Ante la segunda ola de coronavirus COVID-19 en la Argentina, la comunidad científica nacional avanza sobre nuevas tecnologías para proveer de herramientas al Estado para controlar la circulación del virus como también comprender los mecanismos de esta enfermedad que viene azotando al mundo desde 2019.
En este marco, este miércoles, la Unidad Coronavirus COVID-19, el área dedicada a la pandemia y que está integrada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT), por el CONICET y por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), presentó una plataforma de monitoreo que posibilitará estudios comparativos sobre la magnitud y naturaleza de los linfocitos T de memoria -células centrales del sistema inmunológico- generados en voluntarios a lo largo de un año.
Se trata de COVID-T, una herramienta que proveerá información útil para la toma de decisiones a corto, mediano y largo plazo, y para el diseño de nuevas estrategias de prevención y tratamiento en el marco de la segunda ola del COVID-19 en el país.
En qué consiste la plataforma COVID-T
El investigador Superior del Conicet Gabriel Rabinovich, quien lideró el proyecto, detalló que la plataforma COVID-T monitoreará los linfocitos T del organismo de personas vacunadas y recuperadas. Los linfocitos T son células especializadas del sistema inmune que juegan un papel central como mediadores de la respuesta inmune celular dirigida principalmente contra agentes que se replican dentro de la célula (microorganismos intracelulares) como por ejemplo los virus. "Son las células centrales de nuestro sistema inmunológicos que gatillan la respuesta de nuestras defensas", enfatizó. Es así que la magnitud y la naturaleza determinará la respuesta del sistema inmunológico.
Es así que los objetivos centrales del estudio son: cómo se mantiene la respuesta inmunológica T frente al virus SARS-CoV-2 a lo largo del tiempo en individuos que recibieron una dosis, en individuos que recibieron dos dosis de las vacunas y en pacientes recuperados de la enfermedad.
Según detalló el investigador, "los linfocitos T tienen 3 funciones: eliminar la célula que está infectada, activar a linfocitos B para que produzcan anticuerpos y formar parte del repertorio de linfocitos de memoria que nos van a defender frente al ingreso del virus" y "cuando el coronavirus nos infecta se activan diferentes mecanismos de defensas" y "dentro de estos mecanismos cruciales están los linfocitos T".
"El virus infecta nuestro organismo, los pulmones por ejemplo, e inmediatamente hay células que se llaman dendríticas que son presentadoras de antígenos que censan continuamente nuestro organismo para poder medir el peligro que va apareciendo", señaló y agregó que "cuando esas células encuentran en los pulmones el virus, toma fragmentos de ese virus y luego viaja hacia los ganglios linfáticos para presentarles esas proteínas, esos fragmentos, a un linfocito T que se encuentra en el ganglio".
Es así que el linfocito T cuando ve a través de su receptor estas proteínas se activa y comienza a producir moléculas que pueden monitorearse y verificar si ese linfocito T está activado o no. Los que fueron activados en los ganglios viajan hacia los pulmones u otros órganos que están infectados e inmediatamente eliminan a las células en forma directa.
Por su parte el ministro Gollan destacó el trabajo científico tecnológico que da "respuesta desde los diagnósticos" para entender "por qué pasa lo que pasa". Resaltó que este proyecto es necesario para entender la "inmunidad celular" así como las reinfecciones, y afirmó que esta nueva herramienta abre "una línea de trabajo" sobre los interrogantes en relación a las vacunas respecto a las variantes de coronavirus.