La Argentina tendría una oportunidad de salir del cepo cambiario a principios del año próximo, antes de ingresar en la vorágine de las elecciones legislativas, según analistas de la consultora Moody´s. Por su parte, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, sostuvo este viernes en declaraciones radiales que "el cepo no es algo que tenga que resolverse con un urgencia: para el gobierno no es un problema".
"El presidente dijo reiteradamente que el cepo no es un tema que tenga que resolverse con urgencia, sino cuando estén dadas las condiciones para que no generen un problema adicional a la economía. Para el gobierno no es un problema y se va solucionando con la alineación de los distintos tipos de cambios y en algún momento va a suceder", aseguró Francos en declaraciones a CNN Radio.
Sin embargo, analistas de mercado creen que la Argentina podría salir del cepo cambiario a principios del año próximo. Así lo indicó el vicepresidente de Moody´s, Jaime Reusche, quien cree que el fortalecimiento del dólar será "saludable" para la Argentina, a diferencia de otros analistas. También advirtió que el país sigue complicado para afrontar los pagos de deuda en 2025.
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"Vemos un fortalecimiento temporal del dólar norteamericano. Los aranceles deberían generar algo de tensión inflacionaria en Estados Unidos, lo que podría ralentizar la reducción de tasas. En los siguientes meses, un dólar fuerte puede mover los indicadores financieros en países emergentes. Nuestro rol no es tanto ver esos índices, sino los fundamentos económicos y no vemos impacto significativo. Esperamos ver volatilidad", dijo Reusche.
El directivo señaló que el fortalecimiento del dólar "podría elevar más la presión de debilitamiento del peso, pero en nuestra opinión no lo vemos como algo negativo para Argentina. Un dólar fuerte puede ayudar a mitigar la apreciación del peso y a que se gatille un ajuste leve de las finanzas externas, que es lo que falta, pero aun así, no vemos que el efecto sea muy fuerte o afecte nuestras proyecciones de desempeño económico y fiscal".
En declaraciones a Clarín, Reusche señaló que "con el blanqueo, hubo una avalancha de dólares que ha apreciado el tipo de cambio". "Cuando estuvimos el mes pasado en Buenos Aires veíamos que la apreciación real del peso podía significar presiones de la balanza de pagos a futuro y que los fundamentos estaban restando competitividad significativa. A raíz de esto va a empezar a generarse mayor demanda por importaciones. Las presiones devaluatorias podrían ser algo saludable para ajustar la cuenta externa, que hasta ahora no hemos visto", indicó.
Reconoció que si se levanta el cepo cambiario hay un riesgo de salida de capitales, pero explicó que dependerá de "cómo se maneje la apertura de los controles de capitales" y que "la apreciación del peso no genera tanta o más presión que la que ya existía porque tenés un shock de confianza positivo en lo fiscal". Al respecto, sentenció: "El riesgo de salida siempre existió y es independiente del dólar fuerte".
Consultado sobre cuándo sería posible levantar las restricciones cambiarias, señaló que el gobierno argentino "insiste en que estaría tratando de levantarlo pronto y busca el momento oportuno". En cuanto a plazos, aseguró que hay dos ventanas: "Una a principios de año durante el primer trimestre, ya que luego entrás en el período electoral y las legislativas complicarían la salida en ese momento, y la otra se abriría luego de los comicios, más cerca de fin de año. Si se da, posiblemente sea en esos dos momentos. Están tratando de proceder con cautela, pero a la vez tienen urgencia y sigue la incertidumbre".