Un estudio de la Universidad de Ciencia y Tecnología King Abdullah (KAUST) junto a la colaboración de Covid Compass dejó en evidencia los resultados positivos del aislamiento social, preventivo y obligatorio para frenar los contagios de coronavirus y salvar vidas, mientras, se avanza en la cura del virus. Uno de los datos que más impactó es que si España hubiera aplicado la cuarentena desde el minuto cero, se hubieran salvado 73 mil personas. En tanto, a partir del confinamiento, se estima que al menos 8 millones de vidas se salvaron en todo el mundo.
En Argentina, apenas se confirmó el primer caso de COVID-19 (el 4 de marzo), dos semanas después el Gobierno de Alberto Fernández decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el país. A diferencia de los demás países que decidieron aislarse cuando la cifra de muertos y de infectado ascendía velozmente.
Todas esas medidas han servido para salvar 7,9 millones de vidas, la mayoría (7,2 millones) en China.
Ahora, este estudio echa luz sobre los efectos positivos que tuvo la decisión del Gobierno de Argentina y los que hubiera tenido en países donde el virus generó ciento de miles de muertos e infectados y colapsó el sistema de salud. Según las estimaciones del análisis realizado por expertos, todas esas medidas han servido para salvar 7,9 millones de vidas, la mayoría (7,2 millones) en China.
Según el informe, las decisiones de los gobiernos estatales estadounidenses de cerrar escuelas, cancelar eventos públicos y confinar a las personas en sus hogares a partir de mediados de marzo salvó unas 65,000 vidas. Sin esas directivas, el número de víctimas estadounidenses en la actualidad sería de cerca de 100,000 muertes a mediados de abril, cuatro veces más de lo que ocurrió.
Al momento que se publicó el estudio (17 de abirl), el coronavirus había producido más de 2.1 millones de infecciones confirmadas y más de 140,000 muertes en todo el mundo. Los datos relevados por los investigadores aclaran cuán significativo fue el distanciamiento social para reducir la mortalidad y frenar la presión sobre los sistemas de salud en los Estados Unidos y en todo el mundo.
"Nuestras estimaciones modelo indican que las políticas de confinamiento pueden reducir el número máximo de hospitalizaciones", indicó el Dr. Hernando Ombao, profesor de estadística en KAUST. “Podríamos evitar abrumar aún más el sistema de atención médica, que ya está extendido a su capacidad máxima. Esto claramente conducirá a una reducción significativa en el costo médico y posibles muertes", explicó.
No obstante, los expertos advierten que “hay que tener en cuenta que esas vidas que se han salvado se podrían perder más adelante de no mediar soluciones, como terapias efectivas o estrategias de salida inteligentes que reduzcan la tasa de mortalidad”. En ese sentido, el profesor Ketcheson instó: “Debemos ser cautelosos. Aplanar la curva reduce en gran medida la propagación del virus a corto plazo, pero también conduce a una epidemia más prolongada, con un número similar de personas posiblemente infectadas al final. A menos que desarrollemos rápidamente estrategias inteligentes a largo plazo y un tratamiento más efectivo para los casos graves de COVID-19, es posible que solo hayamos pospuesto muchas de estas muertes".
Los especialistas tuvieron en cuenta el número de muertes diarias contabilizadas en cada país, que en el caso de España rondó los 900 casos. También se tuvieron en cuenta datos de experiencias como la del crucero Diamond Princess, que estuvo varado varias semanas en Tokio, Japón, mientras sus pasajeros y tripulación enfrentaban el virus.
Así también reconocieron que el número de muertes evitadas es "importante", pero que es "menor" del que podría haber sido si las intervenciones de reducción y cese de actividad se hubieran tomado con "más antelación".