En Argentina existen 60 especies distintas de alacranes, las más venenosas se han adaptado a vivir en las grandes ciudades del país, lo que hace que cada año se registren más picaduras, casos graves y muertes. En zonas urbanas como Buenos Aires, Mendoza, Rosario y Córdoba, el aumento de estos casos se relaciona a varios factores que van de la población de cucarachas a la actividad nocturna de los alacranes, que buscan alimentarse y refugiarse en grietas, desagües y acumulaciones de escombros.
Estos arácnidos venenosos, originarios del norte argentino, se han desplazado hacia zonas urbanas de las que no eran originarias. La expansión de estas especies se debe no solo al cambio climático, que genera temperaturas más cálidas, sino también al aumento de la urbanización y al movimiento de mercaderías, lo que facilita su distribución y supervivencia en el centro y norte del país.
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El alacrán más peligroso en Argentina es el Tityus trivittatus, cuyo veneno puede ser letal si no se actúa rápidamente, especialmente para niños pequeños y adultos mayores. Según explica el Dr. Andrés Ojanguren, biólogo investigador del CONICET, Jefe de la División Aracnología del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, existen más de 60 especies de escorpiones en el país, aunque sólo tres de ellas representan un peligro real para la salud humana: Tityus carrilloi, Tityus confluens, y Tityus trivittatus, todas se han adaptado altamente al entorno urbano.
El experto resalta que si bien Buenos Aires reporta varios casos cada año, la disponibilidad de sueros antiescorpiónicos, producidos desde hace unos 20 años en el Instituto Malbrán, ha evitado fatalidades. “Los niños son el grupo más vulnerable, ya que la dosis de veneno que pueden recibir suele desencadenar síntomas graves, siendo las afectaciones al sistema nervioso su forma más peligrosa” señala el biólogo.
Durante los meses más cálidos, estas especies aumentan su actividad. “Aunque en invierno presentan cierta actividad residual, es durante el verano que se registran la mayoría de las picaduras”, comenta Ojanguren. Las ciudades más afectadas son aquellas que combinan un clima cálido y urbanización, como las del NEA (Formosa y Catamarca) y los grandes centros urbanos (Santa Fe, Mendoza, Córdoba, CABA, Gran Buenos Aires y Rosario).
Según el Dr. Gabriel Arcidiacono, médico pediatra y toxicólogo UBA, estas son especies que se adaptaron a vivir con nosotros. Estos arácnidos resisten mucho tiempo sin agua y sin alimento por lo que su población se mantiene estable durante todo el año.
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Un estudio de la Sociedad Argentina de Pediatría relaciona la casuística de incidentes de picaduras de alacranes con la existencia de los subterráneos en la ciudad, señalando a las zonas aledañas a las líneas A,B.C.D.E y H cómo más propensas para la existencia de estas especies. “Es decir, existen más casos de picaduras en todas las zonas aledañas a los subterráneos en CABA, mientras que en otros centros urbanos, la cantidad de picaduras está relacionada a la cercanía de obras de construcción o basurales” sostiene el especialista.
Cómo darte cuenta si te picó un alacrán
“Una picadura de alacrán –o escorpión como también se los conoce– provoca dolor inmediato e intenso, hormigueo, piloerección o piel de gallina en la zona puede ser que solo notemos una pequeña lesión como un pinchazo". A su vez, también "puede evolucionar, o no, a manifestaciones como palpitaciones, sudoración, respiración agitada, fiebre e hipertensión. En los casos más graves aparecen manifestaciones como numerosos vómitos , diarrea, dolor abdominal y convulsiones. El veneno produce una liberación descontrolada de neurotransmisores, como acetilcolina y catecolaminas, responsables de las manifestaciones sistémicas del envenenamiento”, comenta el especialista.
Además, si es posible, “se recomienda capturar al escorpión muerto y llevarlo al hospital para facilitar la identificación de la especie, ya que no todas son peligrosas pero la mayoría de los alacranes pican”, comenta el toxicólogo.
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Los síntomas de la picadura incluyen dolor intenso, vómitos, palpitaciones y en casos graves requieren tratamiento inmediato con suero antiescorpiónico. La proliferación de estos artrópodos se potencia en ambientes con alta humedad y presencia de otros insectos, como cucarachas, que son su principal fuente de alimento. Ambos especialistas recomiendan medidas preventivas como:
- Colocar rejillas en desagües y burletes en puertas y ventanas para impedir su entrada.
- Revisar zapatos y ropa antes de usarlos.
- Mantener los espacios ordenados y libres de escombros para reducir sus refugios potenciales
“También es importante, cómo en todos los accidentes con animales, contar con el carnet completo de vacunas principalmente la vacuna antitetánica” comenta Arcidiacono.
Qué hacer en caso de picadura
“Las picaduras suelen ocurrir en pies o manos al manipular ropa o calzado sin revisarlos. Es muy común casos donde las personas dejan ropa o zapatillas en el piso y luego se los ponen sin chequear que haya algo adentro”, sostiene Arcidiacono. Ante una picadura, es fundamental acudir de inmediato a un centro de salud, especialmente si la víctima es un niño. Aplicar hielo en la zona ayuda a reducir el dolor mientras se espera asistencia médica
“Ante cualquier síntoma tras una picadura, no utilices remedios caseros y acudí rápidamente a un hospital. La rápida aplicación del suero es la mejor garantía para evitar complicaciones graves. Haber tenido un accidente con un escorpión venenoso no es el único criterio que el médico valora para la administración del antiveneno. Por lo que es importante saber que hay situaciones donde no es necesario administrarlo. Decisión que valorará el médico tratante con el servicio de toxicología”, concluye el especialista.