción con mucho de lo que nos rodea. En ella contamos con el sentido del tacto, pero sobre todo con el gusto. Es la receptora principal de los estímulos gustativos.

Qué está salado, qué es dulce o amargo, ¡todo va a depender de nuestra lengua! Es, incluso, un eslabón fundamental en nuestra alimentación si hablamos del proceso digestivo completo.

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Así también utilizamos sus múltiples músculos para otro proceso mucho más necesario: la respiración. Con ella, como parte del proceso involuntario de respirar, regulamos la entrada y salida de aire.

Nuestra lengua es un órgano fundamental para varios procesos de nuestro cuerpo. Además, refleja el estado general de nuestra salud.

Pero, además, este complejo órgano muscular puede hablarnos sobre nuestra salud. Teniendo en cuenta su estado, podemos obtener un pantallazo general de la misma. 

Aunque parezca extraño, es uno de los primeros sectores del cuerpo que verifican los médicos. Quizás no prestaste atención, pero ¿quién no la sacó en alguna consulta clínica?

Puede que a través de ella sepas que todo está dentro de los parámetros normales, o evidenciar alguna enfermedad. En cualquiera de los casos, va a ser tu aliada y debés cuidarla.

Por eso creemos muy importante que sepas más en este aspecto. Quedate leyendo esta nota para saber todo lo que puede decirte. Vas a poder hacer tus revisiones periódicas complementando las visitas al médico.

Características de una lengua saludable

Hace mucho tiempo que los especialistas detectaron que las características morfológicas de este músculo son un reflejo de nuestra salud. Tanto desde su superficie o, en casos menos evidentes por dentro, puede darnos señales.

En su superficie debés estar atento a cuestiones referidas a su color, textura, o si aparecen lastimaduras. Por otro lado, difícil de verse desde afuera, puede que haya algún bulto. Por lo que es importante revisar, también, al tacto.

Una lengua saludable no debe presentar bultos ni lesiones, en absoluto. Desde ya que si sentís algo de ese tipo no debés dudar que algo anda mal. Pero no desesperes, simplemente hacé la consulta necesaria con tu médico.

Sí, puede ser que te quemes tomando un mate y te salgan ampollas. O que tengas una llaga cada tanto. Esto no es grave. Pero si persisten formaciones extrañas, no es normal.

Por otra parte, hablemos del color que tiene nuestra lengua. Primeramente tenemos que conocer qué color es el normal para controlarla. 

El color normal es rosado con una fina capa más blanca hacia el centro formada por el hongo cándida. La existencia de este organismo es normal. Sin embargo no debe suceder que la capa blanca que mencionamos sea muy gruesa.

Con respecto a su textura, podemos afirmar que se encuentra sana mientras sea granulada suave, sin grietas y húmeda. Su humedad debe ser justa, no tiene que estar seca pero tampoco está bien salivar más de lo necesario.

Algo que no suele notarse a la vista pero es importante, es que no notes limitaciones en su movimiento. Si está saludable debe ser bien flexible. Este punto es difícil de percibir a la vista, pero lo vas a notar sin dudas.

¿Qué te puede decir tu lengua de tu salud?

Ahora bien, si alguna de estas características se ve diferente a lo anterior, puede que estés sufriendo alguna afección. No debés preocuparte, pero si deberías consultar a tu médico.

Son varios los aspectos a considerar. Vamos a enumerarte los principales para que sepas qué podría estar diciéndote tu lengua.

Color

Posee terminaciones nerviosas asociadas a diversas partes de nuestro cuerpo. Su tono rosado no debe cambiar, ya que puede significar que hay problemas relacionados con anemia, por ejemplo. 

Si el rojo se vuelve un tono bastante oscuro puede estarnos alertando que hay algún tipo de inflamación en el cuerpo. También es un signo de alerta para muchos especialistas oncológicos.

Otro ejemplo es cuando está un poco decolorada o amarronada, indicando un exceso de consumo de tabaco. El consumo desmedido de tabaco trae consigo afecciones que ya todos conocemos.

Nuestra lengua puede variar de color si estamos sufriendo alguna afección. Si notás algo inusual, no dudes en consultar a tu médico.

