La confesión de Del Potro que impacta al tenis argentino: "Una lucha que tengo a diario"

La confesión de Juan Martín Del Potro sobre su actualidad que impacta al tenis argentino, a días de la exibición en nuestro país ante Novak Djokovic.

08 de noviembre, 2024 | 17.47

El alejamiento anticipado de Juan Martín Del Potro del tenis profesional todavía duele en Argentina, pero a nadie más que a él. A más de dos años de su último partido, en la primera ronda del ATP de Buenos Aires, "Delpo" confesó que aún le está costando adaptarse al retiro y detalló las cuentas pendientes que le quedaron en la actividad. 

El 8 de febrero del 2022, Del Potro tuvo su última vez en el tenis, cuando perdió ante Federico Delbonis por 6-1 y 6-3 después de haber recibido una invitación de la organización del torneo argentino, aunque en ese momento no era lo que esperaba. El dolor en la rodilla, después de varias operaciones en la rótula derecha, por una fractura que sufrió en octavos de final de Shanghai de 2018, le impidió seguir en el tenis y hasta empezó a sufrir consecuencias en el día a día de su vida.

“Yo quería ser número uno. Y sentía que podía serlo. Pero me rompí la rodilla. Me quedó siempre esa espinita de que bueno, no sé, también en la vida por algo pasó lo que pasó y fue un aprendizaje. Pero, después, cumplí por demás las expectativas que tenía con el tenis y para mí fue un honor haber hecho mi carrera al lado de Novak, de Rafa, de Roger, de Wawrinka, de Murray, de Ferrer. Me voy a dormir tranquilo diciendo: ‘Ya estoy, ¿qué más le puedo pedir al tenis?’”, comentó Del Potro en una entrevista con el periodista Sebastián Torok para La Nación.

Aquel partido con Delbonis todavía lo recuerda como si fuera hoy y cómo impactó en su cabeza. "Mi retiro fue forzado, no fue deseado ni buscado. Conté hace dos años que estaba en un proceso de entender cómo es la vida sin el tenis, porque me cuesta, es la verdad. Hoy me sigue costando. Ahora estoy entrenando para el partido (Djokovic) y veo que no perdí potencia, que el drive sigue andando bien y me viene a mi cabeza decir: ‘Tendría que estar en otro lado en este momento o con otra vida de la que estoy llevando’. Ahí es donde hay una lucha que tengo a diario en lo emocional, psicológica". 

El tandilense debió lidiar con más de cinco años fuera de las canchas por lesiones en sus muñecas y rodilla. Sobre cómo fue viviendo los momentos de incertiumbre para las posibles vueltas al tenis, expresó: "Eso te va fortaleciendo, pero al final del día uno nunca se siente tan fuerte como todas las cosas que te pueden venir de golpe. Tuve muchas cosas al mismo tiempo. Y me creía una persona con personalidad fuerte, bien parada para afrontar cualquier cosa que se me pusiera en el camino, pero la verdad que ahora, en este último tiempo también aprendí que… ‘¿Saben qué? No soy tan fuerte como creía o ustedes me veían. ¿Y saben qué? Sí, lloro y no duermo y tengo ansiedad y a veces estoy deprimido’. Y de repente hago mucha más terapia de la que tenía que hacer porque no soy tan capaz de sobreponerme a ciertas cosas de la vida que me están tocando. Y hoy no reniego de no ser tan fuerte o sentirme un poco débil. Es lo que me toca y la voy llevando, a veces mejor, a veces peor".

El partido exibición con Novak Djokovic

Delpotro jugará contra Novak Djokovic en lo que será partido despedida del tenis, una exhibición en el estadio Mary Terán de Weiss Parque Roca, en la Ciudad de Buenos Aires. Sobre cómo fue la negciación con el serbio, Juan Martín detalló la gran predisposición del serbio: "Hasta antes del último Miami Open él tenía rumores, se corría una pequeña noticia, pero hacía mucho que no nos veíamos. Un día en Miami me dice: ‘Delpo, sé que estás acá, quiero que vengas a cenar y charlemos’. Obviamente cancelé todos mis planes y fui a cenar. Era una alegría volver a verlo y tuvimos una charla increíble, hablando de la vida, de los partidos, de los jóvenes, de Alcaraz y de Sinner. Fue una charla espectacular que en competencia nunca hubiéramos imaginado. Son cosas lindas que te da el tenis una vez que ya no estás ahí peleando por los puntos", comenzó diciendo.

"Y después de horas de charla y entrando más en confianza, dijo: ‘Bueno, contame de tu vida. ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo estás? Hay noticias que circularon, ¿son verdad, son mentira? ¿Cómo estás con eso?’. Después me dijo: ‘Bueno, vayamos al punto. ¿Es verdad que querés hacer tu despedida, jugar un partido en Argentina?’. Le dije cómo me sentía: ‘De una única manera que esto se lleve adelante es si vos tenés ganas de acompañarme ese día. Si no yo emocionalmente no voy a estar preparado para afrontar esto y tampoco estoy convencido’. Y me dijo, así, contundente: ‘Contá conmigo para lo que te pueda ayudar. Tengo Juegos Olímpicos, tengo Arabia [el torneo de exhibición], torneos, esto, lo otro, mi familia, pero de alguna manera te voy a acompañar en tu último rato adentro de la cancha’. Y para mí fue muy emotivo porque un tipo como él, con el calendario apretado que tiene, con las cosas que se juega semana a semana, las miles de ofertas que tiene de todo tipo, que haga un paréntesis y venga por un par de horitas a Argentina para estar conmigo y con la gente, que también lo ama, fue súper especial", cerró "Delpo" sobre el máximo ganador de Grand Slams.

La coronación de Argentina en Copa Davis

Consultado sobre la histórica consagración en la Copa Davis 2016, Del Potro recordó aquel momento de gloria para el deporte argentino. "Fue la frutilla del postre a la carrera que ya venía haciendo. Nosotros [los argentinos] siempre buscamos esa Copa que falta o ver dónde se le puede exigir más a nuestros atletas porque lo queremos todo. Y tras tantas frustraciones con la Copa Davis, haberla logrado la puso en un escalón más especial y a mí, me dio, además de mucha felicidad, un gran alivio. Al día siguiente de haber ganado la Copa dije: ‘A partir de ahora duermo tranquilo’.

"El grupo entendió muchos errores del pasado. Había humildad para escuchar diferentes opiniones. A mí me habían dado un lugar desde el que podía aportar experiencias pasadas diciendo: ‘Esto se hizo bien, esto se hizo mal, por acá recomiendo ir, esto habría que modificarlo porque cuando lo hicimos así no nos fue bien’. Y después había un líder que era (Daniel) Orsanic que, como capitán, reunía virtudes. El tipo logró entender cómo tenía que llevar al grupo. Nosotros éramos más o menos todos de la misma edad, nos conocíamos desde chicos, cada uno supo el rol que ocupaba", cerró quien llegó a ser número 3 del mundo en 2018.