La Piba Berreta, también conocida como Luludot Viento, emergió como una de las voces más auténticas y desinhibidas del under punk y rock argentino. Conocida inicialmente por su potente presencia en la banda Los Rusos Hijos De Puta, su carrera tomó un giro impresionante con el lanzamiento de su primer disco solista, Golpe de (m)suerte. Ahora, la artista se encuentra presentando su más reciente trabajo, Un Dios nuevo, que despedirá por este año el próximo 8 de noviembre en El Maquinal.
Con una mirada crítica y sensible, La Piba Berreta ofreció a El Destape un vistazo a su mundo y a las múltiples facetas de una artista que sigue rompiendo moldes y desafiando expectativas.
Se viene tu show en El Maquinal ¿Es una especie de despedida de Un Dios nuevo?
- No sé si despedida... Pasa que aún es muy reciente. Lo saqué en 2023. También me di cuenta de que nunca fui de apurarme con nada. De hecho, mi disco que salió en 2021, Qué Suerte, lo grabé en 2017. Fueron muchas cosas las que hicieron que el disco pudiera salir recién en 2021. Con Un Dios Nuevo fue otra vorágine. Ni bien salió Golpe de Suerte, cuando empecé a ensayar con mi banda, con esta agrupación, empezamos a armar los temas para Un Dios Nuevo y fue un trabajo de dos años, más o menos. Así que recién ahora estamos empezando a trabajar en canciones nuevas, quizás tengamos todo el año que viene para seguir trabajando en ellos. Así que muy tranquilos con eso.
¿Te tomás tu tiempo con la música?
- Sí, recontra. Yo no trabajo con discográfica ni con nadie, soy independiente. Entonces, me doy el lujo de que la música mande por sobre todas las cosas. Mientras mis tiempos me den, y las canciones me lo pidan, todo se va dando con tranquilidad. Nadie me corre.
¿Cómo te estás preparando para el show?
- Estamos trabajando en algo muy especial para el show. El año pasado, en 2022, hicimos La Tangente que fue bastante teatral. Le llamábamos "ópera", porque tenía un guion, letras, coros, arreglos orquestales y demás. Eso está en YouTube, lo pueden ver. Luego, hicimos la presentación de Un Dios Nuevo el año pasado, y ahora estamos pensando en algo híbrido entre las dos cosas. Va a ser un poco teatral, pero no tan exigente como lo de La Tangente, también será un show cool, con vestuarios, iluminación. A nosotros nos gusta apostar a la fantasía, a la magia. Estamos todo el tiempo pensando en cómo hacer de la música un territorio de encuentro.
¿Y ese espacio en el show es como para desconectar un poco de todo lo que está pasando, de lo social, lo económico, lo humano?
- Sí, totalmente. Buscamos generar ese espacio, un poco alejado del mundo. Los sentimientos, las afectaciones sociales, todo lo que nos afecta día a día. Es un privilegio tremendo poder juntarse con gente para hacer algo que nos hace sonreír, algo que nos emociona. Por eso estamos trabajando con muchas ganas y también para agradecerle al universo por todo esto que nos dio la posibilidad de elegir.
¿Cómo elaborás todo esto desde el lado de ser un artista independiente? ¿Qué desafíos se te presentan?
- Yo siempre trabajo con amigas que admiro mucho. Siempre selecciono a personas que, además de ser muy talentosas, saben quién soy, cuál es mi situación económica. Sé que hay mucha gente en el mainstream que maneja presupuestos mucho mayores, pero igualmente tiene ganas de trabajar conmigo. Saben que tengo una propuesta concreta, sincera, y eso les atrae. Me doy el lujo de trabajar con gente muy grosa en diferentes tipos de intercambios. Por ejemplo, esta vez voy a trabajar otra vez con Cartón Pintado que es una artista que labura con materiales reciclados. Todo es más económico, pero la propuesta es artística. Es impresionante cómo, por ejemplo, para este show, encontramos algo que necesitábamos para la escenografía simplemente caminando por la calle. ¡Y eso lo usamos! Eso tiene que ver con la humildad y la creatividad del trabajo. Es un lujo trabajar con ellos. El lugar también ayuda, porque El Maquinal es un teatro, pensado para eso, tiene un montón de camarines, está armado para todo lo que es maquillaje, vestuario. Las comodidades son mucho mejores, a diferencia de algunos lugares más improvisados.
Sos frontal en tu música ¿Creés que eso te juega en contra?
-Sí. Para pertenecer a ciertos espacios, a veces tenés que ser más juvenil, más "naif". Yo suelo decir cosas que son incómodas, y eso genera reacción. Obviamente, eso genera liquidez también. Ahora estoy yendo a terapia, tratando de contenerme un poco más. Antes era un poco más sincera, pero bueno… lo que pasa es que, al principio, yo sentía que la música era el lugar donde no existía la hipocresía y después me di cuenta que no.
A la vez las mujeres siempre están bajo otro tipo de mirada, ¿no?
- Totalmente. Creo que ahora hay más cantantes mujeres, más artistas, más bajistas, más chicas en bandas, pero sigue existiendo el machismo en la industria. Es algo que no cambia fácilmente. Es como un tipo de "competencia" para ver quién es la más feminista. Como que, a veces, se utiliza el feminismo como herramienta para avanzar, pero dentro de un sistema que sigue siendo patriarcal. El feminismo viene del anarquismo, o sea, no puede encajar en el capitalismo. A pesar de todo el progreso, sigue siendo una competencia por ocupar el rol de "feminista" de turno, con una estructura patriarcal pero habitada por mujeres. Es una contradicción. No me gusta la palabra "progreso", pero es lo que pasa.
¿Cómo te sentís con todo esto de llevar adelante tu propio proyecto de manera autogestiva?
- Es un trabajo intenso, pero lo disfruto. La Piba Berreta es algo diario, con la banda ensayamos tres veces por semana, y lo planteamos de una manera diferente, desde otro lugar. Es una artesanía. Me gusta mucho lo audiovisual, también, y estoy trabajando en proyectos para seguir creciendo y combinando las distintas facetas del arte.
Dónde conseguir las entradas para La Piba Berreta en El Maquinal
Los shows de La Piba Berreta son una experiencia intransferible. Es otro tipo de espectáculo: mutante y transformador. La acción dramática y la magia coquetean con los límites y todo se desborda en un caos ordenado que da vida e inspira. En esta oportunidad, la artista y su querida Orquesta Disfuncional, están despidiendo Un Dios Nuevo, su segundo disco, este viernes 8 de noviembre en El Maquinal. Entradas disponibles a través de la boletería online del Teatro o en puerta.