No debés confundir esto a cuando está más amarillenta. En este caso puede que estemos hablando de colecistitis. Esta afección sucede cuando hay algún tipo de obstrucción en la vesícula que no permite el flujo de bilis.

Por otro lado, de estar un poco más pálida de lo normal, pero aún rosa, puede ser aviso de varias cuestiones. Es probable que en ese caso te digan que debas hacerte estudios de sangre.

Podría solo estar faltándote algún nutriente, vitaminas o minerales. Pero también podría significar que los niveles de hemoglobina se encuentran por debajo de lo normal.

Si, más que pálida, está muy blanca, puede que sea la capa que antes mencionábamos está excedida en grosor. En estos casos puede ser algo más focalizado en la  limpieza de la boca.

Puede que sean hongos, por ejemplo, por alguna mala práctica de higiene bucal. Pero también se puede deber al exceso de líquido biliar, así que no lo subestimes en ningún caso.

Ahora bien, si lo blanquecino está sobre los laterales y no concentrado en el centro el problema podría ser otro. En algunos casos que se detectaron lenguas con este síntoma se trataba de problemas pulmonares.

Textura

Si bien dijimos que debe estar húmeda y lisa, nos referimos a que no tenga deformaciones, llagas o cortes. La lengua de por sí posee una textura algo granulada. 

Si esta textura es completamente lisa puede que estés un poco anémico por falta de hierro. También puede estar muy áspera, y que esa sequedad sea producida por estrés

También podés saber si existe la posibilidad de que te estén faltando algunos nutrientes con la textura. Prestá atención por si aparecen grietas de forma horizontal.

Si te mirás en el espejo con detalle y ves en la parte superior alguna mancha también es una alerta. Podrías estar sufriendo una alergia o intoxicación por algún elemento que consumiste o tocaste.

A veces salen de la nada una especie de granos, como ampollas o llagas. Si no persisten mucho no es preocupante, pero igualmente tu lengua está diciéndote que hubo un exceso. Generalmente sucede cuando se consume mucha azúcar refinada o grasas.

Por otra parte, si ya hablamos de un problema digestivo más fuerte, puede que se inflame. Seguramente transites alguna gastritis o tengas diarrea. Lo mismo si presenta grietas en el medio. 

No te asustes, recordá que tu lengua es una extensión de tu sistema digestivo. Es normal que si algo anda mal en dicho sistema puedas verificarlo en este órgano que está a la vista.

Sin embargo, que aparezcan frecuentemente llagas no está bien ni puede atribuírsele siempre a comer mal. Puede que por ejemplo te esté faltando vitamina B6, o algún nutriente.

Y por último tenemos las señales que nos dá la punta. En este caso, si está de un color muy rojo, puede tratarse de alguna dolencia física. Algunos profesionales también lo relacionan con problemas emocionales.

Además de notificarnos sobre afecciones físicas, nuestra lengua puede advertirnos sobre estrés o problemas emocionales.

Muy bien, entonces vas a poder detectar en ella signos de deficiencias vitamínicas, infecciones o hasta  dolencias por estrés o tristeza. Pero también otras enfermedades crónicas.

Entre las enfermedades que pueden mostrar síntomas de este modo se encuentran el cáncer, diabetes, VIH, o Síndrome de Sjogren. 

Te contaremos en detalle qué síntomas podrían estar avisando la aparición de cada una de estas afecciones, que creemos las más importantes. Pero no es para que te alarmes, sino para que estés atento.

Lo bueno es que si hacés un chequeo regular, podrás encontrar los síntomas a tiempo. Cualquier enfermedad es más fácil de tratar con éxito si se comienzan los tratamientos rápidamente.

Cáncer

La aparición del cáncer está generalmente relacionada con la aparición de bultos o protuberancias. Lo mismo sucede en esta parte del cuerpo: cualquier llaga o bulto que aparezca y perdure más de dos semanas debe ser cuidadosamente revisado.

No queremos decir con esto que sea determinante ni que entres en pánico. Sino que debés hablarlo con tu médico porque podría estar alertando algo futuro.

Lo mismo ocurre con la aparición de la leucoplasia. Puede ser inofensiva, tratarse y ya, pero debe controlarse.

Diabetes

Una vez más la cándida albicans puede estar diciendo algo muy importante. Como sabemos, una boca seca favorece la reproducción excesiva de organismos.

