El Gobierno esquiva la baja de retenciones y los sojeros se ponen cada vez más nerviosos

Las retenciones se volvieron claves para sostener la recaudación fiscal. No solo los productores empiezan a perder la paciencia, también las grandes empresas como Los Grobo.

03 de enero, 2025 | 20.31

“No hay instancia de negociación porque el gobierno se mantiene duro. Dicen que hasta que no se consolide el superávit, no van a bajar los derechos de exportación”. Los sojeros podrán protestar por sus niveles de rentabilidad pero desde el Gobierno ya les dieron todas las señales de que no habrá cambios en las retenciones. Al menos esa es la percepción de Gustavo Idigoras, titular de la cámara que nuclea a los grandes exportadores de cereales (CIARA – CEC). Durante el último mes, las agroexportadoras liquidaron 1966 millones de dólares, un 58% más que lo registrado en el mismo período de 2023 pero con una baja del 1,6% en relación a noviembre.

En el acumulado de todo el año pasado, las cerealeras aportaron 25.090 millones de dólares, un alza del 27% interanual. Para ARCA – la rebautizada agencia de recaudación nacional – el aporte de los derechos de exportación de este sector significó el 4,6% de la masa fiscal total, una mejora de 1 punto porcentual en relación al período 2023.

Ante este escenario, el consultor Javier Preciado Patiño se preguntó: “¿Podrá el Gobierno prescindir de estos ingresos en un año electoral o estará dispuesto a ganar el voto de la franja centro sacrificando ingresos?”

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Ante una consulta de El Destape, desde la CIARA – CEC respondieron que no existe ninguna negociación para la baja de retenciones y que todo queda supeditado a la consolidación del superávit. En esta línea, la administración de Javier Milei apuesta a la entrada masiva de divisas ya sea por el reciente anuncio de un REPO por 1000 millones de dólares o vía acuerdo con el FMI.

“Nada hace suponer que el gobierno avanzará en el corto plazo en la eliminación de las retenciones y mucho menos en una devaluación del peso. Desde el principio, el único objetivo del programa económico del gobierno fue la reducción de la inflación mediante el logro de un superávit fiscal (y su posterior sostenimiento, por supuesto). La supresión de las retenciones tendría un inmediato efecto en la recaudación, en un momento en el que el gobierno enfrenta el problema de ver cómo compensar la reciente eliminación del impuesto PAIS. Tanto la eliminación de las retenciones como una devaluación tendrían un impacto sobre los precios internos (en especial, los precios de los alimentos)”, puede leerse en el último informe de la consultora Vectorial.

Tormenta

Durante la última exposición agro ganadera organizada por la Sociedad Rural, el presidente Milei se llevó varios aplausos a pesar de la fuerte crítica vinculada al esquema de retenciones formulada por Nicolás Pino, titular de dicha entidad.

“Usted sabe muy bien cuál es el problema fundamental del que estamos hablando: los productores seguimos agobiados por los derechos de exportación, las retenciones, que tratan en forma desigual al campo en comparación con los demás sectores económicos y productivos. Las retenciones son un impuesto distorsivo, discriminatorio y confiscatorio. Si se eliminara, surgiría la respuesta inmediata de aumento de producción, aumento de empleo y, en definitiva, la recaudación de otros impuestos más equitativos”, sostuvo Pino.

Milei no dudó en responderles: “Nadie tiene tantas ganas como nosotros, y yo en particular, de salir de este modelo desastroso donde el Estado entre retenciones y cepo le expropia al campo el 70% de lo que produce. Nosotros no vamos a apresurarnos demagógicamente, nosotros vamos a respetar el logro del equilibrio macroeconómico”. Pasó mucha agua bajo el puente. ¿Ahora se avecina una tormenta?

Ya no son solamente los pequeños productores los que presionan para una baja o eliminación de las retenciones, tal como acostumbraban hacer desde la arcaica Mesa de Enlace. Sobre el cierre del año, aparecieron los “titulares”, es decir, los grandes jugadores del mercado como Los Grobo.

En la comunicación enviada por Agrofina, empresa de Los Grobo, a la Comisión Nacional de Valores (CNV), Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) y Mercado Abierto Electrónico MAE, no solo informaron sobre sus imposibilidades de afrontar el pago de un pagaré bursátil sino que “tampoco podrán hacer frente a los vencimientos de los pagarés bursátiles con vencimiento durante el primer trimestre del año 2025”. Un primer trimestre turbulento, con muchos vencimientos de deuda por delante.

El default de Los Grobo y Agrofina fue un mensaje para el Gobierno nacional: con este tipo de cambio, precios internacionales y costos, la actividad no es rentable. Una presión menos solapada que en otras oportunidades.

Números ruralistas

Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), las exportaciones agropecuarias podrían pegar un salto en caso de eliminarse las retenciones y se concretara la prometida unificación cambiaria. “Las ventas se incrementarían en 30.000 millones de dólares, la producción de granos aumentaría en 76 millones de toneladas durante los próximos 10 años y en los primeros 4 años el sector sumaría 2,9 puntos de crecimiento directo al PBI”, indicaron a través de un informe sectorial.

“Este escenario no solo sería positivo para el productor sino que permitiría que se generen nuevos puestos de trabajo y mayores inversiones. Esto a su vez implicaría un mayor movimiento en diferentes regiones del país y un crecimiento en diversas áreas de la sociedad, sería positivo para todos los argentinos”, concluyó Nicolle Pisani Claro, economista en Jefe de FADA.