Entre improvisación y hermetismo, se empieza a definir el vínculo entre Argentina y China. Esta semana circuló en los medios argentinos una carta que el presidente, Javier Milei, le habría mandado a su par chino, Xi Jinping, para pedirle la ampliación de los Swaps. Sin embargo, ninguna de las dos partes confirmó oficialmente lo que sería una marcha atrás de los dichos del mandatario, que en campaña había prometido no negociar con comunistas. Desde el gigante asiático se muestran dispuestos a olvidar las críticas y buscan un interlocutor en la Embajada, tras el paso de Sabino Vaca Narvaja quien mantenía un vínculo muy cercano.
“Estamos dispuestos a trabajar con el nuevo gobierno de Argentina para el desarrollo sostenido y estable de la asociación estratégica integral China-Argentina”, sostuvo la portavoz de la Cancillería china, Mao Ning, cuando le consultaron por el vínculo con la administración de Javier Milei, sin entrar en detalles sobre la información concreta que se había dado a conocer en los medios. El Destape consultó a fuentes del Ministerio Exterior que aseguraron no tener conocimiento de la carta ni tampoco del pedido de una reunión entre Milei y Xi, aunque manifestaron el deseo de que ese encuentro suceda en el 2024.
Los chinos se jactan de no interferir en asuntos nacionales, por lo que para el gobierno de Xi el color político al que pertenezca el nuevo presidente no es un impedimento para negociar. De hecho a la asunción del mandatario, enviaron al vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, Wu Weihua, que fue considerado un enviado de alto rango pese a los dichos del libertario con respecto a su país. Esperar que a la asunción llegase Xi, era como esperar la visita de Joe Biden. Algo que los jefes de Estado de las potencias solo hacen con un puñado de países en el mundo.
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Por lo que la decisión de dejar atrás el deshielo estaría del lado de la Argentina, que al fin y al cabo es quien más tendría para perder si deja de negociar con su segundo socio comercial, luego de Brasil. No solo en lo comercial, sino también lo que tiene que ver con la ampliación del Swap, especialmente cuando se acercan los vencimientos con el FMI. Por lo que los dichos del libertario en campaña pareciera responder más a una improvisación que ahora con el gobierno en funciones analiza desde otras perspectivas, o simplemente por que se dio un “baño de realidad” ahora en funciones.
“En China saben que una cosa es la campaña electoral y otra después es la gobernanza real concreta del día a día, donde la realidad es que si Milei y compañía quieren plata, el único que está en condiciones de dársela, en condiciones más o menos aceptables, es China”, afirmó el investigador del Centro de Estudios Chinos de la UNLP e integrante del Grupo de Trabajo de CLACSO “China y el mapa el poder mundial”, Sebastian Schulz, sobre por qué para el gobierno de la Libertad Avanza el gigante asiático puede ser más un aliado que un enemigo, como lo ha planteado en términos políticos.
Del lado chino, según explica el especialista, la administración de Xi necesita comprar granos, y buscan ampliar las importaciones argentinas en el marco de lo que se firmó en el megaproyecto de la Ruta de la Seda, pero sobre todo lo que necesitan es seguridad. Algo que no pareciera darse con las idas y vueltas de lo que se vio en campaña y algunas marcha atrás que se ven en las medidas que el gobierno toma, especialmente cuando China puede enviar yuanes a un Banco Central que el actual mandatario había prometido incendiar.
Certezas
“China necesita comprar granos, comprar a lo sumo carnes, pero sobre todo granos y sobre todo un ambiente de negocios confiable para las inversiones que ellos ya tienen radicadas acá. Hay algunas que ellos creen que no van a tener inconvenientes, la cuestión del litio que lo negocian directamente con las provincias, los parques solares, parques eólicos, algunas cosas que ellos tienen en proceso. Después está obviamente la plata que ellos pusieron en la Swap, que no la quieren perder, quieren certeza en relación a eso, no tienen problemas en liberar los fondos siempre y cuando haya certezas”, agregó Schulz.
Por lo que se infiere del especialista, China está dispuesta a aumentar el comercio, las inversiones y la liberación de fondos, pero lo que busca es que le garanticen seguridad. Desde la Cancillería china recordaron cuando asumió Mauricio Macri con un discurso similar al de Milei en cuanto a la dependencia comercial de China y que logró frenar algunos proyectos, que luego fueron puestos en marcha. Esa certeza que busca China es difícil de encontrar en un país que modifica su política exterior y alineamientos internacionales de acuerdo al color político de cada gobierno que se sucede en democracia.
Embajada
Vaca Narvaja era un Embajador carismático para la diplomacia china, que lo mencionaba y mostraba cómo el representante argentino gustaba de recorrer el país, visitar programas de televisión y hasta participar de spots publicitarios. “Tu Embajador es famoso acá”, mencionaban a esta cronista en más de una oportunidad en China. La situación actual es que la Argentina no ha designado aún un reemplazo, más allá de que ya suenan algunos nombres y la casa diplomática se encuentra en un punto muerto, hasta nuevas designaciones.
Desde el gobierno chino están a la espera de las nominaciones de mayor rango, con quienes esperan que puedan avanzar en los proyectos de mayor envergadura. La designación podría darse incluso recién en enero o febrero, según explica a este medio un conocedor de la diplomacia argentina, si el Embajador designado es político necesita el el placet, el aval del Senado.
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“Ellos quieren también certeza en relación al Embajador. Obviamente, no por el Embajador en sí mismo, sino por el hecho de tener a un interlocutor del gobierno de Millei en China. Creo que están esperando cuál va a ser el perfil del Embajador,para conocer el perfil de la relación. Por lo que dijo Mondino (la canciller) en su momento aspiraba a poner a un diplomático de carrera, pero después está toda la rosca política, donde termina incorporando otros actores”, explicó Schulz sobre la incertidumbre acerca de la casa diplomática.
Entre el hermetismo y lo que parece ser la improvisación de un gobierno que ha cambiado el rumbo en algunas de sus propuestas, Argentina y China tienen claro que ambos tienen interés en continuar con las negociaciones. Un punto a mirar es lo que puede pasar en enero, si finalmente el gobierno de Milei desiste de entrar en los BRICS como estaba planeado. La Argentina sumida en una crisis que no para de profundizarse, no pareciera tener demasiadas opciones o poner exigencias y freezar la relación con la segunda potencia mundial, que se muestra dispuesta a continuar con las inversiones y financiamiento, y que por ahora lo que pide son garantías de seguridad.