Rusia justificó este domingo el ataque que lanzó contra el puerto ucraniano de Odessa y dijo que destruyó un galpón con misiles enviados a Ucrania por Estados Unidos. En paralelo, ratificó que respetará el acuerdo que acaba de firmar con Ucrania -con Turquía y la ONU como mediadores- para permitir que los granos producidos en ese territorio en conflicto empiecen a ser exportados por ese puerto y otros que se encuentran bajo su control.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que una embarcación militar ucraniana también fue destruida en el ataque de ayer en el puerto sureño de Odesa, en el mar Negro, lanzado apenas un día después de que Rusia y Ucrania firmaran el acuerdo para reanudar la bloqueada salida de los cereales y aliviar la crisis alimentaria global causada por la guerra. "Misiles de largo alcance de alta precisión basados en el mar destruyeron un buque de guerra ucraniano atracado y un almacén con misiles antibuque Harpoon suministrados por Estados Unidos al régimen de Kiev", dijo a periodistas en Moscú el vocero de ese ministerio, general Igor Konashenkov, sobre el ataque en la zona portuaria de la ciudad de Odessa.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, sostuvo que el ataque a Odessa había destruido "la posibilidad misma" de un diálogo con Rusia, una esperanza que había surgido tras el acuerdo para exportación de commodities. Además, la Cancillería ucraniana consideró el bombardeo ruso como "una escupitajo en la cara" de Turquía y la ONU, que mediaron en la firma del acuerdo en la ciudad turca de Estambul.
No obstante, el Comando Militar Sur de Ucrania informó que que ninguna instalación de almacenamiento de granos había sido atacada, un punto clave del acuerdo. El Ministerio de Defensa turco, uno de los dos garantes del acuerdo, confirmó esta información y dijo que había recibido informes de las autoridades ucranianas sobre el golpe de un misil en un silo y de otro cerca, aunque ninguno había afectado la carga en los muelles en Odesa.
El acuerdo firmado en Turquía contempla desbloquear la exportación a través del mar Negro de 22 millones de toneladas de cereales ucranianos que están retenidos en puertos ucranianos debido a la guerra entre Ucrania y Rusia desatada por la invasión rusa de febrero pasado. Ucrania es uno de los principales exportadores de granos del mundo. También busca reanudar las exportaciones de fertilizantes rusos impedidas por sanciones que estados Unidos y otros países aplicaron a Rusia por la invasión de Ucrania.
Turquía y la ONU dijeron que el acuerdo debería ayudar a paliar la crisis alimentaria global provocada por la escasez de los granos ucranianos y de fertilizantes rusos en los mercados mundiales, cuya contracara ha sido una ola inflacionaria global resultante de un fuerte aumento de los precios de los alimentos. El acuerdo también compromete a ambas partes a abstenerse de realizar ataques en tres puertos del mar Negro desde donde deben salir los granos por corredores seguros: Odesa, Chernomorsk y Yuzhny.
Por eso, el ataque ruso a Odessa activó las alarmas internacionales de nuevo. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que arrojaba "serias dudas sobre la credibilidad del compromiso de Rusia con el acuerdo de ayer".
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Sin embargo, no quedó claro cómo el ataque podría afectar los planes para reanudar el envío de granos, que desde el mar Negro deben llegar al mar Mediterráneo a través de el estrecho del Bósforo, en Estambul. En esta ciudad ya funciona un centro operativo para coordinar los envíos e inspecciones de los barcos para garantizar que lleven granos y el ministro de Infraestructura ucraniano, Oleksandr Kubrakov, afirmó este domingo en Facebook que continuaban "con los preparativos técnicos para el lanzamiento de exportaciones de productos agrícolas" desde sus puertos.
Mientras la cooperación comercial parece avanzar, el frente militar sigue empeorando. Autoridades ucranianas informaron este domingo de más bombardeos rusos en el sur y en el este de Ucrania, en coincidencia con una gran ofensiva rusa en curso para tratar de conquistar al región oriental ucraniana conocida como Donbass.
Rusia ya controla todas las grandes ciudades de Lugansk y prácticamente todo su territorio, así como la mitad de la provincia de Donetsk, donde Ucrania tiene aún en su poder tres importantes ciudades.
Con información de Télam