En vivo: el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa

A solo horas de conocerse la condena a perpetua para cinco de los ocho acusados, la mamá de Fernando Báez Sosa, Graciela Sosa, se declaró "muy conforme" por la sentencia. "Hoy empieza una nueva etapa. Ahora comienza nuestro duelo", aseguró en una conferencia de prensa. 

Aunque para Sosa su dolor es "una condena perpetua para siempre" y está "aprendiendo a vivir con el dolor", destacó que este lunes, al escuchar la sentencia sintió "un poco de paz" en su corazón. La mamá de Fernando repitió que no buscó "venganza", pero también aclaró: "No vi a ninguno de los acusados arrepentido". 

Por Carolina Ortíz, desde Dolores

Tras la sentencia del tribunal, los ocho condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa son trasladados en una camioneta al penal de Melchor Romero, donde habían estado recluidos antes del comienzo del juicio. En los primeros tramos de su trayecto, un grupo de personas empezaron a perseguir el móvil policial, según contaron personas en el lugar. Allí van a esperar hasta que se sepa a dónde serán trasladados de forma definitiva.

Uno de los fiscales a cargo de la acusación contra los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, Juan Manuel Dávila, valoró el fallo de este lunes del tribunal. "Se hizo justicia", indicó, al destacar que las cinco condenas que se dictaron a prisión perpetua y las otras tres a 15 años de prisión "fueron "duras". Aclaró que "seguramente se va a recurrir" la sentencia, dado que la fiscalía había considerado que estaba probada la participación de los ocho como coautores. Se espera que esta tarde todo el equipo de fiscales brinde una entrevista de prensa para reaccionar a la decisión del tribunal y marcar los pasos a seguir. 

Fernando Burlando, el abogado de los familiares de Fernando Báez Sosa, se refirió a una "justicia débil" y advirtió que los magistrados "fueron contemplativos" al dictar sentencias a 15 años de prisión para Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi y Blas Cinalli. "Es irracional", enfatizó. 

El abogado tildó de "contradictorio" e "incoherente" el fallo del tribunal. "Se reafirma dia a dia la participación de todos los acusados en ese plan. es imposible tratar de debilitar la participación porque no hay un solo motivo. Esto era un plan y cada uno tenía su actividad", indicó. 

Los jueces condenaron hoy a la pena de prisión perpetua a cinco de los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa, en la madrugada del 18 de enero de 2020 en la localidad balnearia de Villa Gesell, mientras que a los otros tres los consideró partícipes secundarios.

Los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia entendieron por unanimidad que Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Luciano Pertossi (21) fueron coautores del delito de "homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves", mientras que Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23) y Lucas Pertossi (23) fueron considerados partícipes secundarios del mismo delito a una pena de 15 años de prisión.

Graciela Sosa, la madre de Fernando Báez Sosa, destacó antes de entrar al tribunal que espera "conseguir justicia para que él pueda descansar en paz", tras el extenso juicio que se desarrolló para determinar la responsabilidad penal de los ocho acusados por el asesinato del joven. Remarcó que junto a su esposo, Silvino Báez, están "muy fuertes y confiados" por el fallo que dictará el tribunal este lunes. "Dios y Fernanro nos deben estar acompañando y dando fuerza. Justicia para nosotros es perpetua para todos los asesinos", enfatizó. 

Fabián Améndola, uno de los abogados que representa a los padres de Fernando Báez Sosa, explicó que el equipo está dispuesto a llevar el pedido de perpetuas para todos a las instancias legales que sean necesarias. "No hay penas divisibles, para nosotros está más que acreditado no solo el hecho sino también la responsabilidad de los ocho", indicó en las inmediaciones del tribunal donde hoy se leerá el veredicto. Reveló además que el reclamo que expusieron en las audiencias fue también motivo de debate entre ellos: "Para nosotros no es fácil pedir perpetua para todos, por eso lo debatimos mucho y hasta que no estuvimos absolutamente convencidos, no lo hicimos". 
 

Fernando Burlando, el abogado que representa a los familiares de Fernando Báez Sosa, dijo que tiene "plena confianza en la prueba" que se logró recabar para llegar a la sentencia que este lunes dictará el tribunal. "Hicimos un solo pedido: la aplicación de perpetua para los ocho y eso es lo que nos daría calma y generaría cierto equilibrio en función de la matanza cruel y cobarde", remarcó minutos antes de entrar al tribunal de Dolores donde hoy se conocerá el veredicto por el crimen del joven. El letrado aclaró que apelará en caso de que la condena no sea la que pidieron: "Vamos a seguir hasta conseguir el objetivo". Por último, destacó que: "Es importante para la sociedad que exista un verdadero acto de justicia, pero Fernando ya no vuelve". 

Los fiscales Juan Manuel Dávila y Diego García llegaron al tribunal de Dolores y adelantaron que tras el fallo que dicten los jueces darán una conferencia de prensa, pero dijeron que no iban a dar más detalles antes de que eso suceda. "Han estado muy herméticos, no sabemos si van a leer la sentencia completa. Queremos esperar y ser respetuosos", remarcó Dávila ante los medios de comunicación que se acercaron al lugar.

Por Carolina Ortíz, desde Dolores

Además de la multitud que se acercó a los tribunales de Dolores para acompañar a los padres de Fernando Báez Sosa en la lectura de la sentencia por el crimen de su hijo, durante la madrugada llegaron familiares de ambos desde Paraguay para brindarles su apoyo durante la jornada. Son horas de no descanso, nerviosismo, expectativa por parte de la familia. Ellos están pendientes de todo y tuvieron problemas para conciliar el sueño, aunque dicen estar firmes en su pedido de prisión perpetua para los ocho acusados. 

Por Carolina Ortíz, desde Dolores

Hay un operativo de seguridad muy grande, las vallas son de dos a tres cuadras a la redonda del tribunal, ante los micros que llegaron desde Buenos Aires para brindar su apoyo a los familiares. Están trabajando en las inmediaciones dela sede judicial la Policía de la Provincia, Infantería y el Grupo de Apoyo Departamental (GAD), que realizarán tareas específicas de prevención y cercanía. Se vive un clima de mucha tensión y mucho resguardo. Hay expectativa sobre el curso que puede llegar a tomar la tarde dependiendo de la condena que se dé a los ocho acusados. 

Por Carolina Ortíz, desde Dolores

En minuto entran las partes al tribunal de Dolores para escuchar la sentencia de los jueces tras las extensas jornadas de audiencias por el crimen de Fernando Báez Sosa. Primero entrarán los padres de la víctima, Graciela Sosa y Silvino Báez, acompañados y custodiados por la Policía en cápsulas. Después van a entrar custodiados Hugo Tomei, abogado de la Defensa, y llegarán en autos los padres de los acusados. Por último los ocho acusados.

A la salida del tribunal, la madre de Fernando Báez Sosa, dijo que "no la conmovió ninguno" de los acusados que hicieron uso de sus últimas palabras y pidieron perdón por lo sucedido, aunque obviando cualquier tipo de responsabilidad en el crimen del estudiante de Derecho. Como en otra oportunidad, Graciela remarcó que los imputados no la miraron a la cara. "Es imposible creerlo, es un poco tarde para mi y me es indiferente",a aseguró sobre el pedido de disculpas de los rugbiers. A su turno, Silvino Báez dijo ante la prensa que tampoco les creía sus palabras y que "le parece muy actuado" todo lo que dijeron este jueves. 

El abogado de los familiares de Fernando Báez Sosa destacó que el debate "fue ordenado y prolijo", en tanto que hizo un análisis "muy positivo" respecto a todo el juicio oral. La querella reclama la prisión perpetua para los ocho acusados por el crimen bajo el argumento de que "todos mataron", por lo que le pidió al tribunal que se aplique la coautoría del delito de homicidio agravado por alevosía en concurso premeditado de dos o más personas".

Una vez que todos los acusados hicieron uso de su derecho a hablar por una última vez, la jueza María Claudia Castro consultó a las partes y luego confirmó que la sentencia final del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa será leída el próximo lunes 6 de febrero a las 13 horas.

Con ese anuncio, dio por terminada la audiencia final de los alegatos, la última etapa antes de la sentencia. 

Tras el alegato del abogado de la Defensa y antes de finalizar la audiencia, los ocho acusados hicieron uso del derecho a expresas unas últimas palabras antes que el tribunal comience a discutir la sentencia final. Cada uno habló durante unos pocos minutos, pidió perdón "a los afectados" y, apenas un par, "a la familia de Fernando", y repitieron una y otra vez que no habían planeado matar a "un chico de su edad".  

"Primero quiero pedir disculpas a todas las personas que fueron afectadas, jamás pensé que algo así pudiera pasar. Me lastima muchísimo porque murió alguien de nuestra edad. Sé que las disculpas no alcanzan pero ojalá podamos volver el tiempo atrás. Pero no lo podemos hacer y no nos queda otra que pedir disculpas. Estoy muy arrepentido y vamos a actuar lo que ustedes decidan", aseguró Máximo Thomsen, llorando.

El defensor de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa dijo por primera vez ante el tribunal que tanto los medios, como la sociedad y la opinión pública intentaron "presionar al tribunal para obtener una sentencia" alineada con la condena a la prisión perpetua. "Sé que el tribunal no se va a dejar amedrentar con nada", estimó al denunciar que se "invirtió el orden lógico" de la prueba en favor de ajustarlo a la calificación legal solicitada. 

La madre de Fernando Báez Sosa habló ante el tribunal para expresar el dolor que le representó ver por primera vez los videos del crimen de su hijo durante las audiencias. "Es una angustia impresionante que nunca podre olvidar cuando mi hijo levantaba su mano implorando piedad mientras le daban patadas tras patadas", indicó notablemente emocionada. Sobre cómo era el estudiante de abogacía y el momento que le tocó atravesar durante todo este mes, remarcó: "Nunca pense que estaria en este lugar, siempre pense que algun dia mi hijo se recibirlo y que estaría viendo como el defendía a la gente pero no pense estar presenciando el asesinato de mi hijo 

El abogado defensor de los ocho imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero a la salida del boliche "Le Brique" de Villa Gesell, expondrá hoy sus fundamentos en la segunda jornada de alegatos, luego de que la fiscalía y el particular damnificado pidieran ayer la pena de prisión perpetua para todos los acusados.

A partir de las 12, en la sala de audiencias del primer piso del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, el abogado defensor Hugo Tomei dará a conocer su alegato. En tanto, se espera que al finalizar los alegatos los ocho rugbiers digan sus "últimas palabras" al igual que los padres de Fernando.

El abogado Fernando Burlando, al momento de su alegato, mostró nuevamente los videos de la noche del crimen de Báez Sosa e identificó uno por uno a los acusados   y el rol que tuvieron en la agresión. “Todos pegaron, todos mataron”, afirmó. Antes de exhibirlos, tuvo un altercado con los jueces, quienes mostraron su molestia por las demoras para avanzar con el juicio.

"Es adecuado alegar y ayudarme, en este caso, con los videos que constan y están en la causa. Solamente tienen alguna diferencia para ilustrar mejor al Tribunal de mi exposición, no de la prueba", explicó.

Ante esto, una de las magistradas dijo que la cuestión "fue abordada y resuelta" ante una situación planteada al inicio del debate con el alegato de la Fiscalía. "Nosotros, el Tribunal, consideramos que apoyarse en material gráfico es válido, no es prueba como ya se lo dije y así como las partes suelen hacer afirmativas enfáticas sobre algo que por ahí el Tribunal difiere, lo mismo puede pasar con las imágenes que muestren", avisó.

