El gobierno de Donald Trump está reclutando científicos de Sudáfrica y países de América Latina para colaborar en los ensayos clínicos de vacunas contra el coronavirus respaldados en Estados Unidos. La promesa es facilitar el acceso a cualquier producto que tenga éxito.
Los países elegidos son Sudáfrica, México, Brasil, Perú y Argentina, cuyos investigadores iniciaron conversaciones para unirse a sus colegas norteamericanos a la hora de realizar ensayos a gran escala en humanos. Se trata, según informó la agencia Reuters, de una vacuna experimental de Johnson & Johnosn cuyas pruebas comenzarían el próximo mes. La Operación Warp Speed, que es una colaboración entre el gobierno de EEUU y fabricantes de medicamentos, está dirigida por el ejecutivo farmacéutico Moncef Slaoui que se comprometió con los científicos internacionales a finales de julio.
Hasta el momento, la administración de Trump comprometió casi once mil millones de dólares para financiar el desarrollo de la vacuna, las pruebas, fabricación y almacenamiento de lo que serían cientos de millones de dosis para afrontar al virus.
Según resumió El Cronista, J&J también trabaja junto a fabricantes de medicamentos para coordinar ensayos clínicos a gran escala, para lo que serán necesarias decenas de miles de voluntarios. Los científicos involucrados aseguran que es necesario probar las vacunas para probar su seguridad y eficacia en distintas poblaciones y los funcionarios sanitarios norteamericanos esperan que sea catalogada como exitosa a principios de 2021.
Si bien Trump había planteado la posibilidad de compartir la vacuna cuando lanzó la Operación, esta semana uno de sus funcionarios remarcó que cualquier vacuna para el COVID-19 será repartida de forma equitativa una vez satisfechas las demandas locales.