Las personas diabéticas tienden a estar deshidratadas y tener afectado su sistema inmune. Al padecer la deshidratación su boca suele ser más seca que la de una persona sana.

Por esto mismo también hay que estar atento al cambio de la textura. Las lenguas resecas muestran grietas en su superficie que también podrían ser signo de esta enfermedad.

Enfermedad celíaca

La celiaquía es la intolerancia al gluten. Cuando alguien presenta esta afección, en simples palabras, sufre el ataque de su sistema inmune a su propio intestino delgado. 

Esto genera hinchazón, diarreas y dolores, que son los síntomas más reconocidos. Pero muchos profesionales buscan signos en las lenguas de sus pacientes.

En estos casos, puede que se vayan perdiendo unos diminutos vellos de la superficie. Dicha pérdida genera cambios en la textura y su funcionamiento. Si estás sufriendo celiaquía puede que la sientas seca y áspera.

También es probable que te vuelvas poco tolerante a alcoholes o picantes. Por otro lado, es probable que la aparición de aftas allí y en toda tu boca se vuelva algo frecuente.

 

 

VIH

Hace varios años, incluso cuando aún ni existían los tratamientos para el VIH Sida, la lengua cumplía un rol principal. Se podían detectar en ella los primeros signos de la existencia de dicho virus.

Hoy en día sabemos mucho más al respecto, pero se siguen utilizando los métodos de chequeo de la misma. Los signos de alerta se pueden ver en la superficie muy claramente.

Si bien la capa blanca que conocemos es normal, su exceso debe alarmarnos. El VIH ataca nuestro sistema inmunológico, entonces no combate efectivamente a otros organismos que viven en nuestro cuerpo.

Las levaduras que coexisten en nuestro sistema comienzan a propagarse de manera excesiva y se forma una candidiasis oral. Esa es la gruesa capa blanca que vemos en nuestra boca.

También puede aparecer leucoplasia vellosa. Estos también son unos crecimientos blancos del mismo tipo, pero de apariencia peluda. Suelen salir a los laterales más que en el centro.

Así como el color, también la textura puede alertarnos sobre esta enfermedad. Si aparecen muchas o recurrentes llagas de color rojo debés consultar a tu médico.

Síndrome de Sjogren

El síndrome de Sjorgen es otra enfermedad autoinmune. Puede atacar muchas partes del cuerpo, pero es muy probable que lo haga en tus glándulas salivales.

Siendo así, va a repercutir directamente en la cantidad de saliva en tu boca. Esto va a facilitar la proliferación de los hongos que viven allí. Entonces, una vez más, vamos a encontrar la capa blanca y densa de la candidiasis.

Al mismo tiempo pueden aparecer reiteradas llagas en la boca por la misma sequedad. También deberás estar atento si sentís algún nivel de ardor.

Conclusión

Tu lengua es un órgano fundamental para el desarrollo de tu vida como la conocés. Como dijimos, funciones tan principales como respirar no podrían llevarse a cabo sin ella. También resulta fundamental para el proceso digestivo, para sentir gusto y hasta para el habla. Pero hay algo más: tu lengua es el reflejo de tu salud.

Observando este órgano vas a poder medir si tu salud está en parámetros normales o algo está fuera de lugar. Tiene relación directa con el resto de tu cuerpo, y pueden expresarse dolencias físicas o emocionales a través de ella.

La idea es que puedas conocer cuáles son sus características normales para hacer chequeos diarios de la misma. Ahora bien, nunca olvides que por más precavido que seas, debés visitar a tu médico.

Aunque estés atento y encuentres algo anormal, no podés diagnosticarte o tratarte sólo. En ese caso lo más recomendable es que hagas una consulta médica. 

Lo bueno es que de encontrar alguno de estos síntomas, vas a comenzar los tratamientos necesarios a tiempo. Los tratamientos tempranos siempre dan mejores resultados que los de pacientes que se dejaron estar.

Quizás no siempre seamos conscientes de su rol principal en el funcionamiento integral de nuestro cuerpo. Cuidarla y estar atento a su salud, es estar atento a tu salud general. Conocé mucho más sobre cómo controlar tu cuerpo y tu salud en casa leyendo más contenido de El Destape.