Frente a esto, Burlando manifestó: "La palabra y las imágenes impactan en la mente de la gente". Y desde el Tribunal le avisaron: "Tenemos en claro cuál es la evidencia, sobre esa evidencia es sobre que nos vamos a expedir oportunamente". Más allá de todo, se permitió la exhibición de dichas imágenes.

Facundo Améndola, abogado de familia Báez Sosa, cerró la jornada de alegatos apuntando contra los médicos que pusieron en duda si Fernando murió en el acto tras el ataque en Villa Gesell y contra los familiares de los ocho rugbiers que esperan conocer cuál ser la sentencia.

"Vinieron a declarar los padres de los imputados y no me voy a referir a sus declaraciones. Voy a decir que vinieron acá a contar lo que les pasaba a ellos, ninguno sintió empatía por los padres de la víctima. La verdadera víctima de este juicio, que es Fernando. Ninguno dijo que su hijo era inocente tampoco. Solo se dedicaron a contar los padecimientos que este hecho les había traído a ellos", lanzó.

Y citando a uno de los padres, acusando a la Fiscalía y a la querella de querer "curar dolor con más dolor", remarcó que el objetivo es "curar dolor con justicia, justicia por Fernando" a quien le arrebataron la vida en la salida de un boliche al que había ido a divertirse durante sus vacaciones.

Tras la declaración de Facundo Améndola, uno de los abogados de la familia de Fernando Báez Sosa, el Tribunal pasó a un cuarto intermedio.

Fernando Burlando, el abogado que representa a los padres de Fernando Báez Sosa, indicó en su alegato que el crimen fue un ataque coordinado y que el estudiante de derecho "fue fusilado por los golpes" aquel 18 de enero. Mencionó la experiencia de los ocho acusados en otros hechos similares, en tanto que remarcó que los imputados "no improvisaron ni un solo movimiento porque ya sabían cómo moverse". "Aceitaron un mecanismo del que ya estaban acostumbrados", indicó. 

Luego de reclamar prisión perpetua para los ocho acusados, el fiscal Manuel Dávila reclamó al tribunal de Dolores que abra una causa por falso testimonio a Pedro Guarino y Tomás Collazo, los amigos de los ocho acusados que concurrieron Se ubicaron atrás del auto parados apoyados en la pared y a dos metros de Fernando, pero dijeron que no se acordaron de nada de lo que pasó, por lo tanto no tengo dudas de que mintieron", destacó.

El fiscal Gustavo García, uno de los que interviene en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, dijo esta mañana al iniciar su alegato que los ocho acusados atacaron "por sorpresa, a traición, sin que tuviera ninguna posibilidad de defenderse" a la víctima y encuadró el delito en la figura de "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones".

El representante del Ministerio Público Fiscal inició el alegato con la exposición de unas filminas, con las que repasó la prueba presentada a partir de los testimonios de cuatro amigos de Fernando y tres empleados del boliche "Le Brique" de Villa Gesell, para referirse al incidente en el interior del lugar, que consideró "el móvil" que generó que lo mataran afuera.

La fiscalía exhibió las imágenes captadas adentro del boliche y analizadas por la Policía Federal Argentina, donde, según dijo García, "se observa a Máximo Thomsen señalando a alguien".

Primero habló Lucas Pertossi, el que graba la golpiza a Fernando Baez Sosa afuera de Le Brique, y sostuvo que "nunca" le pegó al estudiante de Derecho. “Yo quiero decir que estoy muy mal por lo que pasó en ese momento, estuve con tratamiento psicológico, psiquiátrico y medicación. Creo que a todos nos afecto mucho esto. Quiero aclarar que yo en ningún momento le pegue a Fernando Báez Sosa, en ningún momento participé de un plan de un asesinato, yo fui de vacaciones”.

Luego, pidió hablar Blas Cinalli e intentó despegarse de la golpiza a Fernando fuera del boliche, la que le provocó la muerte. "Fernando tiene adn mío por una pelea adentro", aseguró, luego de decir que lamentó "mucho lo que pasó", entre gritos de "Asesinos", dentro y fuera de la sala de los tribunales de Dolores. “Quiero empezar diciendo que lamento mucho todo lo que pasó, fue una tragedia, Falleció un chico de mi misma edad. No hubo un plan ni nada de lo que se dice, ningún rol”, aseguró.

Ambos destacaron que habían tomado alcohol, un dato sobre el que también hizo foco otro de los rugbiers más complicados en el asesinato, Máximo Thomsen. La Defensa buscaría utilizarlo como un atenuante. 

Los peritos forenses convocados por la defensa de los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa cuestionaron el informe de autopsia realizado por el forense oficial por considerarlo poco concluyente sobre la causa de muerte de la víctima, en tanto apuntaron que no precisa si ciertas lesiones fueron producto de los golpes o de las maniobras de reanimación que le practicaron.

En ese sentido, el especialista en medicina legal Juan José Fenoglio consideró que la lesión en el hígado de Fernando a la que se refiere el perito oficial "puede ser por un aplastamiento en el hígado provocada por la reanimación por RCP". En tanto que otro de los peritos convocados por la defensa, el médico emergentólogo Jorge Rodolfo Velich, aseguró por su parte que "no fue la RCP la que mató a Fernando Báez Sosa pero agravó la situación por la movilización" del cuerpo.

Con el testimonio de dos médicos forenses y la atención puesta en la posibilidad de que alguno de los imputados opte por brindar declaración, se llevará adelante la última jornada de presentación de prueba del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, en la cual ocho jóvenes son juzgados por el homicidio.

Fuentes judiciales indicaron a Télam que son solo dos los testigos que restan declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores ya que el resto de los que estaban pautados inicialmente fueron reprogramados para las audiencias previas o desistidos por las partes.

Declararán los médicos Juan José Fenoglio y Jorge Rodolfo Velich, peritos de parte de la defensa, a cargo de Hugo Tomei, quien ayer por la tarde visitó a los ocho acusados a los que representa en la Unidad Penal 6 de Dolores y estuvo con ellos durante casi tres horas.

"Estuve reunido. Lo que hablamos es parte del secreto profesional y es confidencial”, dijo el letrado a la prensa al retirarse de la cárcel.

En tanto, fuentes cercanas a la defensa indicaron que los testimonios de Fenoglio y Velich apuntarán a presuntas inconsistencias en el trabajo del médico Diego Duarte, que practicó la autopsia de Fernando tras el crimen, en el Hospital de Pinamar.

Más allá de esos testigos, la atención estará puesta además en la posibilidad de que algún imputado opte por declarar ante los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia, luego de que tres de ellos lo hicieran en jornadas previas.

Graciela Sosa y Silvino Báez, los padres de Fernando Báez Sosa, pidieron que el pueblo argentino los acompañe en el tercer aniversario del crimen que terminó con la vida de su hijo. Este miércoles 18 de enero se cumplen 3 años del asesinato del joven de 18 años en Villa Gesell.

"Mañana es un dia de mucho dolor para nosotros. Queremos conventirlo en ayuda y q la gente venga a acompañarnos", expresó Graciela Sosa luego de presenciar la duodécima audiencia del juicio contra los ocho imputados.

Por otro lado, reconoció que los papás de los acusados "nunca se acercaron a hablarles en medio del juicio" pero dijo que "mejor" porque "los quiere lejos". "Fernando es la víctima, a Fernando le rompieron la cabeza", afirmó Graciela.

Este miércoles 18 de enero se realizarán dos encuentros en homenaje a Fernando Báez Sosa: una en Dolores y otra en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gesell.

Este martes la doceava audiencia por el crimen de Fernando Báez Sosa terminó mucho más temprano que las anteriores, como estaba previsto. Antes de las 13 ya no quedaban testigos para declarar ante el tribunal de Dolores en el que se está desarrollando el debate.

Fernando Burlando, abogado de los padres de Fernando Báez Sosa, aseguró hoy que Máximo Thomsen les "mintió en la cara" al declarar ayer ante el tribunal que lo juzga junto a otros siete rugbiers por el crimen del joven estudiante de abogacía y reiteró que lo ocurrido en la puerta del boliche "Le Brique" de Villa Gesell "no fue una pelea, sino un brutal asesinato".

Después de la declaración de Thomsen, Burlando consideró que la versión de los hechos contuvo “inventos” y “mentiras” y que “se ha hundido él” y “a todos sus compañeros”. “No puede inventar lo que quiere. Lo que él dice no condice con lo que está en los videos. ¿O no vieron los videos o no leyeron la causa? Me parece la peor estrategia que vi”, afirmó.

Ciro Pertossi, uno de los ocho rugbiers sometidos a juicio en los Tribunales de Dolores como acusados del crimen de Fernando Báez Sosa, pidió esta mañana declarar para aclarar algo sobre un video en el que se lo ve de frente durante el ataque cometido en la puerta del boliche "Le Brique" de Villa Gesell.

"Este chico soy yo y quisiera aclarar que esa patada no la doy y que cuando me doy cuenta que el chico está en el piso me freno antes", dijo Pertossi al pararse en la sala de audiencias y con un puntero señalar su imagen en la pantalla donde se reproducía el video.

El fiscal Juan Manuel Dávila, a cargo de impulsar la acusación contra los ocho rugbiers en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, aseguró hoy que "no existió" la situación de pelea expuesta por el imputado Máximo Thomsen al declarar ayer ante el Tribunal de Dolores a cargo del debate, ya que nada de eso "se ve reflejado en pruebas testimoniales ni fílmicas". "Hubo un plan para matar", reiteró ante las preguntas de los periodistas en el lugar respecto a la premeditación del asesinato.

Padres y madres de cinco de los imputados, tres peritos de la defensa y un efectivo policial declararán hoy en la penúltima jornada de testimonios prevista para el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido en la madrugada del 18 de enero de 2020 en la localidad balnearia de Villa Gesell.

Para hoy, la duodécima jornada, está previsto que declaren las madres de Enzo Comelli (22), María Alejandra Guillén, y de Ayrton Viollaz (23), Erika Pizzatti, y el padre de Matías Benicelli (23), Héctor Eduardo Benicelli, y el de Luciano (21) y Ciro Pertossi (22), Mauro Pertossi. Estos testimonios estaban pautados inicialmente para mañana miércoles pero fueron adelantados por pedido de la defensa y, en ese cambio, fue desistido el de Ana María Tártara, madre de Lucas Pertossi (23), que sería así el único imputado del que no declarará ningún familiar directo.

También está citado Andrés Santiago Martín, oficial subayudante que intervino en la desgrabación de un audio del efectivo Maximiliano Rosso Suárez, quien asistió a la víctima tras el ataque frente al boliche "Le Brique". Declararán además Pablo Alberto Rodríguez Romeo, perito informático que realizó informes técnicos sobre evidencia digital, y María del Carmen Badaloni, jefa de la sección psicología de la Asesoría Pericial La Plata.

El último testigo previsto para esta jornadad es Agustín Costa Shaw, psicólogo clínico que intervino en la investigación penal suplementaria, y que fue ofrecido en marzo de 2022 por la defensa, a cargo de Hugo Tomei, como testigo de parte en una pericia psicológica y psiquiátrica a la que finalmente los imputados no aceptaron someterse por falta de "confianza" en el proceso judicial.
 

