El acuerdo se recordó recientemente cuando el ex presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, dio su versión de por qué no se le permitió a los bancos comprar la deuda con los buitres para así negociar con el Gobierno argentino y levantar cualquier prohibición del pago de la deuda, algo que el Gobierno de aquel entonces no pudo lograr a partir de la decisión del juez de Nueva York.
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Fábrega, que dejó el BCRA en septiembre de 2014, meses después del acuerdo fallido, responsabilizó al por entonces ministro de Economía, Axel Kicillof por no llegar a buen puerto. "Apareció Kicillof y les dijo a los bancos que sólo les reconocería el valor del canje de 2005, por lo que debían asumir una pérdida enorme. Era imposible cerrar la operación en esas condiciones y finalmente entramos en default técnico".
El acuerdo consistía, a grosso modo, que bancos privados de Argentina compraran la deuda que Argentina tenía con los fondos buitre, así Griesa reestablecía el stay, una medida cautelar que le permitía al país seguir pagando los bonos. Luego, el Gobierno nacional debía negociar el pago de esa deuda con las propias entidades financieras.
"Cuando fracasó la negociación le presenté la renuncia a Cristina, no quería seguir. Ella me dijo que no era el momento y recién me fui a fines de septiembre, pero fue un error haber esperado", sostuvo Fábrega en una entrevista que brindó al portal Infobae.
Las declaraciones de Fábrega no cayeron bien en el equipo económico del ex ministro. Su vice y mano derecha, Emanuel Álvarez Agis, publicó una extensa nota en el diario Página 12 respondiéndole. Allí, Agis recuerda que los bancos iban a comprar la deuda a través de SEDESA, una sociedad anónima cuyo capital estaba conformado con una parte de los fondos de los ahorristas argentinos, como garantía por cualquier turbulencia en el sistema financiero. Lo importante, remarcó Agis, era que el Estado no participara de la operación para que no se disparara la cláusula RUFO, aun vigente, ya que la compra de esa deuda representaba una oferta mejor que el canje del 2005.
Sin embargo, "SEDESA es propiedad del Estado y el Banco Central tiene la 'acción de oro'", responde el ex funcionario en su nota: "El acuerdo que impulsaban los bancos era del tipo OPM: "otro pone la mosca". El acuerdo implicaba pagarle a los buitres con el dinero de todos los argentinos y, para peor, requería que el Estado Nacional autorizara esta operación. Tal acción no sólo hubiera disparado la cláusula RUFO, sino que además habría resultado en que el Banco Central perdiera la causa que le iniciaron los fondos buitres por ser el alter ego del Estado Nacional".
"Resulta llamativo que el ex presidente del Banco Central no recuerde estos "detalles" que casi le cuestan al país 500.000 millones de dólares. (...) El acuerdo ofrecido por los bancos no era un buen acuerdo si incluía la participación de Sedesa. Utilizaba los ahorros de todos los argentinos para pagarle a los buitres y, para peor, el Estado debía participar de esa operación y gatillaba la RUFO", añadió el ex vice de Kicillof.
Esta mañana, Agis reiteró por FM Blue sus críticas. ""Me parece grave que Fábrega falte a la verdad sobre una medida que era mala para el país". "Cambiemos cambió (sic) el discurso de Fábrega", enfatizó.