Cuando Mauricio Macri era jefe de Gobierno porteño le opuso al anuncio de Cristina Kirchner de soterrar la línea del Ferrocarril Sarmiento una audiencia pública con cuestionamientos técnicos, ambientales y urbanísticos.
Los planteos que hacía la gestión de Macri en la Ciudad giraban, en primer lugar, en la falta de estudios del impacto vial y acústico que iba a provocar el movimiento diario de camiones que iban a trasladar los escombros y la tierra que se extraigan. Además, no estaba claro dónde iba a ser depositada la tierra y qué tipo de tratamiento iba a recibir.
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Esta mañana el Presidente recorrió el obrador del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, que se encuentra en la localidad de Haedo, en Morón, acompañado por el primer ministro de Italia, Matteo Renzi; el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
Lejos de las viejas críticas, Macri anunció la reactivación de la obra con una inversión de 3.000 mil millones de dólares y un estimativo de cinco años de duración para la conclusión de las obras.
Durante un acto de campaña electoral en Morón en abril de 2015, Macri -junto al intendente local y marido de Vidal, Ramiro Tagliaferro- no se refirió al soterramiento del Sarmiento y apuntó a la construcción de pasos bajo nivel como los de la Ciudad de Buenos Aires.
Los cuestionamientos de Macri a la obra también apuntaban a la falta de análisis y estudios sobre la afectación de las napas freáticas y la falta de previsiones en cuanto a las medidas para mitigar posibles inundaciones. A su vez, desde el PRO se criticaba la dimensión del túnel por el que pasarán las formaciones ya que solamente contarán con dos vías en lugar de las cuatro que existen en el tramo Once Moreno. La reducción del ramal a dos vías soterradas impedirá la llegada de los trenes de cargas y de pasajeros interurbanos a la Capital Federal.
En tanto -como detalla un informe del portal La Política Online-, el macrismo también criticaba la ausencia de estudios para la preservación y resguardo de las estaciones y los talleres de gran valor histórico que se encuentran en Caballito, Villa Luro y Liniers.
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