La Ciudad de Buenos Aires esconde rincones “de novela” en su amplio territorio. Desde los monumentos o las estructuras más hermosas hasta las calles más increíbles, el territorio porteño es una de las visitas obligadas para quienes estén interesados en realizar un poco de turismo local y conocer todas las curiosidades que esconde.
En este sentido, algunas de las calles que más historia y belleza esconden en la Ciudad de Buenos Aires son los pasajes, estos espacios de apenas cuadras que unen dos calles y esconden muchas increíbles historias de una de las capitales más hermosas del mundo.
Y en esta oportunidad hablamos del pasaje más europeo del territorio porteño, lo que podría considerarse un “pedazo del Viejo Continente” pero en Buenos Aires: se trata del Pasaje Malasia, ubicado a metros el límite entre los barrios de Palermo y Belgrano, en la zona norte de la ciudad.
Esta es la calle más "europea" de Buenos Aires: ¿Por qué?
A metros de la avenida Cabildo nos encontramos con el Pasaje Malasia, una cuadra que se encarga de unir la calle Gorostiaga al 2000 con Maure, en lo que sería el límite entre los barrios Palermo y Belgrano. Se trata de una de las pocas cortadas que aún persisten en la Ciudad de Buenos Aires.
Esta pequeña calle es un deleite para los ojos, ya que cuenta con una serie de maravillas arquitectónicas: en sus apenas 100 metros conviven todo tipo de construcciones francesas, inglesas, coloniales y hasta góticas. Es por ello que pasear por este breve camino presentará imágenes que parecen sacadas de novelas o de películas.
Faroles, herrajes, tejas, balcones-terrazas y el mejor estilo arquitectónico europeo se encuentra reducido en este pasaje porteño, el cual invita a cualquier persona a “darse una vuelta” por el Viejo Continente, pero en el territorio de la Ciudad de Buenos Aires, el "más europeo”.
En una cuadra que parece aislada del caos de la Ciudad, pero a pocos metros del centro comercial, este pasaje tiene frentes que ocupan media cuadra y están cercados por rejas. Las mansiones cuentan con jardín y piletas, dando una imagen que contrasta perfecto con las torres que circundan este pequeño pasaje.
Entre todas estas construcciones vale destacar la casa del arquitecto Estanislao Pirovano, ya que en ella cofluyen una tendencia europea y otra americana. En 1930, él fue el encargado del diseño de la ex sede del diario La Nación, en Florida 343, que fue una de sus obras más célebres. En cuanto a su propiedad, para el exterior usó piezas de hierro forjado y dragones alados, mientras que hay guardas florales con marcos y columnas que le otorgan más presencia al frente.
Finalmente, alcanza con recorrer estos pocos metros europeos que se encuentran en Buenos Aires para ver algunos clásicos chalets inglés de origen Tudor, muy populares en la zona; una impresionante construcción amarilla que parece sacada del Viejo Continente; y hasta una especie de castillo gótico que impone por su decoración, que obliga a detener la mirada.