"La espera" del cazador internado en monte y sumido a su instinto

20 de abril, 2023 | 13.39

Daniel Mansinelli es un cazador que dedica su vida a una actividad vilipendiada, pero que lleva adelante con hidalguía y responsabilidad, en una tarea que desde hoy puede verse en cines gracias al filme "La espera", de Ingrid Valencic y Celeste Contratti.

"Me daba cuenta de que estábamos haciendo una película que de alguna manera apoya este tipo de cacería. Podría decir que no tuve ningún problema con eso, pero la verdad es que me llevó mucho tiempo encontrar las respuestas para estar en paz con el material. Tengo claro que su forma de alimentarse es más responsable que la mía y sin embargo la mirada con prejuicio o la mirada ajena fue algo que tuve que trabajar a conciencia", dijo a Télam Valencic.

"Por mi parte -agregó Contratti-, vegetariana hace 17 años, cuando conocí a Mansinelli me encontré con un hombre que conoce su lugar y realiza la práctica de una forma muy consciente del contexto en el que vive. Eso resultó lo más interesante en él cuando la crítica a la cacería deportiva está a la orden del día. En su forma de vida apareció además la naturaleza para ser retratada y se convirtió en un personaje más que se puede contemplar y oír".

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La película se apoya en las imágenes y en silencio, como si las directoras fueran las cazadoras del montero. El cazador espera, paciente, a su presa, mientras la cámara aguarda los instantes para su propia apropiación.

"Cuando alguien caza solo, como lo hace Daniel la mayoría de las veces, lo que se escucha es el viento, los pájaros, animales, insectos, a lo sumo sus pasos cuando camina o el motor de su camioneta", repasó Valencic.

Esa sensación es la que las directoras intentan recrear en la sala de cine. Pero no sólo se trata de lo que uno puede conectar con filme, sino los dispositivos que se activan en cuanto a la memoria y la vida de uno mismo, tanto en cómo vive como en lo que consume.

"Daniel en algún punto siempre simbolizó para mi al cazador que describían los libros de primaria. El cazador que sale a cazar para alimentarse, el que conoce el terreno, el que sabe seguir el rastro de los animales. En algún punto de la historia, ese tipo de consumo se tergiversó para encontrarnos con lo que hoy es una cadena de producción industrial de la carne", aportó Contratti.

Télam: ¿Por qué adentrarse en el monte para seguir a un cazador?

Ingrid Valencic: Había empezado a retratar a Daniel para un cortometraje que se suponía era el final de una etapa educativa. Cuanto más tiempo pasamos con él, fui viendo que sus hábitos y sus prácticas tenían una fuerte conexión con todo lo que pasaba a su alrededor, en el monte. Que faenar un animal de esas dimensiones para aprovechar todo lo posible también conlleva un esfuerzo enorme.

Celeste Contratti: Este es un período especial del año en que los ciervos machos pelean por el celo de las hembras, se los puede escuchar en el monte y se convierte en el momento predilecto para la cacería. De esa forma a lo largo de los años de proceso fuimos hilvanando la historia y lo que queríamos transmitir con ella, hasta llegar a la idea de preguntarnos por el vínculo del humano con la naturaleza y particularmente con el consumo de carne.

T ¿Cómo fue el rodaje con Mansinelli en el monte?

IV: Fue un rodaje muy realista podría decirse, sé que estamos hablando de un documental y eso automáticamente lo acerca a lo real. Me refiero a que literalmente nos dedicamos a observarlo en su aventura o en su espera. Cuando la cámara no estaba encendida hacíamos lo mismo pero conversando entre los tres. Siempre fuimos sólo nosotras dos en el monte y al ser un equipo muy reducido tuvimos la posibilidad de estar al 100% en cada día que compartimos.

CC: La posibilidad de estar solas con él preservó además la forma en la que vive su actividad. El suele ir sólo al monte o acompañado de muy pocos, su mujer, su hijo. Compartimos y disfrutamos de lo contemplativa que puede ser esa vida. Atravesamos los conflictos y los tiempos de la naturaleza. En uno de nuestros viajes llovió tanto que era imposible transitar los caminos que nos sacaban del monte. Tuvimos que esperar algunos días para poder salir. Eso también refleja la influencia y el impacto del entorno en nosotras y en él y esperamos que esa sensación se haya trasladado a la película.

T: ¿La idea siempre fue la de generar un clima inmersivo mediante el silencio?

IV: En general el silencio es ausencia de palabras, pero la naturaleza jamás está en silencio en esta película. En un principio había material de él hablándonos para incorporar al armado pero sentimos que su silencio era más interesante porque permitía que la naturaleza fuera un personaje también y no sólo el fondo de la figura.

CC: Siempre pensamos la película como una experiencia, creo que si los espectadores pueden venir y estar en la sala de cine van a poder percibir lo mismo que vimos nosotras en esta historia. Lo rico que es poder escuchar el sonido de ciertos insectos, aves, poder ver las distintas luces del día sobre los árboles del monte. La idea es trasladar al espectador a ese espacio, que lo viva y lo perciba con sus sentidos.

T: ¿Cuando hablan respecto al prejuicio que existe hoy sobre la caza, se refieren a la caza para conseguir el alimento o también a la denominada "deportiva"?

IV: Creo que el trabajo sobre el prejuicio se trata justamente de detenerse a reflexionar sobre lo que uno cree espontáneamente, poder diferenciar, discernir y no simplemente ubicar a todos los cazadores bajo la misma etiqueta. Supongo que cazar tiene que ser parte de un todo, no puede ser un deporte, algo que corta mi rutina urbana y simplemente me voy a matar animales para sentir que soy un poco rústico también, para "conectarme". Entiendo y creo también que el ideal no existe, Daniel vive en ese pueblo, pasa gran parte del año en el monte y eso le permite cazar y vivir de ese modo.

CC: La caza deportiva era demasiado fácil de criticar. No había punto de reflexión ahí. Creíamos que el espectador de esa otra posible película se iba a ir contento a su casa señalando con el dedo una práctica claramente condenable. Ahora, con esta película tal vez se vaya a su casa con más preguntas que respuestas.

Con información de Télam