En la sexta audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, los ocho rugbiers acusados por el asesinato del joven en Villa Gesell fueron capturados por primera vez sin barbijo. Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Enzo Comelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Matías Benicelli y Lucas Pertossi se sentaron en el banquillo de los acusados a cara descubierta.
Los ocho acusados recién desde el jueves pasado se mostraron sin barbijos en los tribunales de Dolores pero recién hoy fueron capturados por las cámaras de televisión. Este lunes, el tribunal volvió a autorizar el ingreso de las cámaras, luego de cinco jornadas. Según muestran las imágenes, los rugbiers estaban de brazos cruzados y algunos con las miradas al piso otros con la mirada fija, siempre ocupando los mismos lugares desde el inicio del juicio.
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El abogado defensor, Hugo Tomei, había justificado que durante las primeras tres audiencias los acusados permanecieron con la cara tapada para prevenir un "riesgo de contagio" de Covid-19. El abogado de la familia del joven asesinado, Fernando Burlando, había exigido que se los quiten y "den la cara".
Burlando había pedido que los acusados "se bajen el barbijo" porque si bien ya hubo una rueda de reconocimiento durante la instrucción de la causa, no descartó que "pueda haber una identificación".
Cómo continúa la audiencia
Este lunes se espera la declaración de 10 personas. En el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores declaran el forense que realizó la autopsia al cuerpo de Fernando, cuatro médicos, dos policías y funcionarios municipales y judiciales.
"Presentaba hemorragia masiva intracraneana, hematomas y excoriación en cara lateral izquierda de cuello y mandíbula" además de "la impronta de una marca de zapatilla en la cara", se lee en el documento firmado por el médico forense Diego Duarte.
También prestan declaración Silvana De Piero, la médica patóloga forense que realizó los peritajes histopatológicos de los restos de la víctima. Luego seguirán las médicas ambulancistas Carolina Silvana Garibaldi Larrosa y Patricia Liliana Gómez.
En la nueva etapa del juicio se avanzará sobre la parte pericial y ya no a los testigos claves del ataque y crimen. Hasta ahora ya declararon 47 testigos. Entre ellos, los padres de Fernando, amigos de la víctima, Pablo y José Ventura, testigos del ataque y crimen, quienes le hicieron RCP, policías, patovicas y la recepcionista del hotel cercano al boliche.
La semana pasada más de veinte testimonios cerraron la quinta audiencia del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, en la ciudad balnearia de Villa Gesell hace casi tres años. “Tenemos prueba sobreabundante”, sostuvo Fernando Burlando, uno de los abogados de la familia Báez Sosa.
Para Burlando, los acusados a lo largo del proceso de investigación y de detención mostraron “desprecio por la vida humana” a la vez que “obstaculizaron la Justicia” e hicieron “desvío de la investigación”, según él, hubo “infinidad” de situaciones que se vivieron y que van a ser mencionadas en el alegato final. El abogado y su compañero de equipo, Fabián Améndola, destacaron los aportes realizados por los testigos y señalaron que la prueba y los testigos son “contundentes”.
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“La cantidad de pruebas es tal que todo lo que Tomei pueda argumentar como nulo se puede probar”, aseguró Burlando. Por su parte, Fabian Améndola, otro abogado de la familia, se refirió a los acusados y señaló que “obviamente se confirma que ellos se sentían tranquilos. En tres oportunidades les llamaron la atención para que no se rían”, indicó, al tiempo que marcó que “todos los testigos se quebraron” al hablar, para hacer referencia a lo movilizante de la situación.
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