Se espera que Donald Trump Jr. visite Groenlandia el martes, después de que su padre, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, haya expresado de nuevo su interés por hacerse con el control de la isla ártica.
Se trata de una visita privada, según ha explicado a Reuters el secretario permanente de Asuntos Exteriores de la isla, Mininnguaq Kleist, sin que estén previstas reuniones con representantes del Gobierno groenlandés.
"No hemos sido informados sobre la naturaleza de su programa, y por lo tanto se trata de una visita privada", dijo Kleist, añadiendo que se esperaba que el hijo de Trump aterrizara alrededor de las 1300 GMT, y que permaneciera durante unas cuatro o cinco horas.
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Una fuente familiarizada con el viaje dijo a Reuters que Trump Jr. planeaba una visita de un día para grabar contenidos de vídeo para un podcast y que no se reuniría con ningún representante del Gobierno ni figura política.
Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca con apenas 57.000 habitantes, cuenta con riquezas minerales, petrolíferas y de gas natural, pero su desarrollo ha sido lento, por lo que su economía depende de la pesca y de las subvenciones anuales de Dinamarca.
La capital, Nuuk, está más cerca de Nueva York que de la capital danesa, Copenhague.
"Groenlandia está abierta y quienes deseen visitarnos son bienvenidos", dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Groenlandia en un comunicado.
El presidente electo Trump, que asumirá el cargo el 20 de enero, dijo que su hijo y varios representantes iban a visitar "algunas de las zonas y lugares de interés más magníficos".
En su red social Truth Social, Trump elogió la isla y prometió "¡HACER GRANDE A GROENLANDIA DE NUEVO!".
"Groenlandia es un lugar increíble, y la gente se beneficiará enormemente cuando se convierta en parte de nuestra Nación", escribió.
Trump había expresado su interés en comprar Groenlandia durante su mandato de 2017 a 2021, pero su propuesta fue rechazada públicamente por las autoridades groenlandesas y danesas antes de que pudiera tener lugar cualquier conversación.
La semana pasada, el primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, intensificó en un discurso de Año Nuevo el impulso a la independencia respecto de Dinamarca, liberándola de "los grilletes del colonialismo" para forjar su propio futuro, aunque no mencionó a Estados Unidos.
Aaja Chemnitz, diputada groenlandesa en el Parlamento danés, afirmó que la idea de una absorción estadounidense debe rechazarse con firmeza.
"No quiero ser un peón en los sueños calientes de Trump de expandir su imperio para incluir a nuestro país", escribió.
Hace dos semanas, Trump dijo en Truth Social que "la propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta".
Con información de Reuters
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