(Por Agustín Argento).- La actriz Gabriela Pastor vive en Buenos Aires desde hace 20 años y acaba de protagonizar "El monte", cinta rodada en su Formosa natal, en una trabajo que la reencontró con la naturaleza y que se estrenó el pasado jueves, mientras en Buenos Aires espera el debut de una obra de teatro que protagoniza y la reposición de otra, escrita por ella.
"Extraño mucho mi casa de allá, el verde, ir al río, el atardecer, ver la luna como cae sobre Paraguay. Eso es algo que no quiero pensar mucho porque me emociono. Extraño eso", dijo Pastor a Télam con motivo del estreno de la película dirigida por Sebastián Caulier.
Justamente es la naturaleza una de los personajes principales de la película que comparte con Gustavo Garzón y Juan Barberini en el elenco.
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"Hay algo del sonido del monte que se trabajó un montón y de los animales, para que esa naturaleza que está tan presente en la película no sea solo visual. Hay un trabajo ahí súper minucioso y muy lindo", dijo. Pero el sonido no es todo. La fotografía inunda la pantalla y sumerge al espectador en esta experiencia donde los árboles y las plantas parecieran abrazarlo.
Sin embargo, pese a la emoción que la invade al hablar de su provincia, tampoco reniega de la vida en la ciudad. "De acá me atrae el estímulo cultural. Yo empecé a estudiar teatro a los 14 en Formosa, estudiaba danza y siempre estuve en contacto con lo artístico. Pero allá somos cuatro gatos locos haciendo teatro. De cine ahora hay una ENERC sede NEA que nuclea gente de Paraguay y Bolivia y de la zona, pero teatro hay muy poco y cine menos. De hecho, ni siquiera hay cine para pasar esta película en Formosa en este momento".
Con Caulier trabaja desde que el director presentó su corto "Los Extraños" para un Historias Breves. A partir de allí, la intérprete participó en los otros tres proyectos de su coterráneo, aunque pese a compartir orígenes, se conocieron en Buenos Aires. "Yo vine para ser actriz, como diría Favio, 'Soñar Soñar'. Fueron coincidencias de la vida; nosotros nos conocimos en un casting y a partir de ahí surgió una amistad ... a partir de trabajar juntos y conocernos".
En Buenos Aires, se encuentra a la espera del estreno de "El Relato", obra que dirige Bernardo Cappa, en el Camarín de las Musas y a que se abran fechas para "Perla Guaraní", en el Espacio Callejón, unipersonal escrito por ella y dirección de Fabián Díaz, con el que ya tuvo varias funciones en CABA y en el interior. Justamente está en ese "guaraní" una de las referencias culturales de Noreste argentino y, especialmente, de Formosa.
T: ¿Cómo nutre Paraguay a la cultura, al arte en Formosa?
GP: Creo que está todo como muy mezclado, porque nosotros éramos territorio más paraguayo que argentino hasta un determinado momento de nuestra historia. Igual tampoco creo tanto en las fronteras, pero sí creo en la identidad cultural, y nuestra identidad cultural como formoseños es paraguaya y está buenísimo que así sea. Yo siempre miré eso con mucho amor y mucha admiración porque mirá lo que es Paraguay, la música que tiene... No sé, yo igual no estoy tan segura que toda mi generación piensen igual que yo, los más chicos sí, pero hubo mucho tiempo que se le dio la espalda a eso para tener cierta identidad de argentinos, más de mirar a los porteños.
T: Se simplifica lo argentino con lo porteño...
GP: Totalmente. Yo creo que igual la sociedad está un poco dividida en eso, como que hay gente que realmente valoriza un montón sus raíces y otra que no tanto. No sé, es compleja la pregunta, pero sí creo que, por ejemplo, en Formosa hay una cantidad de músicos increíbles que viven acá, no viven en Formosa, pero como nosotros vamos a Formosa y mostramos nuestros proyectos, ellos van. Está Matías Arriazu, que fue el primer guitarrista de Liliana Herrero, y durante casi toda la carrera de ella... después están los Dellamea, Marcelo y Hugo, que son unas bestias y ahora tienen un trío con Ernesto Snajer. No sé, hay un montón, algunos se quedaron viviendo allá y son unas bestias y tocan en algún barcito, pero acá tocarían con Pipi Piazzolla. Están en un nivel groso, pero también son elecciones.
T: Con respecto a "El monte", ¿Cómo fue trabajar el personaje, teniendo en cuenta que el protagonista es el monte?
GP: Yo creo que a mi personaje le pasan dos cosas. Primero, de alguna manera acepta ese mandato que todos dan como natural, hasta que en un momento dice que no. Eso me parece todo una contraposición en ella súper fuerte. Meterme en la mentalidad de Irene, que es una chica que nunca salió de su pueblo y que tiene estas creencias, en un punto me fue difícil de entender y en otro no, porque a la vez, es una chica que salía con un tipo mayor y eso, en mi época, era ser una trola. Yo fácilmente me puedo mezclar con la naturaleza y ser una porque no creo que haya diferencias.
T: ¿Cómo fue el rodaje en el monte y la naturaleza?
GP: Para mí, siempre es increíble estar en contacto con la naturaleza, eso te transforma de alguna manera y sobre todo porque después vino una pandemia. Pero también es algo bastante natural, aunque le tengo miedo a las arañas (risas). El primer día, me dieron una cabaña que no tenía la rejillita de la ducha y yo miré el agujerito, pero dije "no importa, me voy a bañar". Me empecé a bañar y empiezo a sentir algo que me trepaba por la pierna y era una araña enorme, que había salido por ese agujerito. Después estuve como una hora con la ducha abierta luchando con la araña porque no la quería matar, pero la quería sacar, muerta de miedo. Respeto mucho la naturaleza. Amo los animales y estar en contacto. Claramente me puedo meter en una historia como la de "El monte" y sentirla verdadera, no soy para nada escéptica con eso. Creo que la magia y lo real está totalmente fusionado y más por mi idiosincrasia y cultura.
T: ¿Qué fue lo que más te atrajo del proyecto?
GP: Me atrajo trabajar con Sebastián. Y me parecía que era un personaje que tenía ciertos desafíos, como esta contraposición que te comenté en un principio. Además, luego, con la reescritura del guion, el personaje se empodera mucho más; me interesaba mostrar ese aspecto de la mujer. Y filmar en en monte de Formosa era lo más atractivo de todo.
T: La historia es un drama shakespereano, que podría haber sido filmado en cualquier lado...
GP: Pasa que el guion tuvo una reescritura, una subtrama que estaba antes y desapareció, y eso hizo que mi personaje adquiriera mucho más empoderamiento, para decirlo de alguna manera. Eso sumado a que íbamos a filmar al monte... yo realmente me meto más en mi personaje, entiendo lo que pasa en el vínculo de ellos y todo, pero como actriz trabajo mucho más el vínculo con lo que tengo con el padre que con el hijo, aunque después de alguna manera termino ayudando al hijo a accionar y a ver qué podemos hacer para salvarlo.
Con información de Télam