La reportera gráfica turca Nilüfer Demir, que cubre el conflicto de la inmigración en Europa, fue la encargada de retratar a Aylan Kardu, el nene sirio de tres años que murió ahogado tras el naufragio de la precaria embarcación que lo llevaba a Grecia, señaló hoy que "apenas vi al niño de tres años se me heló la sangre".
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Demir estaba sacando fotos en la península de Bodrum cuando se encontró con el niño de remera roja, shorts de jean y zapatos oscuros, con su cara contra la arena y el agua golpeando su cabeza. "No podía hacer nada por él. Lo único que podía hacer es que su grito fuera escuchado en el mundo, y lo hice con su fotografía", aseguró la fotógrafa al diario Hurriyet.
"Lo único que podía hacer es que su grito fuera escuchado en el mundo", agregó. "He fotografiado y atestiguado muchos incidentes de inmigrantes desde 2003 en esta región... Sus muertes, sus dramas. Espero que algún día, eso cambie", concluyó.