Este viernes, 27 de septiembre, la Iglesia Católica celebra a San Vicente de Paúl, conocido como el "santo de la caridad". Nació en Pouy, Francia, en 1581, y dedicó su vida a ayudar a los más necesitados, dejando un legado imborrable hasta nuestros días.
San Vicente de Paúl fue sacerdote desde 1600 y fundó varias organizaciones que se convirtieron en pilares de la ayuda social. Entre sus obras más destacadas está la Congregación de la Misión, conocida como los Padres Paúles, quienes se dedican a la evangelización de zonas rurales y al servicio de los pobres. Además, junto a Santa Luisa de Marillac fundó las Hijas de la Caridad, una congregación religiosa femenina que se ha expandido por todo el mundo para asistir a enfermos y desfavorecidos.
La visión práctica de San Vicente de Paúl para organizar la caridad de manera efectiva lo hace recordado no solo por su espíritu de servicio, sino también por su capacidad de inspirar a otros. Su frase "El amor es inventivo hasta el infinito" resume su filosofía de vida, la cual ha motivado a miles de personas a unirse a su causa humanitaria.
Actualmente, las organizaciones de San Vicente de Paúl están presentes en más de 150 países, brindando apoyo a millones de personas necesitadas. Su legado sigue vivo y continúa siendo inspiración para muchas organizaciones benéficas alrededor del mundo.
En junio de 1660, las fuerzas de Vicente de Paúl comenzaron a flaquear, hasta su muerte en París el 27 de septiembre de ese año. Henri de Maupas du Tour, predicador de su funeral, declaró: "Poco le faltó para cambiar la faz de la Iglesia". Sus reliquias se conservan en la Capilla que lleva su nombre, ubicada en 95, rue de Sèvres en el distrito 6 de París, la cual también es la sede actual de los sacerdotes lazaristas de la Congregación de la Misión.
Tras la muerte San Vicente de Paúl, su corazón fue extraído y puesto en una urna que aún se conserva en la casa madre de las Hijas de la Caridad en París, en el rue de Bac, lugar de las apariciones de la Virgen Milagrosa. Santa Catalina Labouré, la vidente de la virgen de la medalla Milagrosa, asegura en sus escritos haber visto en una aparición el Corazón de San Vicente de tres colores distintos.
San Vicente de Paúl fue beatificado el 13 de agosto de 1729, por el papa Benedicto XIII, y canonizado el 16 de junio de 1737, por el papa clemente XII.
Oración a San Vicente de Paúl
Oh San Vicente de Paúl, Apóstol de la caridad y modelo de servicio a los pobres, que encarnaste las virtudes del verdadero discípulo de Cristo,
Ilumínanos con la sencillez de corazón para poder ver claramente la voluntad de Dios.
Concédenos la humildad para reconocer nuestras limitaciones y servir con dedicación.
Infunde en nosotros la mansedumbre para recibir a todas las personas con apertura y paciencia.
Ayúdanos a vivir la mortificación, renunciando a nosotros mismos por el bien de los demás y enciende nuestros corazones con celo por las almas, acercando a todos hacia Ti.
Tú, que encendiste una llama de caridad en el mundo,
Guía a los misioneros vicentinos en su labor.
Inspirados por tu vida y ejemplo, puedan llevar el Evangelio a tierras lejanas y corazones necesitados.
Concédeles fuerza y valentía en su dedicación y que su misión sea guiada por el Espíritu de Dios.
Te pedimos especialmente, oh San Vicente, que intercedas por las vocaciones, tanto a sacerdotes como hermanos, que sigan tu camino de entrega y servicio.
Dales claridad para discernir el llamado de Dios en sus vidas y fortaléceles en su entrega total a la misión de llevar el amor de Cristo a los más necesitados.
Ayúdanos a ser instrumentos de paz y justicia,
Seguros del plan de Dios.
Concédenos la gracia de crecer en santidad,
Y de caminar cada vez más cerca de Dios.
Amén.
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