Hace 4000 años una provincia de Argentina fue impactada por una lluvia de meteoritos. Ubicado en la provincia del Chaco, a pocos kilómetros de Gancedo, se encuentra la Reserva Natural Cultural Pigüem N'Onaxa, conocida mundialmente como Campo del Cielo.
En esta zona quedó una huella de cráteres gigantes y sideritos de gran tamaño, como el famoso "Chaco", que con sus 37 toneladas de peso es el segundo más grande del planeta. Este meteorito generó gran interés en todo el mundo, al punto que un traficante intentó robarlo y venderlo por 20 millones de pesos.
La Reserva Natural Cultural Pigüem N'Onaxa ofrece un circuito autoguiado apto para todo público, que te lleva por senderos arbolados y te permite admirar seis sideritos de gran tamaño en plataformas especialmente diseñadas. Además, cuenta con cámping, fogones, juegos para niños y un completo Centro de Interpretación, donde podrás aprender sobre la fascinante historia de Campo del Cielo. Conversar con guías expertos que te permitirá descubrir nuevos detalles sobre estos impresionantes cuerpos celestes.
La región de Campo del Cielo es mucho más que el parque donde se exhiben los sideritos. Esta extensa área de 20.000 kilómetros cuadrados, ubicada en el límite entre las provincias del Chaco y Santiago del Estero, cuenta con una rica historia y mitología. Para las comunidades indígenas, como los qom y los wichí, estas rocas caídas del cielo eran sagradas y les rendían culto. Se cuentan historias de inundaciones de fuego, convertidas en guasunchos y danzas para obtener el poder que provenía del cielo.
A pesar de su misterio y valor científico, Campo del Cielo fue blanco de saqueadores a lo largo de la historia. En años pasados, estos delincuentes lograron robar 215 ejemplares de los cráteres. Afortunadamente, actualmente los cráteres están cercados y se cuenta con una ley de protección de objetos celestes.
De hecho, en los 90 el meteorito "Chaco" se volviò noticias en todo el mundo porque Robert Haag, un traficante estadounidense autoproclamado "cazador de meteoritos", estuvo a punto de llevárselo y venderlo por 20 millones de dólares. Una de las producciones más interesantes sobre el tema es el documental de 2014 de Sergio Wolf: El color que cayó del cielo.
En la primera parte se cuentan historias sobre "la lluvia de estrellas" y el inhallado e inhallable Mesón de Fierro, y el director-narrador entrevista a expertos y fanáticos e incluso participa en una expedición de búsqueda. La segunda parte establece un contrapunto entre Bill Cassidy y Haag, que se autodefine como "el mayor dealer de meteoritos del mundo" y hace una especie de tour guiado por el sótano de su casa, donde guarda las codiciadas piezas.
Cuál es la provincia de Argentina que tiene dos idiomas oficiales
Corrientes, la única provincia de Argentina que reconoció oficialmente dos idiomas: el guaraní se convirtió en la segunda lengua oficial junto al español. Esta decisión fue tomada en 2004, cuando se promulgó la ley 5598/2004, equiparando el estatus del guaraní al del español.
Aproximadamente 8 millones de personas en Sudamérica hablan guaraní, una lengua perteneciente a la familia Tupí-Guaraní. A diferencia del español, se trata de una lengua aglutinante y no tiene género gramatical en los sustantivos.
Al ser una lengua aglutinante, es decir, forma palabras a través de la combinación de diferentes elementos con significados específicos, posee una amplia creación de nuevas palabras. Además, el guaraní se caracteriza por tener una estructura gramatical relativamente simple en comparación con otras lenguas amerindias, lo que facilita su aprendizaje.
Además, el guaraní conservó expresiones y elementos culturales originales que reflejan la identidad cultural de sus hablantes. En Corrientes, esta lengua se promueve activamente en la educación, la administración pública y la señalización urbana, siendo un valioso patrimonio cultural para la provincia.