En el Gobierno hay preocupación porque reconocen que el veto de Javier Milei a la ley de financiamiento universitario está lejos de estar blindado en el Congreso de la Nación.
A diferencia del veto a la ley de movilidad jubilatoria, los 87 diputados "patriotas" ahora el Presidente no los tiene asegurados. El Gobierno necesita tener apenas un tercio de una de las dos cámaras para ratificar el veto. Si no, saldrá la insistencia y por lo tanto la ley que favorece a las universidades.
En Casa Fosada apuestan nuevamente a la cámara baja. Saben que en el Senado es partido perdido. Es imposible llegar al tercio allí. Pero si bien hay negociaciones, ya hay gestos varios de parte de la oposición dialoguista que le juegan en contra a Milei.
Si bien el vocero presidencial anunció en su conferencia de prensa que el veto sale antes de la marcha, fuentes del riñón político de Milei lo desmintieron y ratificaron: "El veto sale después de la marcha".
En el Gobierno apuestan al fracaso de la marcha y evidenciar que había actores políticos detrás. Un funcionario clave del entorno del Presidente aseguró a El Destape: "Si me pongo en cínico, prefiero la aparición de Pablo Moyano ahí y el apoyo de Cristina Kirchner a la marcha. Eso demostraría una vez más que, si bien se trata de un reclamo genuino, hay una motivación política".
En Balcarce 50 les mandan un mensaje a las autoridades de las universidades y piden que "todo lo que se tenga que debatir que se debata en el Presupuesto 2025 que ya está presentado en el Congreso". Un entornista de Milei afirmó a El Destape: "Nuestro problema no es con las universidades, es con los políticos que están detrás".
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La insistencia al veto parece ser un hecho pero el Gobierno no da por terminado el partido. "Nunca está garantizado nada hasta que se vota", expresó con un poco de optimismo un funcionario de Milei que mostró su preocupación por no tener el tercio blindado.
El Gobierno puso a parte de su equipo parlamentario para intentar lograr el tercio. Martín Menem (presidente de la Cámara de Diputados), Lule Menem (subsecretario de Gestión Institucional de la Secretaría General) y Gabriel Bornoroni (jefe de bloque de La Libertad Avanza), los encargados del diálogo con los diputados que pueden darle el número mágico de 87 a Milei.
"Es un trabajo en equipo esta vez. Para eso nos reunimos los lunes", dice una persona con despacho en la Rosada. Los lunes se reúne el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con los legisladores de LLA, el PRO y el MID. Este tema fue parte de las conversaciones del último lunes.
Pese al pesimismo, en Casa Rosada advierten que "puede aparecer, así como apareció ese grupo de radicales en el veto anterior que nadie lo anticipó, un nuevo grupo". El foco está puesto en el bloque Innovación Federal. Un grupo integrado por diputados de las provincias "amigas" del Gobierno como Misiones, Salta y Río Negro.
El portavoz Manuel Adorni más temprano hoy enfatizó: "El Gobierno no está en contra del reclamo, en tal caso de lo que sí estamos en contra es de que el Congreso sancione leyes que no tengan una partida presupuestaria asignada, o sea que sean leyes que no puedan financiarse", indicó Adorni.
Y cerró contra los diputados: "Mientras el resultado del aumento presupuestario mantenga nuestro equilibrio fiscal, jamás vamos a tener ningún inconveniente con eso, por eso es que todos los legisladores deben fundamentar de dónde sacan el presupuesto para ejecutar los aumentos que proponen, que pueden ser válidos y genuinos, pero necesitamos conocer cuál es la partida que piensan recortar para pagar estos incrementos"
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