La Ciudad de Buenos Aires, considerada una de las capitales más hermosas del mundo, presenta en todo su territorio diferentes curiosidades que llaman la atención tanto de vecinos como turistas que viajan de diferentes lugares para conocerla y, con ella, todos los detalles e historias que tiene.
Se puede hablar de plazas, de edificios, de monumentos, de construcciones, pero en este caso la cuestión pasa por una calle, aunque no es cualquiera: se trata de la más corta del territorio porteño, una curiosidad muy llamativa. Es de mano única y une dos de las avenidas más importantes. ¡Mirá!
La calle más corta de la Ciudad de Buenos Aires: ¿Cuál es?
Para conocer más detalles de esta curiosidad en el trazado urbano porteño nos tenemos que trasladar al noreste de la Ciudad de Buenos Aires, donde se ubica la “Pequeña París”: se trata del barrio de Recoleta. Y si nos movemos por sus hermosas calles nos encontramos con la más pequeña de Buenos Aires: hablamos de Emilio Pettoruti. Si bien no es una calle oficial, como muchas otras que hay en CABA, se encuentra dentro de los planos oficiales e, incluso, tiene carteles que la identifican.
Esta pequeña calle porteña es de mano única y tiene tan solo 20 metros de largo, lo cual la transforma en la de menor extensión de todo Buenos Aires. Su función principal es unir las avenidas Figueroa Alcorta y Avenida del Libertador, por lo que, pese a sus pocos metros, es muy concurrida.
Quién fue Emilio Pettoruti, recordado en la calle más pequeña de Buenos Aires
Estos 20 metros que unen dos de las avenidas más grandes de la Ciudad de Buenos Aires llevan el nombre de Emilio Pettoruti, un destacado pintor argentino que nació en el partido bonaerense de La Plata. Este artista estudió en la Academia de Bellas Artes de La Plata con grandes nombres propios, como Atilio Boveri y Emilio Courtaret. Si bien sus inicios fueron como caricaturista, y tras realizar algunas muestras en su ciudad natal, fue becado por el Gobierno argentino y se embarcó en 1913 rumbo a Italia.
Una vez en Europa, se puso en contacto con las principales escuelas vanguardistas de los países que visitaba. Poco a poco, se metió en el cubismo y en el futurismo, para terminar finalmente en la abstracción. Por esos años, puntualmente en 1916, conoció a Xul Solar, quien sería tiempo después su “compañero” como pioneros en la vanguardia argentina. También, ese mismo año expone en la Galería Gonelli, por primera vez en forma individual.
Pttoruti continuó en Europa y en los años posteriores expuso en Italia, en ciudades como Milán y Roma, y en Alemania. Para 1924, regresó a Buenos Aires y realizó una exposición en la tradicional Galería Witcomb: sus obras vanguardistas causaron una gran conmoción entre la crítica y el público.
Fue nombrado director del Museo de Bellas Artes de La Plata, en un cargo que ocupó durante 17 años. En los años subsiguientes expuso sus obras vanguardistas en varios lugares destacados: los Amigos del Arte, de Buenos Aires; el San Francisco Museum of Art de California, en Estados Unidos; el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago, en Chile; el Molton Gallery de Londres, en Reino Unido; y el Walker Art Center de Minneapolis, también en Estados Unidos.
Finalmente, vale mencionar que fue galardonado con el Premio Continental Guggenheim de las Américas y fue nombrado miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes de Argentina. Entre sus obras más destacadas se encuentra Marú, que representa la figura de un arlequín, personaje incorporado a la temática del autor desde 1927.