El primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, fue desinvitado de una recepción para líderes mundiales ofrecida por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), informaron el miércoles medios de comunicación georgianos, en un nuevo revés a la otrora estrecha relación entre Estados Unidos y Georgia.
Autoridades georgianas declararon a medios locales que Kobajidze, que tiene previsto dirigirse a la AGNU el jueves, había sido invitado inicialmente a la recepción, pero su invitación fue cancelada por la parte estadounidense. Informaron de que Estados Unidos rechazó todas las reuniones con la delegación de Kobajidze.
InterPressNews, de Georgia, citó a la embajada de Estados Unidos en Tiflis diciendo que la invitación había sido rescindida por lo que dijo eran "medidas antidemocráticas, desinformación y retórica negativa hacia Estados Unidos y Occidente" del Gobierno georgiano.
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El portavoz parlamentario Shalva Papuashvili dijo que la desinvitación era "frívola".
Georgia, país ampliamente prooccidental, gran beneficiario de la ayuda estadounidense desde su independencia de la Unión Soviética en 1991, y candidato a la adhesión a la Unión Europea, ha visto agriarse en los últimos meses sus lazos con las potencias occidentales por acusaciones de autoritarismo y tendencias prorrusas.
El partido gobernante, Sueño Georgiano, que ampliamente considerado bajo el control del multimillonario ex primer ministro Bidzina Ivanishvili, aprobó en junio una ley contra "agentes extranjeros" que fue condenada por los países occidentales por estar inspirada en la legislación rusa utilizada para aplastar a los críticos del Kremlin.
Sueño Georgiano aspira a un cuarto mandato en las elecciones parlamentarias de octubre, e Ivanishvili ha sugerido en repetidas ocasiones que, si es reelegido, el partido procederá a prohibir el Movimiento Nacional Unido, de la oposición prooccidental.
Según los sondeos de opinión, Sueño Georgiano sigue siendo el partido más popular, pero ha perdido terreno desde 2020, cuando obtuvo casi el 50% de los votos y una escasa mayoría parlamentaria.
En una publicación en Facebook, la diputada de Sueño Georgiano Mamuka Mdinaradze acusó a Biden de intentar proporcionar un "salvavidas" electoral a la oposición georgiana.
Las consecuencias de la agitación interna han dañado las relaciones de Georgia con los países occidentales.
A principios de este mes, Estados Unidos sancionó a dos mandos de la policía georgiana que, según dijo, estaban implicados en las palizas propinadas a los líderes de las principales protestas contra la ley de agentes extranjeros.
La semana pasada, la Unión Europea, que ya había afirmado anteriormente que el proceso de solicitud de Georgia está congelado de facto, dijo que podría suspender su régimen de exención de visados para los georgianos si las elecciones de octubre no son libres, justas y pacíficas.
Con información de Reuters
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