Con la inesperada declaración de Máximo Thomsen, terminó la primera audiencia de la semana por el crimen de Fernando Báez Sosa.

Máximo Thomsen, uno de los más complicados entre los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, rompió el silencio y declaró ante el tribunal: "Quiero pedir disculpas". Luego de que declarara su madre en el marco del juicio oral, Thomsen dijo: "jamás en la vida se me hubiese ocurrido matar a alguien", Los testigos, las cámaras de seguridad y las pericias lo ubican en la golpiza pero también como el responsable de darle patadas en la cabeza al estudiante de Derecho cuando ya estaba tirado en el piso. 

María Paula Cinalli, madre de unos ocho acusados, fue la primera familiar en atestiguar en la investigación por el crimen de Fernando Báez Sosa. “Fue un desastre, una desgracia muy grande. No quiero ni pensar lo que habrán pasado los papás de este chico, pero nosotros también lo sentimos y sufrimos mucho”, subrayó. En ese sentido, se refirió a supuestos "ataques personales y familiares con todo el show mediático que nació". 

Tomás Collazo (19), el tan mencionado "rugbier 11" y amigo de los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, complicó a Máximo Thomsen ante el tribunal de Dolores. El joven que estuvo con los ocho imputados dentro del boliche pero que nunca formó parte de la investigación judicial como acusado,  declaró hoy que vio "cerca" de la víctima tirada en el piso a los acusados Máximo Thomsen y Ciro Pertossi tras "una pelea". aunque no pudo precisar quiénes le pegaron al joven estudiante de derecho.

Por otro lado, brindó datos que todavía no se conocían respecto a su participación en el lugar de los hechos. Según reveló, al ver a la víctima caída le puso "el brazo a Máximo en el pecho" y lo tiró "para atrás", con "la intención de que no se peleen más".

Colazo fue el segundo testigo de la décimo primera audiencia del debate, y relató además que antes de que fuera expulsado del local bailable, Luciano Pertossi (21), conocido suyo del colegio, tuvo "una discusión" en su interior, en la que hubo "empujones y cayeron al piso", hasta que "vienen los de seguridad y los separan".
 

A poco de terminar de declarar ante el tribunal de Dolores por el crimen ocurrido en 2020, Juan Pedro Guarino confirmó que entregó una carta a los familiares de Fernando Báez Sosa para expresarle sus condolencias. "No quise ser invasivo", afirmó. Al ser consultado por qué decidió escribirles en este momento en particular, aclaró que fue "por respeto" y porque quería esperar a que la investigación llegara a la instancia de juicio. "Quería que vean que lo hacía de manera sincera, que no me estaba defendiendo de nada", subrayó ante los medios de comunicación. 

Entre lágrimas, Juan Pedro Guarino reclamó justicia por el crimen de Fernando Báez Sosa y dijo que espera que sus padres puedan encontrar "un poco más de paz". A la salida del tribunal de Dolores, el rugbier que fue sobreseído y que había estado preso junto a los acusados remarcó ante la prensa: "Quiero que se hagan cargo de lo que hicieron porque la verdadera justicia es que Fernando vuelva y gracias a ellos eso no va a ser posible". 

Alejo Milanesi, quien había estado preso en la primera etapa de la investigación por el crimen, no declaró este lunes como estaba previsto por decisión de la defensa. La propuesta fue aceptada por los abogados que representan a los papás de la víctima, a pesar de que su testimonio era muy esperado. Milanesi estaba convocado como testigo e iba a hablar por primera vez, después de haber sido incluido como partícipe necesario y luego absuelto por falta de pruebas.

Los motivos son diversos, para la querella aquello sobre lo que iba a preguntarle quedó probado con la declaración de otros testigos durante la jornada, también amigos de los rugbiers, como Juan Pedro Guarino y Tomas Colazzo.

Por su parte, el defensor Tomei también desistió porque su declaración no iba a agregar ninguna otra información a la teoría que va a presentar una vez que tenga lugar los alegatos previstos para la semana próxima.

En una explosiva declaración, uno de los dos rugbiers sobreseídos, Juan Pedro Guarino, complicó a los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, particularmente a Máximo Thomsen, Luciano Pertossi y Ciro Pertossi. El joven que había estado bajo la mira durante la primera etapa del proceso dijo que los imputados se habían peleado ya tres veces en la ciudad balnearia. 

"Imaginé que iban a pelearse de vuelta y no lo podía creer", subrayó. Además, identificó a Thomsen, sobre el que dijo que "era" su amigo, como uno de los agresores de Fernando cuando ya estaba tirado en el piso. 

"Veo a Máximo Thomsen y a un chico tirado en el piso que después me entero de quien era. Me lo entero al otro día y cuando vi eso no lo podía creer me enojé muchísimo y me fui”, aseguró. 

“Vengo a ayudar a la Justicia”, dijo Juan Pedro Guarino al llegar a Dolores. El rugbier sobreseído habló brevemente con los periodistas en la puerta del juzgado. Fue ante la repregunta de a quien venía a ayudar que el joven aclaró que desea “ayudar a la Justicia”. Mientras que, unos segundos antes de ingresar a la zona delimitada por un vallado, expresó: “Justicia por Fernando”.

Los dos jóvenes que fueron sobreseídos en la causa por el crimen de Fernando Báez Sosa y los padres de algunos de los ocho rugbiers que son sometidos a juicio declararán hoy ante el Tribunal de Dolores en la tercera semana del debate y a días de cumplirse el tercer aniversario del homicidio.

Fuentes judiciales confirmaron a Télam que para la 11va. audiencia, prevista a partir de las 9 en los Tribunales de Dolores, ubicados en Belgrano 141, fueron citados ocho testigos, entre ellos Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, dos jóvenes que veraneaban en Villa Gesell junto a los ahora ocho imputados, quienes en un primer momento también fueron detenidos y que, con el avance de la causa, quedaron sobreseídos por falta de pruebas en su contra.

Fuentes cercanas a la acusación dijeron a Télam que Guarino y Milanesi enfrentarán una declaración "muy delicada", ya que al ser citados como testigos tienen la obligación de decir verdad y con sus dichos podrían incriminar a sus amigos o bien autoincriminarse, lo que obligaría al tribunal a suspender sus testimonios ya que nadie está obligado a declarar contra sí mismo.

"Tendrán que moverse en un margen muy fino, entre decir la verdad y no perjudicar a sus amigos y no caer en un falso testimonio", especuló un vocero con acceso a la causa.

Otro testigo clave de la jornada será Tomás Ítalo Colazzo, amigo de los imputados y quien fue señalado como "sospechoso número 11" por el abogado Fernando Burlando, quien representa a los padres de Báez Sosa como particulares damnificados.

A la salida de la audiencia, el abogado Fernando Burlando reflexionó sobre el testimonio de Zapata, que contó el violento encuentro que tuvo un mes antes con Lucas Pertossi: "Pablo Zapata habla de un modus operandi, lo atacaron entre varios. Si bien lo castiga Lucas Pertossi, habla de los desmanes. Le dijeron 'te voy a matar y te voy a robar la moto'. Le robaron la moto. La moto la tenía Pertossi, se jactó del robo", sostuvo.

El abogado —que representa a la familia de Báez Sosa— pidió que la justicia de Zárate actúe en esa denuncia, al haber hallado en el teléfono de Pertossi imágenes de la moto que Zapata denunció como robada. "Toda la gente que declaró habló del pánico que generaban (los rugbiers). Zárate se libró", cerró.

Tras el cuarto intermedio que se extenderá hasta el lunes, se esperan las declaraciones de Juan Pedro Guarino, de 22 años; y Alejo Milanesi, de 23, dos rugbiers del grupo que fueron absueltos. 

Un testigo dijo hoy que, un mes antes del crimen, el rugbier Lucas Pertossi, uno de los ocho acusados, lo interceptó en la ciudad bonaerense de Zárate y lo amenazó de muerte y con robarle a moto.

"Te voy a matar hijo de puta, te voy a robar la moto", dijo el testigo Pablo Gastón Zapata, un joven oriundo de Zárate, al declarar esta mañana ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores al referirse a quien, luego supo, era Lucas Pertossi.  Según contó, Pertossi lo fracturó de un golpe. "Fue una patoteada. Primero recibí una golpiza, él (por Pertossi) junto a cinco o seis sujetos más. Me lo cruzo a los cinco días con algunos de esos sujetos, se me vienen encima. Uno de los chicos me abre paso para bajar la escalera (está en un bar) y Lucas Pertossi me pega una trompada. Caigo, me hago una fractura. Quedé saltando en una pierna", dijo.

"'Hijo de puta, te voy a matar,hijo de puta te voy a robar la moto", le gritaba Pertossi. En ese momento, dijo, pidió a unos amigos que se fijen cómo estaba su moto. Pero para ese momento ya había desaparecido. Luego del testimonio, la fiscalía le mostró fotos de la moto (la que no había visto nunca más), y la reconoció. Las imágenes fueron extraidas del celular de Lucas Pertossi.

Javier Timoteo, chofer del Cuartel de Bomberos también aportó su testimonio. Dijo que sólo están a cuatro cuadras. "Llegamos al lugar y ya bajamos con el DEA. Había una chica haciéndole RCP, yo soy ambulancionero además y la vi a la chica que estaba bien posicionada, y cuando ya se hizo cargo bomberos, le pusimos el DEA, le tomamos los signos vitales. No tenía signos vitales", ratificó.

Timoteo explicó brevemente cómo funciona el DEA "hace como un chequeo y cuando no tiene latidos, indica que se hagan masajes cardíacos. Mi compañero arranco con maniobras de RCP, volvió a hacer el chequeo, y no tenía. Hicimos relevo y arranque yo con RCP. Hasta que llegó la ambulancia y ayudamos a cargar el paciente en la camilla para llevarlos al hospital", cerró.

La apertura de los testimonios estuvo a cargo de la bombera voluntaria Verónica Onieva. Asistió a Fernando tras la alerta que recibieron la noche del crimen. En su relato, contó cómo fue: "En temporada tenemos guardia en el cuartel, somos 4 bomberos fijos. Esa noche sonó la alarma interna, y salimos. Que teníamos una persona en la vía pública inconsciente en frente del boliche. Llegamos, estacionamos en frente, cruzamos, nos encontramos con persona en el piso a la que le estaban haciendo RCP, intervenimos nosotros".

Según dijo, "uno de los nuestros compañeros comenzó a hacerle RCP, le conectamos el DEA (dispositivo que asiste la maniobra de reanimación). El DEA escaneó, nos dijo que continuáramos con RCP. A los 10 minutos llegó la ambulancia con la médica, los ayudamos a subir al paciente a la ambulancia". Al ser consultada por el fiscal Juan Manuel Dávila si Fernando tenía signos vitales, su respuesta fue contundente; "No, nunca".

Tras más de una hora de demora, comenzó el último día de audiencia de esta semana. Como cada día, el papá y la mamá de Fernando, Silvino y Graciela están presentes en la sala del tribunal de Dolores.

La segunda semana del juicio a los ocho acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa en la madrugada del 18 de enero de 2020 cerrará con las declaraciones testimoniales de dos bomberos voluntarios de Villa Gesell, quienes asistieron a la víctima tras el ataque sufrido frente al boliche "Le Brique", y de un joven oriundo de Zárate que denunció a uno de los rugbiers semanas antes del hecho por una presunta agresión.

