Rusia acusó hoy a Ucrania y Estados Unidos de no buscar la paz, un día después de que Washington prometiera más armas para Kiev durante una visita del presidente Volodimir Zelenski para reunirse con su par Joe Biden, mientras que la Casa Blanca indicó que es el Kremlin el que "no muestra interés en una diplomacia significativa" para poner fin al conflicto que está por cumplir 10 meses.
El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró hoy que su ejército encontrará el "antídoto" para esquivar el sistema de defensa antiaérea Patriot, que Estados Unidos enviará por primera vez a Ucrania.
"El sistema Patriot es bastante viejo. No funciona como nuestro sistema (de defensa antiaérea) S-300. Los que se enfrentan a nosotros dicen que es un arma defensiva. Muy bien, lo tendremos en cuenta. Siempre habrá un antídoto. Así que la gente que está haciendo eso, lo hace en vano. No sirve más que para prolongar el conflicto", dijo el líder del Kremlin a la prensa tras una reunión del Consejo de Estado ruso.
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Según explicó, el objetivo de Moscú no es instalarse en la "inercia", sino "terminar esta guerra, y a eso aspiramos".
"Todos los conflictos armados concluyen con negociaciones. Cuanto antes entienda eso Kiev, mejor será", añadió en declaraciones que reprodujo la agencia de noticias AFP y luego reiteró: "Nos esforzaremos para que esto termine. Y cuanto antes, mejor, por supuesto".
Por el contrario, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo hoy que Rusia no mostró un interés real en poner fin a la guerra que inició el 24 de febrero pasado.
"En este momento, Rusia no muestra interés en una diplomacia significativa" para poner fin al conflicto, afirmó Blinken en conferencia de prensa.
El jefe de la diplomacia estadounidense señaló que habló virtualmente hoy con los ministros de Relaciones Exteriores del G7 sobre las ideas para una "paz justa" propuestas por Zelenski en Washington, a las que calificó como "un buen comienzo".
Cualquier paz debe ser "justa y duradera", remarcó, y agregó que Estados Unidos no impondrá sus propias soluciones a Ucrania.
"Duradera, en el sentido de que queremos asegurarnos de que se mantenga y que no estemos simplemente poniendo a Ucrania en una posición en la que Rusia repetirá lo que hizo un mes, seis meses o un año después", subrayó.
Evaluó que Moscú podría poner fin de inmediato a la guerra retirando sus tropas. "En ausencia de eso, tendríamos que ver alguna evidencia significativa de que está preparada para negociar una paz justa y duradera", pero Rusia no lo está haciendo, consideró.
Putin defendió de nuevo el lanzamiento de su ofensiva y aseguró que no tenía "más elección" que hacerlo para "defender a la gente" en Ucrania.
"Las raíces entre los pueblos de Rusia y Ucrania son más fuertes que quienes intentan dividirnos", aseveró.
Putin acusó a los rivales de Rusia, empezando por Estados Unidos, de haber intentado dividir "siempre" al "mundo ruso", un concepto que según el Kremlin engloba a todas las poblaciones ruso parlantes.
"Nuestros enemigos eventuales, nuestros opositores, siempre soñaron con eso y siempre lo hicieron. Han intentado dividirnos y gobernarnos por pedazos separados", declaró, citado por la agencia de noticias Sputnik.
Por otro lado, el mandatario indicó que su país es capaz de aumentar la producción de armas: "Aún nos falta algo: munición merodeadora, drones, etc.".
Horas antes, el vocero de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, estimó hoy que la visita de Zelenski a Washington muestra que el presidente ucraniano y su par estadounidense no tienen intención de "escuchar a Rusia" y que la Casa Blanca llevaba a cabo en Ucrania "una guerra indirecta" contra ellos.
"Podemos constatar con pesar que ni el presidente Biden ni el presidente Zelenski han dicho algo que pueda ser visto como posible disposición a escuchar las preocupaciones de Rusia", declaró a la prensa el portavoz.
Zelenski voló ayer a Washington, se reunió con Biden en la Casa Blanca y dio un discurso ante el Congreso, en su primer viaje conocido al extranjero desde que comenzó la invasión.
Durante su breve estadía, Estados Unidos anunció un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por 1.800 millones de dólares, además de los misiles tierra-aire Patriot que reclamaba Zelenski.
"Ucrania mantiene sus líneas y nunca se rendirá", aseguró Zelenski anoche en un discurso ante las dos cámaras del Congreso estadounidense, donde fue recibido con ovaciones y aplausos.
Al respecto, Peskov señaló que en esta visita no hubo "verdaderos llamados de paz" o "advertencias" de Estados Unidos a Zelenski contra "los continuos bombardeos a edificios residenciales en las zonas pobladas del Donbass", región del este de Ucrania en parte controlada por separatistas prorrusos y a menudo blanco de las fuerzas ucranianas.
"Esto muestra que Estados Unidos continúa en su línea de guerra de facto e indirecta con Rusia, hasta el último ucraniano", añadió el portavoz.
Durante el discurso que ayer dio Zelenski, la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se posicionaron detrás suyo sosteniendo una bandera ucraniana autografiada por las tropas de primera línea en Bajmut, en la disputada provincia ucraniana de Donetsk, en el este del país.
Donetsk es una ciudad en disputa desde hace meses y -según la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar- "la fortaleza oriental de Ucrania".
Zelenski remarcó ante el Congreso que Estados Unidos y Ucrania son "aliados" en la guerra contra Rusia y agregó que el apoyo de Washington era "vital" no solo para resistir a la invasión rusa, sino para lograr un "punto de inflexión" en el campo de batalla.
El presidente de Ucrania recalcó que "la tiranía rusa ha perdido el poder" sobre su país y aseguró que los ucranianos y los estadounidenses pondrán en su sitio a quienes desafíen la libertad.
Con información de Télam