Alumnos de la UNSAM diseñaron y armaron tres prótesis a un niño que nació sin piernas y sin un brazo: “No son solo estudiantes, cambian la vida de las personas”

Fue en el marco de la carrera por la licenciatura en Órtesis y Prótesis de la Universidad de San Martín, única en brindarse en una universidad pública en todo el país. Para hacer que todo fuera posible, utilizaron recursos que ya tenían o financiaron sus propios elementos.

28 de enero, 2025 | 00.05

Félix Joel tiene 8 años y practicó, a lo largo de su corta vida, taekwondo, bochas y tenis de mesa. Haber nacido sin las dos piernas y su brazo derecho no le impidió hacer actividades deportivas y artísticas, en parte gracias al acompañamiento del Centro Terapéutico Ruca Hueney. Lo que no sabía Félix es que un simple pedido en ese lugar derivaría en una gestión estudiantil para lograr confeccionar una prótesis de cero y mejorar su calidad de vida.

"Quiero conseguirle una silla de ruedas", fue lo que expresó su mamá en el Centro Terapéutico. Ese pedido de ayuda, en parte para poder transportarlo a la escuela, llegó a Mirta, una mujer que atiende una ortopedia y que también es exalumna de la UNSAM. Fue ella quien ni bien escuchó la historia pensó en Rubén Corrao, profesor de la Licenciatura en Órtesis y Prótesis de la UNSAM, que automáticamente habló con la asistente social de Félix, Teresa, para comenzar el camino de arduo trabajo que llevaría al niño a cumplir su sueño: “Pensamos que las prótesis le mejorarían su calidad de vida”, expresa a El Destape.

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Es por eso que acordaron conocerlo y, junto a docentes, alumnos y una médica fisiatra, se embarcaron en el proyecto de que Félix tenga su prótesis, con el análisis correspondiente de los requerimientos y pasos a seguir. “Decidimos en forma conjunta: docente, alumno y una médica fisiatra. Ella nos asistió y diseñó la prótesis le íbamos a hacer y a raíz de eso empezamos con tomas de moldes y distintas pruebas, algunas en la sede de la universidad”, explica sobre el encuentro en el Instituto de Ciencias de la Rehabilitación y el Movimiento (ICRM) de UNSAM, en Núñez.

Luego, Corrao se puso en contacto con el hospital ‘Mi Pueblo’ de Florencio Varela para que ‘les cedieran’ el lugar y así lograr operarlo: “Él era paciente de otro hospital pero la gente del ‘Mi Pueblo’ nos permitió hacer algunas pruebas ahí, lo que se lo facilitó a Félix y su familia porque él es de esa zona”, cuenta.

El rol de la UNSAM en su historia fue clave para que Félix genere un cambio drástico en su vida. Ellos siguieron el diseño y los pasos necesarios para lograr la mejor prótesis para el niño. "Soy docente de la materia práctica en la cual los alumnos aprenden a confeccionar las prótesis. Por lo tanto, se involucraron estudiantes, Silvina Veracruz, la docente que me acompaña en la materia, una amiga fisiatra y yo; todos colaboramos”, especifíca a la vez que destaca: “El papel de los estudiantes fue muy importante y vital porque fueron los que en gran medida colaboraron con el diseño, el desarrollo y la fabricación de los elementos, ya que es parte de su formación”.

Los estudios realizados a Félix, el proceso de diseño, la fabricación y los elementos para la misma tienen un costo millonario, pero fueron los estudiantes los que, en el marco de la materia, utilizaron recursos que ya tenían o financiaron sus propios elementos para hacer que todo fuera posible:  “En el caso de Félix, lo pudimos armar con parte de elementos que fabricamos nosotros, parte de algunos que consiguen alumnos con su propia financiación y algunas cosas que conseguimos de donaciones de otros pacientes que ya no usaban el equipamiento, que se enteraron que hacemos este tipo de trabajo y, como estaban en muy buen estado, los donaron y nosotros los reciclamos para su uso”, comenta Rubén, docente involucrado, a la vez que agrega: “Es por eso que no hemos buscado apoyo por fuera del presupuesto universitario, porque el objetivo era ayudar a Félix y otros mientras los alumnos practícan”.

El 9 de octubre de 2024 Félix, junto a varios amputados de Florencio Varela, recibió su prótesis terminada. Fueron solo seis meses después del primer contacto con la universidad y, con este proyecto, él y otros pacientes "pudieron volver a su vida", tal como expresan desde la página oficial de la UNSAM.

Rubén Corrao le hace frente a la motosierra de Milei y a los recortes presupuestarios de las universidades públicas. Con su labor, resalta la importancia de generar espacios, aprendizajes y enseñanzas que impactan no solo de forma individual, sino colectiva: “Nosotros cumplimos una labor importante. Dentro de las actividades que tiene la universidad se encuentra lo que es extensión y atención a la comunidad o devolución a la comunidad. No solo formamos alumnos, sino que contribuimos con la sociedad en este tipo de trabajos y de atención de pacientes; nos abocamos a realizar las prácticas con personas que no tienen recursos porque de otra manera les resulta muy difícil poder llegar a afrontar esos gastos. Además, parte del costo de los materiales lo asumimos tanto docentes como alumnos, aunque lo que es infraestructura y maquinaria sí se utiliza en las instalaciones que tiene la universidad”.

Si bien muchas universidades nacionales ‘devuelven’ a la sociedad lo que sale ‘de sus impuestos’, la Licenciatura en Órtesis y Prótesis de la Universidad de San Martín es la única carrera de ese tipo en una universidad pública, ya que existe un instituto más donde puede cursarse pero es privado. Solo en UNSAM se puede recibir ayuda con prótesis si no se tiene dinero para pagarlas o una prepaga que las cubra.

Félix no es el primero (ni será el último) que logra tener sus prótesis gracias a UNSAM; la carrera existe hace 60 años y es gratuita para los estudiantes, es decir, cambia la vida de los alumnos a la vez que lo hace con la de los pacientes: “Mejoramos la calidad de vida de quienes no pueden pagar una prótesis, eso es importante”, destaca.

La fuerte caída del poder adquisitivo y la suba estrepitosa del desempleo afectaron fuertemente el acceso a la salud y es por eso que “en este último tiempo fue más fuerte nuestra intervención por la creciente cantidad de personas con necesidades y sin recursos.", expresa Rubén. "Es por eso que queremos continuar con este tipo de trabajos. Apuntamos a quienes no tienen ningún tipo de cobertura, porque son personas que quedan fuera del sistema y muchas veces no llegan a contar con un equipamiento protésico, siempre estamos pendientes de eso y la idea es continuar con esa labor en conjunto con distintas instituciones y hospitales”, cierra.