UNICEF presentó la campaña #LoSientoHater para sensibilizar y frenar los discursos de odio que circulan en internet y las redes sociales. La iniciativa, que cuenta con la participación de referentes y activistas que sufrieron ataques por su identidad de género, orientación sexual, características físicas y/o nivel socioeconómico, tiene como objetivo dar herramientas y empoderar a las y los adolescentes.
Los discursos de odio son expresiones que tienen como objetivo a determinados grupos sociales y/o demográficos y generan un clima de intolerancia que promueve la discriminación, la hostilidad y la violencia. El mundo online es un espacio propicio para que estos mensajes se propaguen. Según una consulta realizada en U-report, la plataforma de participación de UNICEF que relevó la opinión de 794 jóvenes, el 70% de los chicos y las chicas cree que aumentaron las actitudes de odio en las plataformas digitales. Además, más de 9 de cada 10 ha sido testigo de un ataque hacia una persona o grupo y el 44% de los y las entrevistados ha sufrido agresiones por parte de haters.
“#LoSientoHater busca desarticular en redes sociales los efectos de estos discursos", explicó Natalia Calisti, coordinadora del área de Comunicación de UNICEF Argentina. “Para lograrlo, es importante hablar y concientizar sobre esta problemática, sumar a los y las adolescentes en la búsqueda de soluciones al tema, y empoderarlos, mediante el uso de herramientas y recursos, en la detección y prevención para poder desestimarlos".
Los resultados de la consulta U-Report también indican que los discursos de odio se concentran principalmente en Twitter (52%) e Instagram (21%) y que casi uno de cada dos encuestados afirmó que la comunidad LGTBIQ+ es el colectivo más atacado por los y las haters. “Creo que quienes promueven mensajes de odio lo hacen sin tener real dimensión del daño que generan. La discriminación lleva a la exclusión y la exclusión lleva a tener pocas opciones. Yo la sufro por ser una futbolista trans y no es justo porque los sentimientos no tienen genitalidad ni género. Los discursos de odio generan un sufrimiento real”, expresó Mara Gómez, quien participó de la campaña.
Ante las consultas sobre sus sensaciones frente a estos mensajes de odio, un 55% de los chicos y las chicas expresó que siente enojo y un 24%, preocupación. En esa dirección, apenas el 26% conoce alguna herramienta para lidiar con casos de haters. Además 3 de cada 10 adolescentes reconoce haber tenido alguna actitud de este tipo en redes sociales, ya sea publicando, respondiendo un comentario o difundiendo una agresión. Por eso es tan importante brindar herramientas y contención para que puedan enfrentar esta problemática.
La campaña #LoSientoHater alienta a desestimar los discursos de odio en redes sociales. Silenciar, eliminar, denunciar y/o bloquear en la red a la persona que hace comentarios abusivos, son algunas de las estrategias para desarticular este tipo de situaciones. También se recomienda proteger la privacidad de los perfiles; pensar qué impacto va a tener el contenido antes de publicar, dar un "me gusta” o comentar, y si va a ser hiriente con una persona o colectivo; no mostrarse indiferente ante una actitud de abuso, acoso o daño y ponerse en contacto con quien está sufriendo para brindar palabras de apoyo y desviar la atención del abusador. Los haters pierden interés cuando ven que no obtendrán una respuesta.
La preocupación por los efectos de los discursos de odio en los más jóvenes aumenta si se considera que el 67% de los y las adolescentes manifestó haber pasado más tiempo frente a las pantallas durante el aislamiento y el 18,5%, haber sufrido exposición a situaciones de discriminación, maltrato, cyberbullying, violencia o pornografía, según la Encuesta de Percepción y Actitudes de la Población - Tercera ola, un estudio de UNICEF sobre los efectos de la pandemia en hogares con niños, niñas y adolescentes realizado en noviembre 2020. En un contexto de sobre exposición a las plataformas digitales y el acrecentamiento de los discursos del odio, UNICEF se suma al Día Mundial de Internet como una oportunidad para continuar promoviendo la utilización responsable de las Tecnologías de la Información y la Comunicación para asegurar el bienestar de los niños, las niñas y adolescentes.