Los tanques alemanes Leopard 2, que estuvieron hoy en el centro de los debates de los países aliados de Ucrania reunidos en Ramstein, son reclamados desde hace meses por Kiev, que los considera clave para hacer frente a la invasión rusa.
En el encuentro del Grupo de Contacto de la OTAN sobre Ucrania, en el que participaron unos 50 países, el titular de Defensa alemán, Boris Pistorius, dijo que aún no hay una opinión unánime en su país sobre la entrega de los Leopard.
"No estamos dudando, sólo estamos sopesando los pros y los contras", señaló el ministro alemán, cuyo país está bajo presión desde hace días, ya que varias naciones necesitan su autorización para exportar estos carros de combate.
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"Tenemos la responsabilidad de pensar detenidamente en las consecuencias para todas las partes en conflicto", añadió.
Según los expertos, estos blindados modernos de diseño alemán podrían tener un impacto importante en los próximos combates en el este de Ucrania, donde Rusia ha reanudado la ofensiva tras múltiples reveses.
Pero los países occidentales temen que, pese a las garantías ucranianas, Kiev provoque una escalada del conflicto usando estas armas para golpear el interior del territorio ruso y sus bases aéreas y navales en Crimea, anexada por Rusia en 2014.
En ese contexto, el presidente ucraniano, Volodimir Zekenski, instó hoy a sus aliados a acelerar las entregas de armas pesadas, sobre todo tanques y misiles de largo alcance, para "detener el mal".
"Está en sus manos (poder) lanzar esta importante entrega que detendrá el mal", dijo el mandatario en un mensaje por videoconferencia en el inicio de la reunión para reforzar la ayuda militar a Kiev, organizada por Estados Unidos en la base aérea de Ramstein, en Alemania.
"Puedo agradecerles cientos de veces (por el apoyo ya dado), pero los cientos de gracias no son cientos de tanques", subrayó.
El Leopard 2 combina potencia de fuego, movilidad y protección. Diseñado por el fabricante alemán Krauss-Maffei, fue fabricado en serie desde finales de los años 1970 para reemplazar a los tanques norteamericanos M48 Patton y, luego, a los Leopard 1.
Hasta la fecha se produjeron unos 3.500 ejemplares, indicó la agencia de noticias AFP.
Este tanque de combate de 60 toneladas está dotado de un cañón de calibre 120 milímetros. Es capaz de disparar en movimiento y su motor de 1.500 caballos de potencia le permite una velocidad máxima de 70 kilómetros por hora, con una autonomía de 450 kilómetros.
Según su fabricante, está dotado además de una "protección pasiva integral", eficaz contra las minas y los lanzacohetes. Además cuenta con herramientas tecnológicas que permiten localizar y atacar al enemigo a larga distancia.
Otra ventaja es que el Leopard está bastante extendido en Europa, lo que facilita el acceso a municiones y piezas de recambio y simplifica las tareas de mantenimiento.
Los cuatro últimos modelos siguen utilizándose, entre ellos el 2A4, del que Polonia propone entregar a Kiev 14 ejemplares.
También está el 2A7, del que Berlín no quiere separarse, en aras de su propia defensa.
Finlandia, equipada con más de 200 ejemplares, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), también está dispuesta a entregar algunos de ellos a Kiev.
Según la prensa alemana, otros países europeos también estarían dispuestos a participar en este esfuerzo.
Grecia, con 350 tanques, y Turquía, que utilizó algunos de ellos contra las fuerzas kurdas en el norte de Siria, son los países que más ejemplares poseen del modelo 2A4.
Si Kiev pudiera recibir en total unos 100 tanques Leopard, el efecto sería "significativo" en el campo de batalla frente a las fuerzas rusas, asegura el IISS.
Con los Leopard 2, "un ejército puede romper las líneas enemigas y poner fin a una larga batalla de trincheras", señaló Armin Papperger en el diario Bild. "Con el Leopard, los soldados pueden avanzar decenas de kilómetros de golpe", apuntó.
Con información de Télam