Un exfutbolista que jugó con Marcelo Gallardo en River se alejó totalmente del fútbol argentino y actualmente trabaja en una ferretería, fuera de los flashes de Buenos Aires. Si bien fue uno de los mejores en su puesto en su época y hasta se destacó en Italia, destacó que el hecho de haberle puesto un punto final a su carrera en el deporte profesional marcó una bisagra en su vida.
El protagonista es nada menos que Leonardo Talamonti, zaguero que debutó en 2001 en Rosario Central y se retiró a los 35 años en 2017 en Platense. Además, vistió las camisetas de Lazio, Atalanta, Sportivo Belgrano y Atlanta. En total, en "El Millonario" apenas estuvo en la temporada 2005-2006, con 32 partidos oficiales y 2 goles anotados.
Talamonti, ex River, hoy trabaja en una ferretería: "El fútbol te entierra"
En la entrevista con La Nación, el exdefensor rosarino de 41 años analizó su vida y consideró que “el fútbol te entierra" porque "terminás de jugar y el mundo se olvidó de vos”. Además, recordó la trascendencia de César Luis Menotti en su carrera: "César me agarró a los 20 años y me cambió la cabeza en todo sentido. Cambió el estilo de juego de una época en donde era todo pelotazo y segunda pelota".
Incluso, manifestó que sigue en contacto con el vigente Director de Selecciones Nacionales: "Hace un año le mandé un mensaje y me preguntó cómo andaba. Se acordaba de mí y eso fue un orgullo". "Recuerdo sus charlas en Central, antes de los entrenamientos, que duraban 40 minutos y capaz con otro técnico, pasaban 10 minutos y te hartabas. Acá pasaba el tiempo y querías que siguiera hablando”, llenó de elogios al entrenador campeón del mundo con Argentina en 1978.
A la hora de repasar su recorrido en las canchas, "La Oveja" manifestó que hasta él mismo se sorprendió cuando pasó a préstamo a Lazio en 2004: "Me vendieron en una tarde... Apareció un grupo empresario que era un salvavidas para los clubes, pero los jugadores padecíamos esos manejos". Al mismo tiempo, señaló que "existían triangulaciones para concretarse la operación y uno se sentía esclavo, eras propiedad de un representante".
“Fue todo de golpe, uno veía a ese equipo por la tele y a los seis meses estaba jugando ahí”, rememoró Talamonti con relación al club romano. “Te encontrás con cosas que no imaginás, fue algo que me sirvió muchísimo. Maduré de golpe”, reconoció de cualquier manera.
Sin embargo, el exjugador jamás se terminó de adaptar al Calcio y regresó a su tierra para vestir la camiseta de River a mediados de 2005. Tras una sola campaña en la entidad de Núñez, se fue a Atalanta, donde brilló hasta 2011. Allí decidió retornar al "Canalla" y así lo rememoró: “Sentí que era el momento. Tenía 29 años y una carrera atrás. Mi familia y mis amigos me decían: ‘¿Cómo vas a volver al país, que es un quilombo?’. Pero fui en contra de todos".
"Después el contexto me generó un estrés enorme, un desgaste en la cabeza que no me permitía jugar... Tuve muchas lesiones, desgarros, fue bastante difícil y no como pensaba”, admitió con respecto a su flojo segundo ciclo en Central, en el que no se sintió parte del Ascenso a la Primera. “Estuve un par de meses sin jugar y recordé una frase de Daniel Passarella en River, cuando me dijo que en el fútbol el 80% de las cosas son negativas. Yo di mucho en cada equipo que jugué y siento que no merecí algunos maltratos", se sinceró el santafesino acerca de las críticas del periodismo hacia él.
La ferretería, el nuevo refugio de Talamonti
Acerca del negocio al que le dedica la mayor parte de su tiempo en la actualidad con 41 de edad, el rosarino puntualizó: “Hace cinco años que estoy a cargo. Abro el local a las 7.30 y cierro a las 19.30. Estoy todo el día adentro". "Me gusta mucho el rubro, el hecho de interactuar con la gente del otro lado del mostrador, asesorarlos. Me apasiona”, profundizó.
Además, "Tala" contó que hizo un curso de electricista en Soldini, cerca de su pueblo natal Álvarez en Santa Fe, y recordó una anécdota allí: “En una de las clases, el profesor nombró mi apellido para dar el presente y un alumno, que siempre asistía con la ropa de Rosario Central, se acercó para preguntarme cómo estaba mi hermano, dando por entendido que no era yo el jugador". "Al explicarle que sí era, de inmediato me dijo: ‘Y, ¿qué haces acá?´. Fue un momento gracioso”, concluyó entre risas.