En un nuevo capítulo de la interna PRO camino al 2023, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli incorporaron al armado electoral bonaerense a Florencia Arietto, una abogada del núcleo duro macrista muy cercana, hasta ahora, a Patricia Bullrich. Sin ser amada por todos los sectores del partido fundado por Mauricio Macri, el volumen político de su adhesión pasará más por lo simbólico, un gesto hacia adentro, que por lo práctico más allá de que ahora el bando de las palomas sumará un halcón, con la misma línea discursiva que la presidenta de esa fuerza política.
La incorporación de Arietto no fue una intervención de Bullrich al armado larretista sino la consecuencia de una relación desgastada entre ambas. Dentro del PRO, dos fuentes confirmaron el distanciamiento entre ambas dirigentas por promesas incumplidas en el 2021 y falta de contención. Un referente opositor, de poco amor hacia Arietto, también apuntó contra cambios de bando según sople el viento.
Con el movimiento, Larreta envió un mensaje claro a Bullrich al sacarle a una de sus personas más cercanas. La relación se consumó este martes en una reunión en Vicente López, tierra de Jorge Macri, entre Miguel Ángel Pichetto, de Peronismo Republicano y con silla en la mesa nacional de Cambiemos, Santilli, el jefe de Gobierno y la abogada. El objetivo de la incorporación será el de fortalecer el armado nacional y provincial, esquema dentro del cual Arietto abordará el diseño de propuestas en materia de seguridad y narcotráfico. En el encuentro, la dirigenta planteó la necesidad de cuidar a la víctima, juzgar al delincuente y construir más cárceles con la convicción de que el ex vicejefe de Gobierno es "el mejor candidato para gobernar" la PBA.
El movimiento de piezas forma parte, más allá de los desencantos personales, de una interna mucho más amplia dentro del PRO con Larreta y Bullrich como protagonistas. El primero, de tinte más moderado en apariencia, apostó por una campaña más silenciosa, con viajes tercerizados al interior, construcción de mesas electorales y foco en el cambio climático. La segunda, más rústica, se arrojó a una construcción de primera mano, con menos equipo y menos caja, centrada en la suma de apoyos - dentro de los cuales por ahora se encuentra el de Macri, al menos como sostén temporal - y un discurso de confrontación directa para mantener al núcleo duro. Ese núcleo duro, al menos bonaerense, ahora tendrá a Arietto como una referenta dentro del armado larretista, útil para evitar la sangría de votos.
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De gira
La que también empezó a mover sus fichas es María Eugenia Vidal. El fin de semana viajó a Chubut y por estas horas se terminará de definir el nuevo destino de su gira que, en principio, será en marzo y posiblemente la lleve a Tierra del Fuego, una parada ya pensada pero que terminará de delinear junto a su mesa política.
Vidal retornó a Buenos Aires el martes a la tarde noche y planificó un Zoom con su equipo de comunicación para la mañana del miércoles para dar a conocer su análisis de la experiencia y mejorar la estrategia en caso de ser necesario. En la agenda todavía no se determinó el próximo destino, Tierra del Fuego fue su primera opción por la cuestión industrial pero su equipo nacional prefirió centrarse en Chubut de manera inicial. Esa mesa está integrada, entre otros, por Cristian Ritondo, su embajador bonaerense, Federico Salvai, su ex jefe de Gabinete, Gustavo Ferrari, su ex ministro de Justicia y referentes provinciales del interior.
En Chubut estuvo con Ignacio Torres, a quien le pusieron fichas como próximo candidato a gobernador de una provincia que, junto a Santa Fe y Entre Ríos, ven con posibilidades de comandar bajo la bandera amarilla. Del recorrido, la ex gobernadora saco un saldo positivo, entendió que su visita tuvo impacto e incluyó una recorrida por una escuela de Camarones. Este viaje y los venideros no necesitó ni necesitarán permiso de sus compañeros de espacio pero, más allá de eso, sí hubo una charla previa con Larreta, con quien mantiene una relación de amistad. En principio, no es una construcción de candidatura, aunque un poco sí, sino de volumen político para negociar en 2023.
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Volumen político
En Buenos Aires también un sector quiere ganar volumen político para poder negociar la posibilidad de un intendente candidato a gobernador bonaerense que, en igualdad de condiciones, pueda pelear con el nombre de Larreta, Santilli. Ese armado se llamó Hacemos y está liderado por Néstor Grindetti y Julio Garro, jefes comunales de Lanús y La Plata.
Por el momento, con un 2023 lejano, harán mucho foco en la necesidad de recuperar autonomía municipal con un plato fuerte, el de la seguridad. Esta semana se mostrarán ambos para darle impulso a un proyecto que aún está en redacción pero querrán debatir con el inicio de sesiones ordinarias, el de una policía local a cargo de los caciques. Iniciativa que también le presentaron a Vidal durante su gestión y no prosperó.
Más allá de lo complejo de la cuestión, el eje central será el "algo estamos haciendo para involucrarnos". En esa búsqueda autonomía también ingresarán escuelas y hospitales provinciales que, en cuestiones de mantenimiento, podrían ser manejadas por los municipios sin quitarle la gestión global a la provincia.