Fuentes judiciales indicaron que esos serán los únicos testigos de la décima jornada de audiencias ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores, ya que otros pautados inicialmente para el mismo día fueron desistidos tanto por los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, como por los abogados de la familia de la víctima, Fernando Burlando y Fabián Améndola.

El abogado que representa a los ocho acusados, Hugo Tomei, confirmó que continuará representando a todos los rugbiers, después de que Luciano Pertossi rompiera el silencio y decidiera hablar por primera vez ante el tribunal para desmarcarse de un video en el que lo identificaban. "Es un derecho manifestar y aclarar hasta donde puede la persona que está siendo acusada", subrayó tras el final de la novena audiencia por el crimen de Fernando Báez Sosa. No quiso dar más detalles sobre si en lo sucesivo otros implicados pedirán la palabra y destacó que "la dinámica del proceso lo va a indicar".

Antes de las 15 horas, el tribunal de Dolores dio por concluida la novena audiencia por el crimen de Fernando Báez Sosa. 

Fernando Burlando, el abogado que representa a los padres de Fernando Báez Sosa, consideró que con la inesperada declaración de Luciano Pertossi ante los tribunales "se fisuró el pacto de silencio" entre los ocho rugbiers acusados por el crimen. Más temprano, Pertossi quiso aclarar que no era él uno de los señalados en un video del ataque cometido en la puerta el boliche "Le Brique" de Villa Gesell en enero de 2020.

"Veía cierta debilidad en no distinguir su rostro en la escena del crimen y trató de llevar esta coartada adelante", expresó el letrado, al considerar que con esto "se fisuró el pacto de silencio" entre los acusados.

La novena jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa tuvo una sorpresa: por primera vez uno de los ocho acusados pidió la palabra. Luciano Pertossi habló ante el tribunal y negó haber estado en el lugar de los hechos, a pesar de que múltiples pruebas lo comprometen, de acuerdo a los abogados de los familiares del estudiante de Derecho.

Cuatro efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), que se referirán a las pericias de análisis de imagen e identificación facial realizadas sobre los videos incorporados en la investigación del crimen, serán los testigos propuestos para la novena jornada del juicio a los ocho acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa en la localidad balnearia de Villa Gesell.

Fuentes judiciales indicaron que, si bien inicialmente estaban pautados 14 testimonios en esta nueva audiencia ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, la mayoría de ellos no serán requeridos finalmente por los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, ni por el particular damnificado, encabezado por los abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola.

Yanina Cuenca, Agostina Matticoli, Ricardo Gabriel Pisoli y Andrés Bruzzese, son miembros de la PFA especializados en análisis facial forense y declararán de manera conjunta a partir de las 9.

Los efectivos se centrarán en el análisis detallado y cuadro por cuadro de las imágenes de video incorporadas a la causa, que fueron utilizadas para tratar de identificar a los imputados a partir del trabajo de comparación facial. Debido al volumen de material analizado, se espera una declaración en esquema de coloquio que podría extenderse por varias horas.

La madre de Fernando Báez Sosa, Graciela Sosa, hizo un balance de las dos semanas que transcurrieron desde el comienzo del juicio y destacó que las pruebas que se mostraron contra los ocho acusados "son contundentes" porque "todo coincide". "Creo que todos están implicados y espero que les den la pena máxima", subrayó ante las cámaras de televisión tras un nuevo cuarto intermedio. 

Respecto a los mensajes de los rugbiers que se analizaron durante la audiencia de ayer, la séptima, contó que un intercambio en particular le quitó el sueño. "No puedo sacar de mi mente esa palabra: 'caducó´y que dijeran que festejarían con vinos y flores", subrayó acompañada por su esposo, Silvino Báez, aunque dijo que está "fuerte" para enfrentar lo que resta del proceso judicial. En ese sentido, adelantó que tanto ella como él estarán presentes en las últimas audiencias en las que hablarán por primera vez los familiares de los acusados. 

Minutos antes de las 15:00 concluyó la octava audiencia por el juicio de Fernando Báez Sosa en el tribunal de Dolores. Durante la jornada, distintos peritos identificaron los análisis que se realizaron en la vestimenta de los acusados y la víctima. Los rastros de ADN de Blas Cinalli que se hallaron en la uña del estudiante de Derecho, según relató César Guida, serán determinantes para la investigación.

Tal como adelantó El Destape el martes, el perito César Guida confirmó durante la octava jornada del juicio que se halló ADN de Blas Cinalli en el meñique izquierdo de Fernando Báez Sosa. El acusado que había sido mencionado hasta el momento solamente cuando se expusieron los mensajes de los rugbiers queda así más complicado en el marco de la investigación. El médico que firmó el estudio genético ratificó además que en la zapatilla de Thomsen tenía restos de sangre del estudiante de Derecho. 

Graciela Noemi Parodi, integrante de la Policía Científica que trabajó en la investigación por el crimen de Fernando Báez Sosa, confirmó ante el Tribunal de Dolores que la zapatilla derecha de Máximo Thomsen tenía rastros de sangre. Tal como había anticipado El Destape, Parodi mencionó las manchas hemáticas y el "presunto tejido humano"  halladas en el calzado Cyclone que usó uno de los acusados en la madrugada del 18 de enero. En al menos una de esas zapatillas se confirmó que había ADN de Fernando, dato que se espera que confirme más adelante el médico que realizó el informe detallado.
 

Las primera declaración del entorno familiar de los ocho acusados que están siendo juzgados por el crimen de Fernando Báez Sosa llegó de boca de el hermano de uno de los más complicados, Máximo Thomsen. Durante la octava jornada del juicio que se desarrolla en los tribunales de Dolores, Francisco Thomsen habló por primera vez a la prensa sobre sus sensaciones por la imputación de su hermano, quien fue señalado por la mayoría de los testigos como uno de los agresores directos del estudiante de Derecho aquel 18 de enero. “¿Vos sabes lo que siento viéndolo esposado?”, remarcó sin mediar palabra a una de las periodistas de TN presentes en el lugar, Paula Bernini. 

El hecho ocurrió durante uno de los cuartos intermedios que tuvo el juicio. Al ser una sala chica los periodistas se sientan del mismo lado que los familiares de los acusados que siempre mostraron su descontento por la presencia de los medios en las diferentes actuaciones del caso, según relató NA.  

Peritos y efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA) que intervinieron en la extracción y análisis del material alojado en los teléfonos celulares de los imputados serán los testigos que declaren hoy en la octava jornada del juicio a los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa en la localidad balnearia de Villa Gesell.

En primer término declara Graciela Parodi, perito que intervino en extracción de muestras de sangre de las prendas de los acusados y de la víctima. Luego lo hará Norma Tramontini, quien llevó adelante pericias químicas para determinar si había alcohol en la sangre de Fernando, entre otras. A continuación brindará testimonio César Guida, que intervino en los análisis de ADN realizados en el marco de la instrucción.

Completarán las testimoniales de la jornada entre cuatro y siete efectivos de la PFA encargados de extraer y analizar los casi dos terabytes de información alojados en los nueve teléfonos celulares secuestrados a los acusados al momento de su detención. A su vez, está previsto que los padres de Fernando presencien las declaraciones en la sala de audiencias del primer piso de los tribunales, como ocurrió durante las jornadas anteriores.

La séptima jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa concluyó tras la declaración de las peritos que identificaron las marcas de los golpes mortales. Mañana declararán otros 11 testigos. 

María Eugenia Cariac, perito de Policía Científica, aseguró ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 que Fernando Báez Sosa tenía una marca de zapatilla de al menos 6 centímetros por 2 en la parte izquierda del mentón, producto de una patada. La lesión era compatible con la zapatilla que usaba Máximo Thomsen, de acuerdo a la experta que realizó los estudios escopométricos para analizar los rastros de la golpiza en el cuerpo del estudiante de Derecho asesinado. 

El informe arrojó además, de acuerdo a Cariac, otra huella similar pero de menores dimensiones en la parte izquierda del cuello, sin poder determinar si correspondía al mismo golpe y calzado. Especificó que de los cuatro pares de zapatillas analizados, detectó que se correspondían con las marcas uno solo:  “La zapatilla de marca Cyclone que tenía un diseño ‘zigzag’” y que correspondía a Thomsen.

Durante su declaración, Laborde aseguró que Blas Cinalli, el único imputado que no había sido mencionado en las seis audiencias previas, intercambió mensajes a través de whatsapp tras el homicidio, en los que aseguró "ganamos" y "los rompimos", en referencia a un grupo con el que habían tenido una supuesta pelea.

"Nos peleamos. Ganamos contra unos chetos, los rompimos. Nos vamos a premiar", escribió Cinalli en su celular a las 5.08, en un mensaje dirigido a alguien no vinculado a la causa, según precisó el investigador que analizó los celulares de los acusados. Laborde puntualizó que esas expresiones fueron escritas 13 minutos después de que este rugbier y el resto de los imputados recibieran en el grupo de whatsapp que compartían el mensaje en el que el acusado Lucas Pertossi dijo "caducó", en referencia al fallecimiento de Báez Sosa.

El abogado Fernando Burlando, quien representa a los familiares de Fernando Báez Sosa, evaluó que los mensajes expuestos durante la declaración del inspector Javier Laborde “acreditan el desprecio y desinterés por la vida” de los acusados, quienes estaban al tanto de que el adolescente estaba sin vida porque celebraron el resultado de su golpiza.

Si bien aclaró que no enfocarán su estrategia en esos diálogos porque “tienen mucha prueba contundente” y prefieren “dejar a un lado” esta cuestión, destacó que a partir del testimonio del investigador quedó “más que claro que había un plan”.

“Ellos informan que se está yendo la Policía y le dan vía al ataque”, puntualizó sobre los mensajes que se enviaron los acusados previo a la golpiza. Respecto a los momentos posteriores, indicó que muchos de los intercambios se dieron “con la clara noticia del conocimiento de que Fernando había fallecido por el salvajismo”.

"Machu y Enzo mataron a un pibe", "Caducó", "Esta noche fue rara", son algunos de los mensajes que está analizando el secretario del Ministerio Público Fiscal Pablo Laborde en la séptima audiencia por el crimen de Fernando Báez Sosa. El investigador que ayer brindó la declaración más extensa del día hoy continúa con su declaración, con énfasis en la información que pudieron recabar para la causa de los celulares de los ocho acusados. Los teléfonos de los imputados habían sido confiscados en el allanamiento del 18 de enero de 2020, cuando efectivos de la policía detuvieron a los diez sospechosos por el asesinato ocurrido en la puerta del boliche Le Brique. 

En la antesala de la séptima jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, el fiscal Juan Manuel Dávila convalidó las declaraciones que los médicos brindaron ayer respecto a la autopsia que se realizó al cuerpo del adolescente asesinado y los detalles que se brindaron respecto a la atención médica que recibió tras la golpiza. 

Consultado sobre los testimonios brindados ayer por la médica emergencista que asistió a la víctima en la puerta del boliche "Le Brique" de Villa Gesell y al forense que realizó la autopsia, quienes concluyeron que Fernando "no tenía posibilidad de sobrevida" y que su muerte nada tuvo que ver con las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) que le hicieron, Dávila fue contundente: "No tenemos ninguna duda de que lo que los médicos explicaron es lo que ocurrió".

