El líder chiita Sadr anuncia que se retira de la política y estallan las protestas en Irak

29 de agosto, 2022 | 12.43

Decenas de partidarios del poderoso clérigo iraquí Muqtada al Sadr irrumpieron hoy en el Palacio Republicano, un edificio ceremonial situado en la Zona Verde de Bagdad, luego de que el líder chiita anunciara su "retirada definitiva" de la política, en plena crisis institucional.

"Yo había decidido no involucrarme en cuestiones políticas. Por lo tanto, anuncio ahora mi retirada definitiva y cierro todas las instituciones (pertenecientes a su movimiento)", tuiteó al Sadr.

De acuerdo con el líder chiita, seguirán abiertos para las visitas del público solo el mausoleo de su padre, asesinado en 1999, y otras instalaciones patrimoniales.

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"Si me muero o me asesinan, recen por mí", agregó.

Poco después del anuncio del clérigo, los manifestantes enfurecidos "entraron en el Palacio Republicano", que alberga misiones diplomáticas, mientras que varios miles de otros seguidores se dirigieron hacia la fortificada Zona Verde, muchos al grito de "Muqdata, Muqdata", relató una fuente de seguridad.

En el interior del palacio, algunos manifestantes descansaban en sillones en una sala de reuniones, otros ondeaban banderas iraquíes y se fotografiaban, y otros se refrescaba en una piscina en el jardín, informó la agencia de noticias AFP.

Testigos contaron que simpatizantes de un bloque chiita rival, el Marco de Coordinación pro-Irán, dispararon tiros en la zona fortificada en el momento en que los sadristas ingresaban al edificio gubernamental.

El Ejército anunció un toque de queda en todo Bagdad a partir de las 16 local (10 en Argentina).

El estancamiento político es total 10 meses después de las elecciones legislativas de octubre de 2021. Desde entonces, las negociaciones para formar gobierno y nombrar primer ministro siguen sin avanzar.

El anuncio de Sadr se produce dos días después de que dijera que "todos los partidos", incluido el suyo, debían renunciar a sus cargos en el gobierno para ayudar a resolver la crisis política que dura ya varios meses.

El líder chiita. del bloque que encabezó las elecciones del año pasado, con 73 escaños, exigía que se disuelva el Parlamento y elecciones legislativas anticipadas para salir de este encantamiento.

En junio pasado, sus disputados renunciaron a sus cargos en un intento por salir del estancamiento, lo que llevó a que un bloque chiita rival, el Marco de Coordinación pro-Irán, se convirtiera en el principal del Parlamento.

Un mes después, en julio, estallaron las protestas tras la promoción al puesto de primer ministro del país a Mohammed al Sudani, un exministro y exgobernador provincial de 52 años, candidato por el bloque Marco de Coordinación, que representa en el Legislativo a los principales partidos chiíes, excepto el bloque de Al Sadr y sus seguidores.

Los manifestantes irrumpieron en la sede del Parlamento y declararon que no se irían de allí.

A principios de agosto, las protestas se extendieron a siete provincias de Irak, incluida la capital.

Irak es un país multiconfesional en el que las mismas figuras dominan la vida pública desde 2003, cuando cayó el presidente Saddam Hussein.

Los iraquíes afirman que las luchas políticas internas no tienen nada que ver con sus luchas cotidianas.

Irak ha sido azotado por décadas de conflicto y una corrupción endémica.

Rico en petróleo pero con infraestructuras deterioradas, desempleo, cortes de electricidad y servicios públicos que se desmoronan, el país sufre ahora también una grave escasez de agua provocada por una sequía que ha causado estragos en amplias zonas del país.

Con información de Télam