Caen las exportaciones de derivados petroleros rusos tras el embargo de la UE

11 de febrero, 2023 | 09.53

Las exportaciones de combustibles de Rusia comenzaron a presentar los primeros signos de desaceleración, al cumplirse casi una semana de la entrada en vigencia del embargo por parte de la Unión Europea (UE) a los productos energéticos refinados rusos.

Los flujos de productos derivados del petróleo, incluyendo, por ejemplo, al diésel y al combustible para aviones, cayeron a 1,9 millones de barriles diarios en los días posteriores a la prohibición que comenzó el 5 de febrero, según datos de la firma de analítica Vortexa compilados por la agencia Bloomberg.

La mayoría de la caídas observadas en los envíos fue en los productos de diésel y gasoil.

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El embargo es parcial ya que establece un tope de precios a los productos refinados, por debajo del cual los países pueden continuar importando los productos.

En concreto, se establece un precio máximo de 100 dólares para las exportaciones rusas de "alto valor", como el diésel y la nafta; y de 45 dólares para productos de "menor valor", como el fuel oil.

No obstante, es difícil trazar conclusiones luego de tan pocos días: tras la prohibición de la UE –en conjunto con el G7 y Australia- del petróleo transportado por vía marítima en diciembre pasado las exportaciones rusas fueron fluctuando luego de un desplome inicial.

Dicha sanción en cuestión incluye un tope al precio de compra de US$ 60 por barril, con el fin de limitar los ingresos rusos de los hidrocarburos.

Como respuesta a las restricciones, Rusia anunció ayer que recortará su producción de petróleo desde marzo próximo en 500.000 barriles diarios, un 5% de su producción.

Según el vocero de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, "hubo conversaciones con un cierto número de miembros de la OPEP+", antes de realizar el anuncio, según la agencia de noticias AFP.

El cártel petrólero, que en octubre pasado dispuso reducir la producción conjunta en dos millones de barriles diarios para sostener los precios, señaló que no va a compensar la caída de la producción rusa, lo cual, junto con el incremento de la demanda de China tras la finalización de sus restricciones sanitarias, podría recalentar el precio internacional del crudo.

La postura de la OPEP es que un aumento en la producción podría generar una sobreoferta en el mercado y, por tanto, reducir los ingresos de sus países miembro al bajar el precio.

Para Amrita Sen, analista del mercado petrolero de la consultora Energy Aspects, “los márgenes de las refinerías están siendo fuertes, lo cual implica un mercado con poca oferta”, y anticipó un barril a “US$ 100 para la segunda mitad del año”.

“La menor producción de Rusia junto con la reapertura de China podría ajustar más la oferta de petróleo en los próximos trimestres”, afirmó Giovanni Stanuovo, analista del banco UBS a la agencia Bloomberg.

No obstante, más allá del recorte anunciado por Rusia, la Agencia Internacional de Energía (AIE) ya anticipaba una caída de la producción rusa de 1,6 millones de barriles diarios para fines de este trimestre, dada la dificultad de Rusia para encontrarle destinos alternativos a su crudo.

Con información de Télam