En tanto, hoy sigue la séptima jornada del juicio a los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa en la localidad balnearia de Villa Gesell. En este marco, declaran una criminalista que se referirá a la huella de un calzado que la víctima tenía en el rostro, dos personas que fueron testigos de actuaciones en la causa, dos peritos y un funcionario judicial que completará la declaración iniciada este lunes. También analizará imágenes tomadas por los imputados con sus teléfonos móviles.

En primer término, declara el instructor fiscal Javier Pablo Laborde, quien completará el testimonio iniciado en la tarde de ayer, y se referirá a los resultados del análisis de las imágenes captadas por los celulares de alguno de los imputados. Luego lo hará María Eugenia Cariac, criminalista, convocada para brindar precisiones sobre la presunta similitud entre la zapatilla Cyclone negra con suela blanca utilizada por el acusado Máximo Thomsen, y la huella en el rostro que presentaba la víctima.

A su vez, declara María Luján Elvira Molina, quien intervino en las pericias para establecer las medidas de los pies de los imputados, y Haydeé Almirón, quien fue citada para referirse a pericia scopométrica que comparó el dibujo de las suelas de los calzados secuestrados a los imputados con la huella hallada en el rostro de la víctima. Según los voceros, la séptima jornada culminará con las declaraciones de Sandra Ana Moreno Rodríguez, testigo de una incautación realizada en la comisaría de Villa Gesell, y David Larrosa, quien presenció la toma de la impresión plantar de los acusados.

Antes de las 18 horas, los miembros del tribunal dieron por concluida la sexta audiencia por el crimen de Fernando Báez Sosa, luego de que ambas partes brindaran su aval. En ese momento, estaba por ampliar su testimonio Javier Laborde, uno de los funcionarios judiciales que analizaron las cámaras de seguridad pero también los celulares de los acusados. Se espera que el martes amplíe justamente su testimonio, clave para reconstruir la identificación de los ocho acusados y su reacción minutos después de la golpiza. Mañana declararán los 12 testigos convocados para la jornada y se sumarán aquellos que no pudieron declarar en el día de hoy. 

El funcionario judicial Javier Laborde complicó a dos de los tres acusados de apellido Pertossi. Laborde, quien fue el responsable de analizar las imágenes de las cámaras de seguridad recabadas en las cercanías del boliche Le Brique, aseguró que Ciro Pertossi "se lamió los dedos" para limpiar los restos de sangre que tenía en sus manos y que vio a Lucas Pertossi pateando a Fernando Báez Sosa. Además, ante las preguntas de los abogados del particular damnificado, aseguró que vio a “tres atacantes atrás y cuatro adelante”.

Él también fue quien analizó los celulares de los acusados. Sin embargo, no se pudo expedir al respecto porque se dictó un cuarto intermedio por lo extensa de su declaración en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores. Finalmente, se decidió que amplíe su testimonio durante el día de mañana.

Diego Duarte, el médico que le practicó la autopsia al cuerpo de Fernando Báez Sosa, amplió su declaración en diálogo con la prensa y dejó en claro que "al nivel del cráneo se veían lesiones de golpes con mucha saña" . Notablemente emocionado, al ser consultado sobre el cuadro con el que se encontró al iniciar el estudio, destacó que fue "muy fuerte" para él participar en el caso: "Nunca había visto algo igual", remarcó. 

Respecto a la causa de muerte del estudiante de Derecho, indicó que no se la puede adjudicar solamente al golpe de la zapatilla en la cabeza, porque "fueron traumatismos multicausales, con lesiones de varios órganos, aunque las más importantes se registraron en el sistema nervioso". A pesar de que aclaró que las marcas del calzado "eran muy evidentes", puntualizó que "todas las lesiones eran incompatibles con la vida" y que "Fernando no tenía posibilidades de salvarse por más que estuviera en la puerta de un hospital". Y evaluó: "Para tener un traumatismo cerrado de cráneo con esas lesiones sin una fractura tendrían que ser muy fuertes los golpes".

En línea con la evaluación que había hecho minutos antes el abogado Fernando Burlando, remarcó que algunas de las lesiones que presentaba el cuerpo de Fernando "pueden ser heridas post mortem". Al intentar reconstruir la golpiza por la que están siendo juzgados los ocho acusados, definió: "Él sufre un traumatismo tipo knockout y no tiene capacidad de defenderse de los otros golpes". 

El abogado que representa a los familiares de Fernando Báez Sosa, Fernando Burlando, destacó que a partir de los testimonios de esta mañana se pudo determinar que el adolescente de 18 años murió el 18 de diciembre "a las 5:07" y no después de las 6 de la mañana como consta en el certificado de defunción.

"Las declaraciones me han despejado muchas dudas, hay cosas importantes que tiene que saber los papás de Fernando que no estuvieron en la audiencia.: A qué horam urió Fernando, fue a las 5.07 y no a las 6 y pico", detalló el abogado en diálogo con la prensa durante el primer cuarto intermedio de la sexta jornada del juicio oral por el crimen de 2020. 

Burlando evaluó que es posible que los acusados siguieran golpeando al adolescente después de muerto, según las declaraciones de la médica que lo asistió por primera vez y de los detalles que brindó el médico a cargo del informe forense. "Él jamás reaccionó, fue asesinado en el lugar y no le dieron oportunidad a nada. Especulo que le pegaron seguramente incluso estando muerto", subrayó, al destacar que no fue un único golpe el que acabó con la vida del joven: "Todas las lesiones fueron en lugares vitales, se habla de politraumatismos también a nivel cerebral, no fue un solo golpe, una patada o un puntinazo". 
 

Diego Duarte, el médico de la Policía Científica que le realizó la autopsia al cuerpo de Fernando Báez Sosa, destacó en la sexta audiencia del juicio por su crimen que el joven "presentaba múltiples agresiones en la parte del rostro" y "tenía una importante hemorragia dentro del cráneo". El experto detalló las lesiones que sufrió el adolescente por los golpes de puño y patadas que le propinaron durante el ataque aquel 18 de enero.

Al declarar como testigo ante el tribunal de Dolores que juzga a ocho rugbiers por el crimen, el médico amplió el estudio forense, y los padres de Fernando optaron por retirarse de la sala de audiencias para preservarse.

"Presentaba hemorragia masiva intracraneana, hematomas y excoriación en cara lateral izquierda de cuello y mandíbula" además de "la impronta de una marca de zapatilla en la cara", se lee en el documento firmado por el médico forense.

La médica Carolina Garibaldi Larrosa, quien trabaja hace 18 años en el sector de emergencias del Hospital municipal de Villa Gesell, contó que la madrugada de ese 18 de enero encontró a Fernando Báez Sosa ya sin signos vitales. De acuerdo a la experta, en ese momento se dio cuenta de que  por el tipo de lesiones que presentaba, el joven "no tenía posibilidad de sobrevida".

De acuerdo a su relato, al momento de llegar con la ambulancia vio cómo le practicaban RCP al adolescente, a quien luego le colocaron un desfibrilador. En el traslado hacia el hospital "se le continuó practicando RCP y con oxígeno porque no tenía signos vitales", según puntualizó. 

En la sexta jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, este lunes 9 de enero, declaran el forense que realizó la autopsia al cuerpo de Fernando Báez Sosa, cuatro médicos, dos policías y funcionarios municipales y judiciales. Fuentes judiciales informaron que son 10 los testigos citados a declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores durante la primera jornada correspondiente a la segunda semana del juicio por el crimen de joven en Villa Gesell.

El primero será el médico forense Diego Duarte, quien practicó la operación de autopsia al cuerpo del joven asesinado. En su declaración durante la etapa de instrucción de la causa, Duarte aseguró que el cuerpo de la víctima “presentaba hemorragia masiva intracraneana, hematomas y excoriación en cara lateral izquierda de cuello y mandíbula”, además de “la impronta de una marca de zapatilla”. También prestará declaración Silvana De Piero, la médica patóloga forense que realizó los peritajes histopatológicos de los restos de la víctima. Luego seguirán las médicas ambulancistas Carolina Silvana Garibaldi Larrosa y Patricia Liliana Gómez.

“Cada vez más firme”, respondió la mamá de Fernando Graciela Osorio Sosa al ser consultada por la prensa por cómo está al finalizar el quinto día de audiencia por el asesinato de su hijo. Ella, junto con su marido, Silvino Báez Sosa, asisten todos los días al juzgado y tienen previsto estar presentes en todas las jornadas que se lleven adelante durante este mes.

“Estamos muy unidos -dijo, tomada del brazo de Silvino- vinimos a un propósito, que es buscar justicia por Fernando, que paguen por lo que hicieron. Tenemos muchos testimonios a favor nuestro y quiero creer que va a haber Justicia”, sostuvo.

Silvino, por su parte, contó que le “impresionó mucho” cuando un testigo contó que a los acusados les preguntaron a quién pertenecía la ropa con sangre, “ellos se reían todo el tiempo, acababan de matar a una persona”, dijo. Ambos, agradecieron a las y los testigos que se hicieron presentes: “Estamos cada vez más cerca de la Justicia. Eso me hace fuerte”, cerró Graciela.

Al cabo de más de veinte testimonios, cerró la quinta audiencia del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, en la ciudad balnearia de Villa Gesell hace casi tres años. “Tenemos prueba sobreabundante”, sostuvo Fernando Burlando, uno de los abogados de la familia Báez Sosa.

Para Burlando, los acusados a lo largo del proceso de investigación y de detención mostraron “desprecio por la vida humana” a la vez que “obstaculizaron la Justicia” e hicieron “desvío de la investigación”, según él, hubo “infinidad” de situaciones que se vivieron y que van a ser mencionadas en el alegato final. El abogado y su compañero de equipo, Fabián Améndola, destacaron los aportes realizados por los testigos y señalaron que la prueba y los testigos son “contundentes”.

 “La cantidad de prueba es tal que todo lo que Tomei pueda argumentar como nulo se puede probar”, aseguró Burlando. Por su parte, Améndola, contó ante las cámaras que la próxima semana se espera la presencia de los peritos y los informes de las autopsias. En tanto, sobre los acusados, señaló que “obviamente se confirma que ellos se sentían tranquilos. En tres oportunidades les llamaron la atención para que no se rían”, indicó, al tiempo que marcó que “todos los testigos se quebraron” al hablar, para hacer referencia a lo movilizante de la situación.

El juicio a los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique continuará este viernes en su quinta jornada con los testimonios de una docena de testigos, entre ellos la recepcionista de un hotel de Villa Gesell que vio cómo huían del lugar del hecho, la dueña de la casa que alquilaban los imputados en esa localidad balnearia, peritos y policías.

Fuentes judiciales indicaron que, de los 22 testigos citados inicialmente para el cierre de la primera semana del juicio, una decena de ellos -en su mayoría peritos y efectivos policiales que realizaron tareas en conjunto con otros en el inicio de la investigación- no serán requeridos finalmente, y que serán desistidos por la fiscalía.

Terminó la cuarta audiencia por el crimen de Fernando Báez Sosa. El juicio se reanudará este viernes y están convocados 21 testigos a prestar declaración, por lo que se espera que sea una de las jornadas más extensas desde el comienzo del procoes judicial en el que se juzga a los ocho acusados por la golpiza que recibió el 18 de enero el estudiante de Derecho. 

