Rusia anunció hoy que se retirará de la Estación Espacial Internacional (EEI) después de 2024, uno de los pocos proyectos de colaboración conjunta que le quedaban con Estados Unidos y otros países y que mantenía desde 1998, para construir una propia.
Además,Yuri Borisov, el nuevo jefe de Roskosmos, la agencia espacial rusa, dijo que mientras su país construye la nueva estación cumplirá con todas sus obligaciones con la EEI.
En una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, Borisov afirmó que se había tomado la decisión de abandonar el proyecto en un plazo de dos años, informó la BBC.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Creo que para este momento comenzaremos a armar una estación orbital rusa", dijo Borisov, y agregó que la nueva estación era la principal prioridad de su agencia. "Bien", respondió Putin.
En su reunión con el mandatario, Borisov indicó que la nueva estación brindará a Rusia los servicios espaciales necesarios para la vida moderna, por ejemplo, navegación y transmisión de datos.
Por su parte, Vladímir Soloviov, diseñador general de la corporación de ingeniería espacial rusa RKK Energiya, anunció que la construcción de la nueva Estación de Servicio Orbital rusa (ROSS, por sus siglas en ruso) podría comenzar en 2028, es decir que habría un lapso entre la fecha de salida del EEI y la puesta en marcha de la nueva estación.
La decisión de Moscú fue califica de "desafortunada" por el el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price quien se mostró sorprendido por el anuncio de Moscú.
"Es una decisión desafortunada dado el trabajo científico importante realizado en la EEI, la valiosa colaboración profesional que nuestras agencias espaciales han tenido a lo largo de los años y especialmente en la luz de nuestro acuerdo renovado sobre cooperación en vuelos espaciales. Nos tomó por sorpresa la declaración pública", dijo Price durante una rueda de prensa.
La cooperación en la Estación entre Rusia y Estados Unidos parecía relativamente indemne pese a la guerra en Ucrania, y los dos países firmaron un acuerdo a principios de este mes para permitir que los cosmonautas rusos viajen a la estación en naves espaciales estadounidenses y viceversa.
Sin embargo, las relaciones bilaterales entre los dos países se han deteriorado desde que Rusia invadió Ucrania, y el Kremlin amenazó previamente con abandonar el proyecto debido a las sanciones occidentales en su contra.
La EEI, un proyecto conjunto en el que participan cinco agencias espaciales, ha estado en órbita alrededor de la Tierra desde hace más de dos décadas y se ha utilizado para realizar miles de experimentos científicos.
Está aprobada para operar hasta 2024, pero Washington quiere extender el proyecto por seis años más con el acuerdo de todos los socios.
La guerra también ha afectado a otras áreas de cooperación entre Rusia y Occidente. La Agencia Espacial Europea (ESA) finalizó su colaboración con Roskosmos para lanzar un robot a Marte, y Rusia detuvo los lanzamientos de su nave espacial Soyuz desde un sitio de lanzamiento de la ESA en la Guayana Francesa.
La Unión Soviética y Rusia tienen una larga historia de exploración espacial, y logros como poner al primer hombre en el espacio en 1961 siguen siendo motivo de orgullo nacional.
Si se retira esa capacidad de propulsión, EEUU y sus otros socios (Europa, Japón y Canadá) deberán idear otros medios para impulsar periódicamente la estación más alto en el cielo, algo que podrían hacer los cargueros robóticos estadounidenses.
Con información de Télam