En ratio con el PBI. En su medición bruta. En moneda extranjera. Cualquiera de las mediciones oficiales, da cuenta de un dato irrefutable, como lo es el hecho de que la alianza Cambiemos endeudó al país en niveles muy superiores a los del kirchnerismo, gobierno que, al igual que el Frente de Todos, redujo la deuda nominada en moneda extranjera y la total en su ratio con el PBI, tal como se mide correctamente en todo el mundo. Ello, más allá de que, dentro del contexto de pandemia, se haya incrementado la deuda en pesos corrientes.
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Fueron, de hecho, los mismos ministros de Economía del macrismo, Alfonso Prat-Gay y Nicolás Dujovne, quienes dieron cuenta del manejo del endeudamiento llevado adelante durante los gobiernos de CFK, señalando el primero de ellos que el kirchnerismo abonaba las deudas “en efectivo” en lugar de refinanciarlas, y dando cuenta el segundo de la “bendición” de que Argentina tuviera en 2016 niveles de endeudamiento “bajísimos”.
Lo que continuó entre 2016 y 2017, de acuerdo a datos del sitio especializado en finanzas Bloomberg, fue el mayor endeudamiento entre los países emergentes, con niveles por encima incluso que China (en términos incluso absolutos) hasta que una vez agotado el crédito internacional, el macrismo volvió a recurrir al FMI, en este caso para solicitar el mayor préstamo en la historia del organismo, el cual solo fue interrumpido en sus desembolsos por la decisión política del actual gobierno, al no aceptar los cerca de 13.000 millones de dólares restantes que tenían como único objetivo abonar las deudas de bonistas privados. En su lugar, se prefirió reestructurarlas, logrando un ahorro de 34.800 millones de dólares.
Dicha reestructuración, se desarrolló además en medio del contexto pandémico, que implicó que al igual que en la mayor parte del mundo, Argentina debiera inyectar recursos fiscales para sostener la economía, frente a la parálisis en la que entraron una gran cantidad de sectores productivos. El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) recibido por 9 millones de adultos, o el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), otorgado a 150.000 empresas y un millón quinientos mil empleados, fueron algunos de los programas que el gobierno debió financiar en medio de un país en el que la pandemia, sumada a los coletazos de la recesión macrista, hacían bajar de forma contundente la recaudación fiscal.
Así y todo, lo paradójico es que en medio de la peor pandemia en un siglo, el saldo del endeudamiento de los primeros dos años del actual gobierno resulta mucho menos oneroso para el país que el de la alianza Cambiemos, pues si bien la deuda bruta se incrementó, la misma se encuentra en un nivel menor en su ratio con el PBI, pero fundamentalmente, se prescindió totalmente del endeudamiento en dólares.
Dato mata relato
Los números son contundentes. En 12 años, el kirchnerismo incremento la deuda pública en 48.000 millones de dólares, pero al medirla sobre el PBI, es decir en relación al tamaño de la creación de riqueza del país, la bajó del 118 al 56 por ciento. El macrismo, por su parte, en solo 4 años la incrementó en 80.000 millones de dólares, llevándola del 52 al 88 por ciento del PBI. Sin embargo, no son estos números los más gravosos, sino el monto del endeudamiento en dólares. Y es que tal como lo sostuvo el ex vice ministro de Economía Emmanuel Alvarez Agis, de ser lo mismo el endeudamiento en pesos que en dólares, podría proponérsele al FMI abonarle su deuda con pesos.
En este caso, el endeudamiento en dólares se redujo durante el kirchnerismo del 89 por ciento del PBI al 36 por ciento del PBI, mientras que en el macrismo subió 100.000 millones de dólares, lo que representó un aumento del 36 al 69 por ciento por ciento del PBI, un guarismo que, ya con el actual gobierno, volvió a descender en el tercer trimestre del año pasado (67 por ciento del PBI), luego de una suba motivada no por el incremento de deuda en dólares sino por la brusca caída del PBI en el año pandémico.
Con todo, la diferencia de sustentabilidad en materia de deuda que los gobiernos kirchneristas y del Frente de Todos le imprimieron a esta política, no guarda vinculación con el manejo comunicativo. Según una encuesta de diciembre de la consultora Analogías, solo la mitad de la población sabe que el préstamo del FMI fue concedido a Macri. El 50 por ciento restante, se divide por partes iguales entre los que creen que lo solicitó Alberto Fernández, y quienes admiten no saber nada sobre el tema.