El presidente, Mauricio Macri, intentó desligar al Fondo Monetario Internacional de las reformas laborales que el Gobierno intenta realizar y de la devaluación del 31% que el Banco Central permitió este año.
“El FMI no habló de reformas laborales ni del tipo de cambio”, opinó el mandatario en conferencia de prensa en la Residencia de Olivos. “Acá nadie nos va a condicionar”, comentó.
Sin embargo, el crédito “stand-by” que tramita el Gobierno implica rígidos condicionamientos a cambio del desembolso.
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Por otra parte, Macri admitió esta tarde que hubo "problemas de coordinación entre el gabinete económico" de su gobierno y el Banco Central que conduce Federico Sturzenegger. Al respecto, el Presidente recordó que "esa coordinación debe ser sin vulnerar la independencia del Banco Central".
Además, consideró que su gestión puso "metas demasiado optimistas y mucha gente se irritó" cuando no fueron cumplidas. "Pusimos metas demasiado optimistas y mucha gente se irritó. Algunos dicen que no hicimos un diagnóstico suficientemente duro, pero tampoco era bueno hablar de lo tan mal que estábamos", señaló Macri.
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