La ex presidenta, Cristina Kirchner, contó cómo se enteró del nombramiento de Jorge Bergoglio como Papa. "Lo recuerdo perfectamente. Estaba haciéndome los rulos, y es literal. Por la mañana había trabajado en Olivos, en Jefatura de Gabinete, y ahora Maru –secador y cepillo en mano- me peinaba para ir a la Rosada", comenzó Cristina.
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En un texto publicado en su cuenta de Telegram, Cristina narró que inmeidatamente redactó ella misma una carta de felicitación: "Redacté esta carta que el mismo día publiqué en las redes. En ella le expresé nuestro deseo de que su tarea pastoral fuera en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y la paz".
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El testimonio completo de Cristina publicado en su Telegram:
Fue un día como hoy. Lo recuerdo perfectamente. Estaba haciéndome los rulos, y es literal. Por la mañana había trabajado en Olivos, en Jefatura de Gabinete, y ahora Maru –secador y cepillo en mano- me peinaba para ir a la Rosada.
Mientras leía informes, encendí el televisor –me habían avisado que iban a anunciar el nuevo Papa-. En la pantalla aparece el inconfundible balcón del Vaticano y un cardenal muy viejito anuncia en latín: “Habemus Papa. Giorgio Marius Bergoglio”. Tomá mate con chocolate, pensé yo. Tenemos Papa. Es argentino. Y es Bergoglio.
Maru, petrificada cual estatua me pregunta: “¿Dijo Bergoglio?” “Sí Maru, dijo Bergoglio.” Lo llamo a mi secretario y le digo: “Nene, trae la computadora y llámalo a Olivieri”. Guillermo Olivieri, nuestro Secretario de Culto durante los 12 años y medio de nuestra gestión: “Guille, te mando al mail una carta de felicitación a Bergoglio para que la envíes ya al Vaticano y vos andá preparando todo lo protocolar y el viaje a Roma para la ceremonia de su consagración.”
Redacté esta carta que el mismo día publiqué en las redes. En ella le expresé nuestro deseo de que su tarea pastoral fuera en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y la paz.
A cinco años de su pontificado, Jorge Bergoglio -que ahora es Francisco y sonríe- ha construido, en un mundo monocorde, el único liderazgo universal que alza su voz contra el neoliberalismo, un sistema que destruye vidas y descarta personas. No es poca cosa.