Virginia Pérez Antonelli contó cómo fueron los últimos minutos de Fernando Báez Sosa, antes de que los médicos que llegaran al lugar corroboraran el fallecimiento del adolescente que había salido a bailar al boliche Le Brique. "Pudieron haber sido sólo cinco minutos, pero fue como una hora", relató emocionada la chica que le hizo las tareas de reanimación en medio de la desesperación generalizada. Yo le sostenía la cabeza a Fernando la cabeza, le hablaba, le pedía que se quedara conmigo", recordó.

La joven vio que un grupo de personas atacaban a Fernando y ella se acercó cuando él ya estaba en el piso. "Si alguien no tiene consciencia y no respira, hay que hacerle RCP", dijo ante pregunta de la fiscalía sobre su conocimiento, ya que ella había hecho un curso al respecto en la Cruz Roja. Las tareas de RCP fueron el primer intento de reanimación a Fernando, porque luego llegaron tres efectivos de Policía que siguieron con el intento de salvarle la vida al joven.

El taxista Damián Acevedo, quien estaba estacionado frente al boliche en el que ocurrió el crimen, contó que pudo ver toda la secuencia desde su auto, desde que Fernando es sacado del boliche hasta que lo ve inconsciente tirado en el piso rodeado por los rugbiers. "Se veía que Fernando estaba inconsciente y que no podía ni siquiera defenderse. Era como que quería pedir ayuda, pero no podía. Un chico de camisa blanca le pegó tres o cuatro piñas a Fernando y después un chico de camisa oscura le pegó patadas”, indicó.

En su relato, contó que primero sacaron del local bailable a Fernando "de buen modo" y que al tiempo sacaron a los otros chicos "que estaban exaltados". El testigo complicó particularmente a Máximo Thomsen y a Matías Benicelli: "Había uno de camisa oscura, que estaba muy fuera de sí. Al principio se quedaron sobre la vereda. Fueron camino a la Avenida Buenos Aires, pero no llegaron. Volvieron y fueron derecho a Fernando y a otros chicos que estaban ahí. Recuerdo que empiezan a pegarle sin mediar palabra, le decían un montón de barbaridades”, contó.

Tatiana Caro, una de las testigos convocadas a declarar en la cuarta jornada del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, contó que pudo escuchar a uno de los ocho rugbiers acusados cuando le dijo a uno de sus amigos que se quedara "tranquilo" que se lo iba a "llevar como trofeo" al joven. La chica, que no era ni amiga de Fernando ni de los jóvenes imputados, explicó que la frase fue pronunciada mientras golpeaban a Fernando. No pudo aclarar si se trataba de Ciro, Lucas o Luciano Pertossi, pero si mencionó su apellido. 

Muy conmovida por lo revivido, Caro dijo que Báez Sosa estaba "parado" cuando lo atacaron, y que "le pegaron de atrás". "Había chicos que decían, ´lo mataron, lo mataron´ y Fernando tenía toda la cara golpeada", rememoró la joven, quien al momento de la golpiza estaba por entrar al boliche porque conocía a personal de seguridad. 

La cuarta jornada del juicio a los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell incluirá los testimonios de efectivos policiales que intervinieron frente al boliche "Le Brique" minutos después de la agresión de los imputados, testigos del hecho, una joven turista que asistió a la víctima y dos comerciantes que estaban a pocos metros de la escena del crimen en la madrugada del 18 de enero de 2020.

En primer término declararán cuatro efectivos policiales afectados al Operativo Sol en el verano 2020 y que llegaron al lugar del hecho minutos después de que Báez Sosa fuera atacado. Luego lo hará Virginia Luz Pérez Antonelli, la joven que veraneaba en Villa Gesell en ese momento y le practicó maniobras de reanimación cardiopulmonar a la víctima.

También declararán tres testigos oculares del ataque sufrido por el joven estudiante de derecho y su grupo de amigos. En último término brindarán testimonio otros cuatro testigos del hecho: un taxista, una joven que estaba en un bar ubicado junto a "Le Brique", el trabajador de un kiosco situado a pocos metros del lugar del ataque y la novia de él. Está previsto que los padres de Fernando presencien las declaraciones en la sala de audiencias del primer piso de los tribunales, como ocurrió durante las jornadas anteriores.

Juan Pedro Guarino, de 22 años; y Alejo Milanesi, de 23, dos de los rugbiers que estaban en el grupo que atacó a Fernando, declararán el próximo lunes por pedido del abogado defensor, Hugo Tomei. Es un pedido estratégico: estaba previsto que presten testimonio en la audiencia del 18, en el tercer aniversario de la muerte de Báez Sosa.

Los dos jóvenes formaron parte del grupo de rugbiers que fueron a Le Brique esa noche, pero fueron sobreseídos en la causa al comprobarse que no participaron del ataque. También declarará Tomás Colazzo (20), quien estuvo con los imputados en el hecho.

Después de las 17:30 horas terminó el tercer día de juicio oral y público sobre el crimen de Fernando Báez Sosa. A lo largo de la jornada prestaron declaración Pablo Ventura, quien había sido falsamente incriminado en el caso por los rugbiers, efectivos de seguridad que narraron los momentos posteriores a la emboscada, amigos de Fernando que no habían podido terminar de declarar ayer y los empleados de seguridad que intervinieron durante el altercado dentro del local. Mañana se reanudará la audiencia y están convocados otros 12 testigos. 

Maximiliano Rosso Suárez, el policía que le practicó maniobras de reanimación a Fernando Báez Sosa tras la golpiza, contó cómo fueron los minutos posteriores a la emboscada: "Vi un chico en el piso, rodeado por gente. Le tomé el pulso a Fernando y no tenía, por lo que empecé a hacerle maniobras de rcp y pedí apoyo y una ambulancia". Continuando con su relato, mencionó que luego pidió a los testigos detalles para reconstruir lo que había sucedido y que le mencionaron a "tres personas, uno camisa negra, otro rastas, camisa blanca rasgada".

El empleado de seguridad del boliche Le Brique, Fabián Maximiliano Ávila, contó cómo fue el altercado que protagonizaron los rugbiers con Fernando Báez Sosa antes de salir del boliche y asesinarlo a golpes. Según relató, el estudiante de derecho golpeó a Máximo Thomsen, a quien identificó en las cámaras de seguridad, y él intervino para separarlos.  "Lo golpeó en el estómago. Como yo lo sostenía, nos caímos los dos porque me tropecé con un escalón”, dijo a través de una videoconferencia. 

El jefe de seguridad del boliche Le Brique, donde se originó una pelea entre los rugbiers y Fernando Báez Sosa, aseguró hoy que "nunca" vio algo igual a la golpiza a la que fue sometido el joven, a quien mataron ese 18 de enero de 2020. "Nunca vi nada igual, era saña. Hace veinte que trabajo de esto y nunca vi nada igual, todo patadas", enfatizó Alejandro Muñoz, quebrado por el llanto, y agregó que después de eso estuvo "cuatro días sin dormir".

Muñoz, el jefe de seguridad, fue también el encargado de retirar a Máximo Thomsen del boliche tras el altercado en el interior del local. Sobre ese momento, relató que a pesar de su porte, mide 2,03 metros, le costó sacarlo y tuvo que intervenir otro compañero, con quien terminan por sacarlo por una puerta lateral, "la de la cocina", y dio aviso a la Policía en la puerta por el estado violento en que estaba el joven deportista.

Juan Manuel Pereyra Rozas, uno de los amigos de Fernando Báez Sosa que también recibió golpes, declaró que Luciano Pertossi le pegó en la espalda dentro del boliche Le Brique. El joven dijo que después fue golpeado afuera del local, aunque no pudo reconocer quién fue. Rozas aseguró haber temido por su vida durante lo sucedido.  Relató que sintió “una piña en el oído y pómulo derecho”. “Escuché gritos, me dio miedo y lo primero que pensé fue en cruzar, Caminé rápido, sin mirar hacia atrás porque pensé que me seguían”, relató. 

Luciano Bonamaison, amigo de Fernando Báez Sosa, fue categórico en su descripción de la golpiza que acabó con la vida de Fernando Báez Sosa: “Máximo Thomsen le pegó una patada, con odio, brutalidad y con intención de matar”. El amigo de Báez Sosa habló de una “emboscada” hacia ellos, aunque buscaban alguien en particular, “a Fernando, ellos querían atacarlo a él”. “¿Reconoces a otras personas como agresores de Fernando?”, le preguntó el fiscal Juan Manuel Dávila. “No”, dijo Bonamaison, pero sí aclaró que el grupo de rugbiers arengaban “¡vamos! ¡vamos, negro de mierda!”. 

Fernando Burlando, el abogado de la familia de Fernando Báez Sosa, dijo que a partir del testimonio de Pablo Ventura, quien había sido falsamente incriminado por los rugbiers, se puede desprender que los acusados "ya sabían cada uno cuál era su rol en el ataque" porque habían participado en "incidentes anteriores de peleas de esta naturaleza, de 7 contra 2 y de 5 contra 1 en las que actuaban entre varios". En esa misma línea, evaluó que con la identificación de Ventura como uno de los atacantes, los acusados "entorpecieron el esclarecimiento del crimen y buscaron desviar la investigación".
 

Hugo Tomei, el abogado de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, habló por primera vez del estado anímico de sus representados. Minutos antes de entrar a Tribunales, no quiso hacer una evaluación de las audiencias que se desarrollaron hasta el momento y que complicaron a sus defendidos, en tanto se limitó a decir que los rugbiers "están soportando el juicio". Por otro lado, puso en duda que los imputados presten declaraciones en el debate judicial en el que la querella exige condena perpetua. 

El remero Pablo Ventura, incriminado falsamente en las primeras horas de la investigación del crimen de Fernando Baéz Sosa, tres amigos de la víctima, un grupo de trabajadores del boliche "Le Brique" y dos efectivos policiales serán los testigos que declararán en la tercera audiencia en el juicio que tiene como acusados a ocho rugbiers de matar a golpes al joven estudiante.

Fuentes judiciales indicaron que, tras las dos primeras audiencias del proceso oral, en las que brindaron declaración los padres de la víctima, Graciela Sosa Osorio y Silvino Báez y nueve amigos de la víctima, la nueva ronda de testimonios ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de Dolores y tendrá 12 testimonios.

En primer término, declararán tres amigos del joven estudiante de Derecho, quienes estuvieron frente al boliche al momento de la agresión. Luego lo hará Ventura, cuyo testimonio fue solicitado por la defensa y por la fiscalía, y también podría declarar su padre, José María, cuya citación fue adelantada a pedido de Fernando Burlando.

También están citados seis trabajadores del boliche "Le Brique" y dos efectivos policiales, entre ellos el que aplicó los primeros auxilios a Fernando minutos después del ataque frente al local. Según informó la madre de la víctima a Télam, tanto ella como Silvino, el padre, volverán a presenciar la audiencia en el primer piso de los tribunales de Dolores.

Pablo Ventura, el remero de Zárate que fue incriminado falsamente por los rugbiers en las primeras horas de la investigación del crimen de Fernando Baéz Sosa en Villa Gesell, dijo hoy que "no le sorprendió" lo que hicieron los ocho acusados del homicidio porque ya habían tenido peleas y agregó que no sabe puntualmente quién lo involucró en el hecho ni el motivo. "No me sorprendió nada lo que hicieron porque ya tuvieron peleas" en Zárate, dijo el joven sobre los ocho acusados, al ingresar cerca de las 8.10 a los tribunales de Dolores para declarar como testigo en la tercera audiencia del juicio por el crimen de Báez Sosa (18).

