En las últimas semanas, el peronismo entró en una discusión interna muy difícil de entender para todo aquel que no esté en el día a día de la política. Sin embargo, se mantiene como la principal opción opositora al gobierno de Javier Milei, a la que está dispuesto a votar más de la mitad de los argentinos, según surge de una encuesta conocida esta semana. Por otro lado, el núcleo duro del voto peronista se muestra en mutación: está ubicado geográficamente muy fuerte en el AMBA, entre las mujeres y entre los mayores. En alguna medida, se trata de un voto nostálgico, que anhela volver a tiempos mejores. Tal vez por eso, es una opción cada vez menos atractiva para los menores de 29 años, la base del apoyo a Milei. El kirchnerismo es la identificación mayoritaria entre quienes aligen al peronismo.
Una de las encuestas conocidas en estos días pertenece a la consultora Sentimientos Públicos, que midió los apoyos al peronismo e indagó sobre sus motivaciones. Un 51,5% de los consultados en este sondeo nacional se mostró dispuesto a elegir al peronismo en las próximas elecciones. Entre ellos, un 34% respondió que había "altas chances" de votar peronismo mientras que otro 17,5% sostuvo que existían posibilidades "intermedias". Es decir, lo elegiría en caso de encontrar una opción que lo convenciera más. Por último, un 48,5% consideró que existían "nulas chances", lo que podría calificarse con el rótulo de antiperonismo.
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Un dato llamativo del sondeo. Los porcentajes se mantienen más o menos estables según los diferentes niveles socioeconómicos, marcando que hoy el peronismo dejó de ser un partido preponderantemente de los sectores más bajos. Aunque entre los estratos populares son más altas las respuestas de los muy convencidos que de las posturas intermedias, circunstancia que se revierte en los sectores altos. La otra constatación es que hoy el sector etario más joven -los menores de 29 años- es el más alejado del peronismo: allí es donde se registran el menor nivel de apoyos y el mayor de rechazos, que llegan al 63% de las respuestas.
Dos consideraciones finales sobre este estudio que indagó sobre la actualidad de un peronismo que se debate en una tensión interna que asomó a la superficie en el proceso que terminó con Cristina Kirchner en la presidencia del PJ Nacional. La identidad kirchnerista se mantiene como la más fuerte entre los electores del peronismo, aproximadamente un cuarto del total, por encima del peronismo de centro, preponderante en el interior del país. Este peronismo mayoritario es más fuerte entre los mayores de 55 años, entre las mujeres y en la Ciudad y, en especial, en la provincia de Buenos Aires. En estos territorios obtiene unos 10 puntos más de diferencia que en el resto del territorio. En la PBA, bastión del peronismo kirchnerista, las posibilidades se incrementan en un 54%.
Otro de los sondeos conocidos este fin de semana fue el de la consultora Analogías, que se sumó al lote de trabajos que registró una recuperación -en este caso, muy leve- del Gobierno en el último mes. Con todo, esa pequeña recuperación le permite a Milei tener de nuevo un punto de diferencial positivo. "El límite que encuentra esa recuperación marginal es que se consolida la noción de que la situación económica general y personal es mala", sostuvo el trabajo. Un dato de esta otra encuesta que sirve para exhibir el rol decisivo que mantiene el peronismo es que ante la pregunta acerca de quién ganará las elecciones del año que viene un 37,6% respondió que el oficialismo y un 31,6% opinó que lo hará el peronismo como única alternativa opositora.
El papel desdibujado del PRO como apéndice del Gobierno, la fractura radical entre una opción cuasi oficialista y otra que pretende mostrarse en la oposición dura y la falta de definición respecto a un armado de centro que junte todo lo que está suelto -el peronismo cordobés, el radicalismo de Martín Lousteau y Facundo Manes, Horacio Rodríguez Larreta, Miguel Angel Pichetto, Lilita Carrió- hacen que el peronismo sea percibido como la única opción ante La Libertad Avanza. Además, un 36%, la respuesta más elegida, consideró que el Gobierno se estaba metiendo en la interna del peronismo.
De los sondeos surge claro lo decisiva que resultará para el peronismo la contienda en la provincia de Buenos Aires, cuyo padrón representa el 38% del padrón nacional. Está en discusión cuál es la estrategia que más le conviene seguir al gobernador Axel Kicillof. La adopción de la Boleta Unica de Papel (BUP) a nivel nacional lo obliga a hacer una movida en territorio bonaerense. Una opción es desdoblar la elección provincial para no votar el mismo día con dos sistemas y urnas diferentes, lo que le permitirá centrar la campaña en las cuestiones de la provincia. Kicillof viene preocupándose en mostrar su modelo de gestión como el opuesto exacto al de Milei, tomando a su cargo obligaciones que la Nación deja de lado.
El desdoblamiento fue también la propuesta que le acercó Sergio Massa en un encuentro que mantuvieron días atrás, en un combo de reformas que también incluiría el fin de las elecciones por sección electoral y adoptar el sistema de distrito único, y la eliminación de las PASO. Se trata de una reforma ambiciosa que necesitaría algún tipo de acuerdo con un sector de la oposición. Lo que no parece tener muchos adeptos en el peronismo es acompañar el cambio nacional con una BUP bonaerense, por lo que la chance de desdoblar aparece factible. Muchos citan el caso de la última elección en CABA en la que se votó con dos sistemas distintos el mismo día, que generó muchas complicaciones. Esa situación multiplicada por la enormidad del territorio bonaerense justificaría la realización de comicios en fechas diferentes. Antes de tomar la decisión, Kicillof quiere conversar con todos los sectores.
Kicillof y Massa coincidieron en que había que silenciar los ruidos de la interna peronista. Cristina Kirchner inició una campaña por las suyas por el Conurbano, con apariciones sin anuncio previo como las que hizo en los últimos días por Avellaneda y Lomas de Zamora. Se muestra conversando con la gente sobre las consecuencias del modelo Milei y defiende las medidas tomadas durante sus gobiernos. No hay todavía precisiones acerca de qué planes tiene para el PJ, ni siquiera se sabe cuándo asumirá formalmente, ni si habrá algún acto para celebrarlo. Por ahora, la expectativa está puesta en el fallo judicial que la Cámara de Casación dará a conocer el próximo miércoles en la causa Vialidad. Todos los indicios anuncian que confirmará la condena de seis años y la inhabilitación a ocupar cargos públicos para la ex presidenta. Su reposicionamiento al frente de la principal oposición política parece una estrategia frente a esa casi segura decisión judicial. La discusión sobre la elaboración de las listas para el año que viene, una posible candidatura al Congreso, todo eso hoy aparece atrás entre las preocupaciones de la ex presidenta.