Reino Unido y la Unión Europea acuden este martes por primera vez a los tribunales para resolver una disputa sobre los derechos de pesca tras el Brexit, un caso que podría complicar el reseteo de las relaciones al que aspira el Gobierno británico.
Un jurado formado por tres personas en la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya escuchará los argumentos de ambas partes durante tres días sobre si la prohibición británica de pescar lanzones en sus aguas del mar del Norte infringe el Acuerdo de Comercio y Cooperación (TCA, por sus siglas en inglés) entre la UE y el Reino Unido.
Los tres juristas, procedentes de Francia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, tienen hasta finales de abril para dictar una sentencia definitiva.
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En términos económicos, el caso es insignificante. Reino Unido cifra en 45 millones de libras (56,3 millones de dólares) la pérdida de ingresos de los buques no británicos en el peor de los casos.
Desde el punto de vista político, podría resultar incómodo.
El tribunal, compuesto por tres personas, puede mantener la prohibición o dictaminar que incumple el TCA, lo que permitiría a la UE tomar represalias si no se levanta.
Eso molestaría a los ecologistas y a los partidarios del Brexit, que podrían presionar al gobierno laborista británico para que no ceda, una postura que obstaculizaría las esperanzas de mejorar los lazos con el bloque.
Reino Unido dice que la prohibición de pesca es necesaria, debido al asesoramiento científico sobre la capacidad de recuperación de la especie y el papel que desempeña en la cadena alimentaria de los depredadores: peces más grandes, mamíferos marinos y aves marinas como los frailecillos.
Los barcos británicos no pescan este pequeño pez parecido a la anguila, pero las flotas danesas capturan lanzones que se utilizan como pienso y fuente de aceite.
La UE sostiene que la prohibición es discriminatoria, desproporcionada y no se basa en las mejores pruebas científicas disponibles. Afirma que la prohibición de la pesca del lanzón constituye una restricción injustificada del acceso de los buques de la UE a las aguas del Reino Unido concedido por el TCA.
(1 dólar = 0,7998 libras)
(Información adicional y redacción de Philip Blenkinsop en Bruselas; edición de Tomasz Janowski; edición en español de María Bayarri Cárdenas)
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