Casi 300 menores fueron procesados en Tailandia por protestar para reclamar una apertura democrática, afirmó hoy la ONG Amnistía Internacional (AI), que alertó sobre las graves consecuencias que esto puede aparejar para esos jóvenes.
"Niños que tienen toda la vida por delante conocen ya las graves repercusiones de, simplemente, haber participado en unas manifestaciones pacíficas", declaró el vocero de AI en Tailandia, Chanatip Tatiyakaroonwong.
Algunos activistas, de menos de 18 años, podrían pasar "decenas de años entre rejas", precisó.
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Casi 300 personas menores de 18 años han enfrentado cargos criminales en relación con esas protestas, y más de 200 casos siguen abiertos, según Amnistía.
En 2020, en pleno auge del movimiento, decenas de miles de personas participaron en marchas organizadas por estudiantes para exigir la dimisión del actual primer ministro, Prayut Chan-O-Cha, quien llegó al poder en 2014 mediante un golpe de Estado militar.
Las manifestaciones, que también pedían una reforma de la poderosa monarquía del país, perdieron impulso en 2020 por las restricciones sanitarias anticovid y por la amedrentamiento judicial ejercido contra los cabecillas.
Según AI, unos 17 menores fueron acusados del delito de lesa majestad, que puede ser castigado con penas de hasta 15 años de cárcel, informó la agencia de noticias AFP.
Los críticos con el poder aseguran que las autoridades suelen recurrir a ese delito para asfixiar cualquier protesta política.
Según el informe, la persona detenida más joven tenía 11 años.
"Además del enjuiciamiento, algunos manifestantes menores podrían ser renegados o maltratados por sus propios padres a causa de la presión que ejercen las autoridades sobre ellos", declaró Tatiyakaroonwong.
Con información de Télam