El calentamiento global es un fenómeno que preocupa a millones de personas de todo el planeta. Una de las principales consecuencias es el derretimiento de los glaciares, un problema que es visto como una tragedia pero que a la vez también genera descubrimientos inesperados, como el hallazgo reciente de cientos artefactos antiguos en el paso montañoso de Lendbreen, en el condado noruego de Oppland. Uno de los artefactos encontrados es una caja de madera que contenía una simple vela de cera de abeja.
Si bien este descubrimiento parece menor o poco fascinante, la vela con su caja bien conservada cuentan una interesante historia sobre las caminatas anuales que se realizaban a través de este transitado paso de montaña. La caja sobrevivió intacta no solo a los avatares del tiempo sino también a las temperaturas bajo cero con su tapa firmemente cerrada con correas de cuero. La misma está hecha de pino y data entre los años 1475 y 1635, según las pruebas de radiocarbono que realizaron investigadores del Museo de Historia Cultural de Oslo. Para los expertos este descubrimiento fue una sorpresa, ya que antes de abrir la caja esperaban encontrar pólvora.
MÁS INFO
Los investigadores explicaron que los agricultores utilizaban estas cajas para transportar velas, un bien caro. Lo hacían para encontrar el camino entre su granja principal y la granja de verano por las noches. Estas cajas para velas eran un artículo muy común entre los vikingos, que usaban para guardar las costosas velas de cera de abeja para cuando viajaban a otras granjas. Este hallazgo se produjo por primera vez en el 2019, cuando se derritió el glaciar Lendbreen, en Noruega.
Pero el de la caja no fue el único hallazgo que permitió el derretimiento del glaciar, sino que también se pudieron rescatar casi 70 flechas, huesos de reno y artículos textiles en la ladera de una montaña en Jotunheimen, a unos 400 kilómetros de Oslo. A la vez, los expertos recuperaron más de 100 artefactos, entre los que se incluyen herraduras, una manopla, un pequeño cuchillo de hierro, raquetas de nieve para caballos, zapatos, bastones, correas para perros, guantes y una aguja de madera.
Según aclaran los investigadores, dentro de 20 años estos hallazgos no serán posibles ya que la única razón por la que los objetos se mantuvieron conservados durante tanto tiempo es por el hielo, que detuvo la erosión. Los objetos presentan un estado frágil, por lo que para cuidarlos deberán conservarse en ambientes aislados y a una temperatura determinada.