Acompañado de su padre, José María, el joven afirmó en declaraciones a la prensa que no sabe cómo se va a sentir cuando los tenga frente a frente, aunque adelantó: "Con buena cara no los voy a mirar". El joven sostuvo que hasta el día de hoy desconoce cuál de los ocho rugbiers lo mencionó como integrante del grupo en los momentos posteriores al crimen y cuando él estaba en Zárate.

“Creo que los amigos de Fernando respondieron con altura. Contaron todo lo que vieron. Creo que se asustaron, porque no esperaban que los atacaran, fueron sorprendidos. Cada uno que quiso ayudarlo cobró una patada”, declaró ante la prensa al finalizar la audiencia Silvino Báez Sosa, el padre de Fernando, el joven asesinado por un grupo de rugbiers hace tres años a la salida de un boliche en Villa Gesell.

Sobre lo que pudo verse en los videos que fueron reproducidos durante la jornada, Báez Sosa estimó que los agresores “con los gritos que pegaban eran para marear o confundir a la víctima” y contó lo “duro” que le resultó ver esas imágenes. “Soy un padre que amó a su hijo y me gustaría haberlo podido defender. Los sorprendieron a Fernando, y a sus amigos. Los molieron a palos a todos”, respondió ante los micrófonos.

Al ser consultado por qué piensa que fue su hijo a quien atacaron, si considera que hubo racismo y discriminación, respondió: “A esta altura pienso todo, que eran discriminativos y que el trofeo era Fernando”. Báez Sosa, además, confirmó que seguirán asistiendo a las audiencias: “Es lo único que podemos hacer por Fernando, que la Justicia vea que queremos tener justicia por Fernando y por sus amigos”.

Al finalizar la audiencia, la mamá y el papá de Fernando Báez Sosa se acercaron a los medios y declararon sobre sus sensaciones en esta segunda jornada. “Fue una audiencia muy dura especialmente para nosotros. Siempre quise ver, quise escuchar cómo fue realmente que asesinaron a Fernando y hoy llegó ese día”, sostuvo Sosa Osorio.

“En un momento me sentí re mal al ver cómo atacaron a Fernando. Ya estaba tirando en el piso e imploraba con una mano clemencia para que dejaran de golpearlo. Es muy difícil una madre ver eso, no era una sola vez sino varias veces”, relató dado que durante la jornada también se mostraron los videos en donde quedó todo registrado. Graciela, además, reconoció a los amigos de su hijo que lo defendieron y se encuentran dando sus testimonios en el juicio.

“Pienso que debo estar fuerte para seguir buscando justicia por él. Fernando merece una justicia ejemplar para que no vuelva a ver otro Fernando. Yo amaba a mi hijo, lo amábamos con Silvino (el papá). Nosotros ya no somos nada. Somos dos infelices que caminamos en este mundo sin sentido. Pero vamos a ser fuertes por él”, dijo Sosa Osorio y agradeció a quienes les acompañan en este momento.

Cerca de las 19 terminó el segundo día de juicio oral y público sobre el crimen de Fernando Báez Sosa. A lo largo de la jornada prestaron declaración nueve amigos de la víctima. Mañana se reanudará la audiencia.

En medio de la segunda jornada del juicio por el asesinato de su hijo, María Graciela Sosa Osorio, se descompensó y debió ser atendida por paramédicos en una sala contigua en el  del Tribunal Oral Criminal N°1 de Dolores. 

Ignacio Vaudagna, amigo de Fernando y último testigo de la tarde, respondió ante la Justicia que no pudo reconocer a ninguno de los agresores.

Lucas Begide fue otro más de los tantos amigos de Fernando que se acercaron a declarar durante la segunda jornada de juicio oral y público, en Dolores. Su testimonio fue contundente: “Le pegó a Fernando una patada en la cabeza con el pie derecho”, dijo y cuando el Ministerio Público Fiscal dijo que si sabía de quién se trataba identificó como el responsable a: “Máximo Thomsen”.

Federico Tabarozzi, también, amigo de Fernando Báez Sosa dio un testimonio clave: fuera del boliche identificó a Luciano Pertossi como uno de los que “revoleaba patadas y piñas” y vio cómo le pegó a Lucas Filardi. “Fue uno de los princípiales que abrió la zona para que le puedan pegar”, señaló. “Tenía cara aplanada. Lo identifiqué en el momento y en la rueda, era Luciano Pertossi. Revoleaba patadas y trompadas. A todo lo que no era de su mismo color le pegaba”, dijo.

Tavarozzi recordó que esa noche se abrió del grupo de amigos para atender su celular y por eso vio el ataque desde atrás. “Me consterné. Vi un par de piñas y, de pronto, el próximo recuerdo era Fernando tumbado y con asistencia, y mis otros amigos lastimados llorando”.

“En mi mente tengo recuerdos nublados. Había gritos y arengas. Le pegaron una trompada a Julián García, pero no recuerdo quién fue. A Lucas Filardi también le pegaron”, relató y explicó que el ataque los tomó desprevenidos. “Estábamos esperando que salgan del boliche un par de amigos más para irnos. Cuando lo vi a Fer sin zapatillas y sin camisa. Pensé que querían robarle”, contó.

Tomas D’ Alessandro se convirtió esta tarde en el séptimo testigo, también, es amigo de Fernando. En los 25 minutos en los que habló contó lo que vio esa noche afuera del boliche Le Brique: “Veo que le van a pegar a Fernando, él cae y yo trato de defenderlo. Cuando intento separar, ligué tres trompadas y quedé boca abajo como agachado y ahí me empiezan a pegar”, dijo y reconstruyó la escena en la que recordó que se agarró de las piernas de uno de los agresores.  “Me solté y me pegaron una patada y, cuando me reincorporé, quedé cara a cara con un sujeto de contextura robusta”, a quien a partir de los videos lo identificó como Lucas Petrossi.

“A ver si volvés a pegar negro de mierda”, le gritaron a Fernando. Al ser consultado si podía decir quién se lo dijo, contó que pudo comparar las imágenes con internet y lo identificó como Matías Benicelli. En un momento de su relato, D´ Alessandro fijó su mirada en los ocho acusados, quienes por ningún momento se sacan el barbijo.

Federico Raulera, también amigo de Fernando Báez Sosa, fue el sexto testigo en presentarse en esta jornada. Ante el Tribunal contó cómo vivió el momento en el que empezaron a pegarle a Fernando: “Pasan dos hombres que van directo a Fernando, le pegan y se empieza a escuchar ruidos y gritos de ellos. ‘Vamos a ver quién gana ahora afuera’, le escuché a uno decir. Le pegan a García y a Bezzuso también en la cara”.

A lo largo de su declaración Raulera consideró que se trató de “un ataque feroz, sin piedad” y sostuvo que “fue muy sorpresivo. Sentí temor”. El amigo del joven asesinado, insistió en que "pegaban con mucha violencia" y que cuando otro de los chicos que estaba presente -Julian García- pedía que paren, "pegaban con más saña”.  “No lo sé”, respondió Raulera, al ser consultado por Hugo Tomei, defensor de los acusados sobre cuánto duró la pelea.

Julián Lucas García, uno de los amigos de Fernando Báez Sosa que declaró hoy en el juicio. contó que a la salida del boliche Le Brique entre cinco y seis personas se acercaron a ellos para pegarles "de la nada" y diciendo "a ver ahora que estamos afuera".

Minutos después, según relató, uno de ellos lo atacó: "A mí me dan un golpe en la parte del oído, me desconcierta un poco, cruzo la calle a la parte de Le Brique, me quedo un poco desconcertado. Pedí a los patovicas si podían cruzar a ayudarnos y cuando vuelvo Fer ya estaba en el piso y no respondía". 

Juan Bautista Bezzuso, otro de los amigos de la víctima, identificó también a Thomsen y a Enzo Comelli como parte del grupo que atacó a su amigo, provocándole la muerte. Bezzuso indicó que pudo observar cuando uno de los atacantes le dio "una piña a Fer que lo sienta, y cae de rodillas" y al instante le daban "patadas en la cabeza, en la mandíbula".

El amigo de Báez Sosa dijo que "recuerda a esa dos personas pegándole a Fernando" aunque no sabe si hubo otros dos agresores. "Paren, paren", rememoró Bezzuso que les gritó a los agresores, y ahí recibió una piña que lo descolocó, por lo que fue en búsqueda de ayuda de los patovicas del boliche Le Brique, que "no respondieron".

Hugo Tomei, el abogado que representa a los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, adelantó que la audiencia de hoy será más extensa que la de ayer, cuando comenzó el juicio por el asesinato ocurrido en 2020. En breves declaraciones durante el cuarto intermedio dispuesto por el Tribunal Oral y Criminal (TOC) número 1 de Dolores, aclaró que son los jueces los que deben pedirles a los acusados que se quiten el barbijo, tras el planteo de los abogados de la familia de Báez Sosa. 

No hizo ningún otro tipo de declaración respecto a los testimonios de los amigos de Fernando, quienes narraron al detalle cómo fue la golpiza e identificaron a los rugbiers. Hasta el momento, declararon cuatro personas de las 12 que estaban convocadas.
 

El abogado de la familia Báez Sosa, Fernando Burlando, destacó que la declaración de Filardi graficó la agresión al adolescente de 18 años. “Él representó con su cuerpo las patadas, el pisotón y los golpes de puño. Describió cómo lo atacaron y le pegaron por sorpresa”, subrayó ante los medios de comunicación. Confirmó que el testigo identificó a “Pertossi y Thomsen en la escena". 

Además, evaluó que Máximo Thomsen fue mencionado “varias” veces:  “Lo ubica como uno de los que golpeó y pateó. Él recuerda ciertas partes de la agresión. Se le exhibieron todos los videos. El recuerda cierta parte de la agresión. Es su sensación, lo que pudo percibir". 

Lucas Filardi, uno de los amigos de Fernando Báez Sosa, detalló durante más de una hora cómo los rugbiers atacaron al joven y lo mataron enfrente del boliche Le Brique en Villa Gesell la madrugada del 18 de enero de 2020.

"Había cuatro o cinco personas pegándole a Fernando", dijo Filardi, quien recordó que, tras haber sido expulsados del local bailable, el joven estaba a su lado, mientras que, con un puntero, señaló su ubicación en la vereda en una pantalla en la que le exhibieron fotografías de las inmediaciones de Le Brique. Según su testimonio los señalados son Máximo Thomsen y Luciano Pertossi. 

Oscar Rossi, el suegro de Fernando Báez Sosa, graficó hoy cómo vio aquel 19 de enero de 2020 al joven, quien ya había fallecido tras haber sido golpeado brutalmente por un grupo de rugbiers que están siendo juzgados por homicidio.

"Te juro que no le deseo a nadie ver lo que yo vi en el cuerpo de Fernando, ni un cazador para un animal", dijo quebrado Rossi, quien recordó que ese verano él había ido a vacacionar a Pinamar y se trasladó a Villa Gesell cuando recibió un llamado de su hija, Julieta, la entonces novia de Fernando. Estaba programado su testimonio para la jornada, pero su padre contó que no estaba en condiciones psicológicas de acercarse al tribunal y revivir lo sucedido.

