La receta de pollo a la portuguesa es una de las alternativas que tienen los amantes de esta comida para realizar un fin de semana o en la semana. Este menú puede ir acompañado con salsa de tomate, papas y batatas.
El pollo a la portuguesa es un plato que refleja la rica tradición culinaria de Portugal, aunque su popularidad y variaciones se extienden por muchas regiones de habla portuguesa y más allá. La receta incorpora elementos típicos de la dieta mediterránea, con un enfoque en ingredientes frescos, aceite de oliva y una combinación armoniosa de sabores.
Las versiones pueden diferir ligeramente en ingredientes y métodos de cocción, reflejando las tradiciones y productos locales. Este plato se puede acompañar con arroz blanco, papas hervidas o una buena rebanada de pan crujiente para aprovechar toda la deliciosa salsa. Los ingredientes y métodos pueden variar según la región y las preferencias personales. El pollo a la portuguesa tiene similitudes con otros platos de la península ibérica, donde es común cocinar carnes con verduras y vino. Además, la migración de portugueses alrededor del mundo llevó esta receta a nuevas tierras.
Ingredientes
- 1 pollo.
- 1 lata de salsa de tomate.
- 1 cebolla.
- 1 Pimiento rojo.
- 1 zanahoria.
- 1 lata de arvejas.
- Pimentón dulce.
- Pimienta.
- Harina.
Preparación
- Lavar las piezas de pollo y secarlas bien con papel absorbente. Sazoná con sal y pimienta.
- En una cazuela grande, calentar el aceite de oliva a fuego medio-alto. Agregá las piezas de pollo y doralas por todos lados hasta que estén bien selladas. Retirá el pollo y reservalo.
- En la misma cazuela, agregá las cebollas y el ajo picado. Cociná hasta que la cebolla esté transparente y suave. Añadí los pimientos rojo y verde, y cociná por unos minutos hasta que estén tiernos.
- Agregá los tomates picados (o los tomates de lata) a la cazuela. Cocinar hasta que los tomates se deshagan y formen una salsa espesa.
- Volvé a poner las piezas de pollo en la cazuela. Añadí la hoja de laurel, el pimentón dulce, el vino blanco y el caldo de pollo. Mezclá bien.
- Dejar cocinar durante aproximadamente 45 minutos a 1 hora, o hasta que el pollo esté completamente cocido y tierno. Remové de vez en cuando para asegurarte que no se pegue al fondo de la cazuela y que todos los sabores se mezclen bien.
- Probá la salsa y ajustá la sal y pimienta, si es necesario.