Una decena de amigos de Fernando Báez Sosa, declararán hoy, en el marco de la segunda jornada del juicio a los ochos rugbiers acusados del homicidio. Si bien como primera testigo del día estaba pautada Julieta Rossi, la joven con quien Fernando salió casi un año hasta el momento del homicidio, el abogado Fernando Burlando, aseguró a Télam que "Juli no va declarar" porque no estaría en condiciones de hacerlo.

De ese modo, el primero en declarar ante los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, será el padre de la novia, Alejandro Rossi. Luego lo harán los diez amigos de la víctima, muchos de los cuales también fueron agredidos. Por las agresiones que sufrieron al menos cinco de ellos -Ignacio Vaudagna, Juan Manuel Pereyra Rozas, Juan Bautista Besuzzo, Lucas Begide y Tomás Agustín D ´Alessandro-, los rugbiers están imputados por el delito de "lesiones leves", que se suma a la acusación principal del juicio por "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas".

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores será sede el martes de la segunda audiencia del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa. Según pudo confirmar El Destape, declararán los amigos del adolescente de 18 años que fue asesinado a golpes a la salida del boliche Le Brique de Villa Gesell en 2020. Al menos 12 testigos se presentarán para dar testimonio sobre lo ocurrido aquel 18 de enero.

Serán declaraciones relevantes en la investigación que busca comprobar los roles que cumplieron los ocho acusados, en tanto se espera que los testigos brinden detalles sobre el cerco que una parte de los rugbiers armaron mientras golpeaban al estudiante de Derecho. Ese es uno de los principales argumentos de la parte acusadora y de la Fiscalía para dar por comprobada la división de tareas y el grado de participación de los jóvenes.

Fernando Burlando, el abogado que representa a los padres de Fernando Báez Sosa, dijo que quedó claro en la etapa de instrucción del juicio que comienza hoy que los acusados "querían matar" al adolescente y que para eso ejecutaron "un plan". "Lo abordan con una intención clara de matar, todos los participantes ejecutaron a Fernando, discriminar si uno le pegó un poco más o un poco menos me parece hoy una ridiculez", manifestó ante los medios de comunicación.

El letrado cuestionó la estrategia llevada adelante por la defensa de los rugbiers, al considerar que "solo intentaron obstaculizar el juicio" con los pedidos de nulidad que le fueron rechazados nuevamente. "Lo vi derrotado a Hugo Tomei. Creo que esperaba otra cosa", evaluó.

Al término de la primera audiencia en el Tribunal N° 1 de Dolores por el asesinato de Fernando Báez Sosa, su padre, Silvino, aclaró ante las cámaras de televisión que estaban en el lugar que solamente busca que se condene a los culpables. "Soy el papá de Fernando y vengo a buscar justicia. Espero que el tribunal haya escuchado nuestro dolor y nuestro pedido de justicia", destacó. También pidió a los acusados "quie le pidan perdón a Dios". Y agregó: "Yo soy solo un papá adolorido que quiero que vayan presos nada más". 

La madre de Fernando Báez Sosa advirtió a la salida de su declaración testimonial en el Tribunal de Dolores que no percibió que los presos estuvieran arrepentidos porque en ningún momento le esquivaron la mirada, al referirse a la actitud que mantuvieron durante el comienzo del juicio los ocho acusados por el asesinato del adolescente de 18 años. "Intenté decir todo lo que estaba guardado en mi corazón por Fernando", subrayó la mujer entre lágrimas a los medios de comunicación. Y agregó: "Ellos en ningún momento bajaron su mirada, sentí como madre que no mostraron arrepentimiento". 

La madre de Fernando Báez Sosa, Graciela, aseguró ante el Tribunal de Dolores que se siente como "una mujer acabada" porque le "arrebataron la vida" a su hijo en enero de 2020. Al declarar en la primera audiencia del juicio a los ocho rugbiers imputados por el crimen, la mujer destacó que los jóvenes "no tuvieron piedad" con él. " Le llamaban 'negro´. No comprendo, y nunca aceptaré, cómo chicos de la edad de Fer le hayan hecho esto. Lo atacaron por la espalda, lo tiraron por el piso, le reventaron la cabeza...ese cuerpito que yo lo tuve nueves meses en mi panza", dijo notablemente conmocionada. 

Tras dos recesos para tratar los dos planteos del defensor Hugo Tomei, los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores resolvieron de manera unánime no hacer lugar al segundo pedido de "reestructuración del juicio" de la defensa de los ocho rugbiers acusados. Los jueces consideraron que los mismos argumentos planteados por el abogado Tomei habían sido rechazados ya por la Cámara de Apelaciones de Dolores y más adelante ante el Tribunal de Casación.

Tras un cuarto intermedio de más de una hora, el Tribunal Oral Criminal N°1 rechazó por unanimidad el pedido formulado por el abogado de los rugbiers, Hugo Tomei, para que se anulara el juicio. La jueza de Dolores, Claudia Castro, junto con sus pares, confirmó que no harán lugar al pedido de suspensión del debate planteado por la defensa. "Los imputados fueron informados de lo que los acusaban. No advertimos vulneraciones a los derechos de los acusados", sostuvo. 

El abogado de los ocho rugbiers acusados, Hugo Tomei, volvió a pedir la suspensión del juicio. “Tengo algo que es mucho más importante y que hace que solicite la suspensión del debate después de los alegatos”, lanzó y agregó: “Es muy grave, y lo vengo diciendo desde hace tres años: no hay sentencia que pueda ser válida si el proceso no sigue los lineamientos de la constitución".

Según Tomei, "se les negó la posibilidad de defenderse" a los acusados por lo que "no hay condena que pueda ser válida si el proceso no sigue los procesos de la constitución", manifestó el defensor, quien además cuestionó los dichos de Burlando, al considerar que los detenidos ya fueron condenados públicamente.

El letrado sostuvo que “se está violando el derecho a la intimidad” y “la presunción de inocencia de los acusados”. Luego, pidió la nulidad del proceso. “¿Para quién es la ley? ¿Para ellos sí? ¿Para los otros no?”, lanzó Tomei e insistió: “Entiendo que esto es un escándalo. Pero lo vengo planteando hace tiempo”, sobre su pedido de suspensión del proceso judicial. "Tengo la sensación de que no es juicio justo”, completó.

La madre de Fernando Báez Sosa aseguró hoy que su vida y la de su marido son "un calvario", que quiere justicia por su hijo y que espera estar fuerte para afrontar el juicio al que serán sometidos los rugbiers acusados de matarlo a golpes en la puerta de un boliche en la localidad balnearia de Villa Gesell en enero de 2020. "Espero estar fuerte. Quiero justicia por Fernando", dijo esta mañana a Télam María Graciela Sosa, madre de Fernando, quien junto a su esposo Silvino Báez ingresó caminando a los Tribunales de Dolores, donde se desarrollará la primera audiencia por el crimen de su hijo.

Los ocho rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa llegaron esta mañana a los Tribunales de Dolores donde a partir de hoy comenzarán a ser juzgados por el asesinato del joven ocurrido a la salida de un boliche en la localidad balnearia de Villa Gesell el 18 de enero de 2020. Dos móviles de trasladado del Servicio Penitenciario Bonaerense trasladaron a Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) desde la Unidad 6 de Dolores hacia el Palacio de Tribunales, ubicado en Belgrano 141 de esa localidad bonaerense, para ser juzgados por el crimen de Báez Sosa (18).

El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa entrará este miércoles en su etapa de alegatos. La fiscalía, el abogado de la familia de la víctima y la defensa expondrán sus fundamentos con relación a las condenas y penas que se solicitarán para los ocho acusados por el homicidio del joven de 18 años. Se espera que los imputados digan sus últimas palabras al igual que los padres del muchacho asesinado. Una vez que finalicen los alegatos y las últimas palabras de los acusados, los jueces del TOC 1 darán a conocer la fecha de la sentencia, que se prevé que será el 30 o 31 de enero.

El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores dio por finalizado este miercoles el juicio después de 13 audiencias en la que declararon cinco de los ocho acusados. Cuando los jueces confirmaron el cierre del juicio se dio a conocer la fecha de alegatos. El miércoles 25 de enero será el turno de la Fiscalía y la Querella, mientras que al día siguiente, jueves 26 de enero, estará a cargo de la defensa. 

En la jornada de hoy, los médicos forenses solicitados por la defensa dieron su parte médico, también se escuchó la declaración de dos de los acusados, Blas Cinalli y Lucas Pertossi, quienes señalaron que no le pegaron a Báez Sosa y que nunca tuvieron la intención de matar a alguien.

A la salida del Tribunal, personas expresaron su respaldo a la familia de Báez Sosa, por parte de personas de diversos puntos del país y de Paraguay para apoyarlos. Los padres del jóven asesinado expresaron su agradecimiento y se mostraron conmovidos por el apoyo y porque hoy fue el tercer aniversario del crimen de su hijo.

En contraposición, los padres de los rugbiers fueron hostigados por una multitid que les gritaba en contra de sus hijos. La situación generó disturbios en los alrededores de la salida del tribunal, ya que la Policía custodiaba a los padres de los acusados. La situación involucró agresiones y botellas que volaron por los aires.

Solo horas después de que se conocieran las condenas contra los ocho jóvenes que mataron a Fernando Báez Sosa, su mamá, Graciela Sosa, contó que está "conforme" con la sentencia que dictó el tribunal de Dolores y que esperó tres años. "Ahora empieza otra etapa. Vamos a hacer nuestro duelo", destacó en una conferencia de prensa. 

Sosa, visiblemente emocionada, aseguró que su "dolor es una condena perpetua para siempre", pero aclaró: "Hoy podemos sonreír un poco".

El abogado de la familia, Fabián Améndola, cruzó duramente a Máximo Thomsen y remarcó que "el medio empleado ya referido infinidad de veces en esta audiencia, no deja ninguna duda que buscó causar la muerte". Además, agregó que tanto la autopsia, los testigos, los videos y los audios son pruebas claras para entender el ataque y la intención.

Sus palabras fueron en referencia a la delcaración de Thomsen cuando se expresó por primera vez frente al Tribunal de Dolores y aseguró: "Jamás tuve la intención de matar. Me lastima saber que estuve en ese lugar, pero jamás en la vida tuve intención de matar a nadie".

Por otro lado, el representante legal aseguró que hay una diferencia entre una "riña o pelea" y una "agresión" de una sola parte, cuando son espontáneas y otra muy distinta cuando "proviene de un acuerdo". Sobre esto, remarcó: "Ni uno solo estuvo fuera de ese acuerdo, los ocho. Se pusieron de acuerdo para matar". Asimismo, aseguró que hay una diferencia entre una "riña o pelea" y una "agresión" de una sola parte cuando son espontáneas y otra muy distinta cuando "proviene de un acuerdo". Sobre esto, remarcó: "Ni uno solo estuvo fuera de ese acuerdo, los ocho se pusieron de acuerdo para matar".

Améndola agregó que el ataque "tuvo velocidad y precisión" porque el grupo ya acostumbraba a realizarlos en Zárate pero que previamente no hubo otros casos porque "no fue su intención matar en otras circunstancias". Y cerró sobre el crimen en Gesell: "No dejaron, los ocho, de golpear a Fernando hasta que no se aseguraron que habían cumplido con ese homicidio".