Las mujeres brillan en todos los ámbitos, el cine no es la excepción. A lo largo de la historia podemos encontrar ejemplos de grandes directoras de cine argentinas que dejaron obras para la posteridad.
Algunos de sus nombres son reconocidos, otros quedaron ocultos en medio de una mayor exposición de las figuras masculinas. En esta época de revisionismo y reparación histórica, queremos contarte quiénes son las cineastas argentinas.
Si querés saber sus nombres y trayectorias, no te pierdas esta nota. Seguí leyendo para conocer a las más importantes directoras del cine nacional.
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La mujer en el cine argentino
Desde las primeras películas filmadas en Argentina, en el siglo XX, las mujeres trabajaron en la industria del cine. Nuestro país tiene un merecido reconocimiento mundial por el talento de sus artistas.
La primera película sonora de Argentina fue ¡Tango!, donde las actrices Tita Merello y Libertad Lamarque alcanzaron el grado de estrellas. Durante la época de oro del cine nacional, emergieron Zully Moreno y Mirtha Legrand. Ellas encarnaron a divas inalcanzables.
Las actrices tuvieron su momento de esplendor y quedaron para siempre en nuestra memoria colectiva. Pero si tenemos que hablar del rol detrás de cámara, las opciones se reducen. ¿Cuántas directoras de cine argentinas conocés?
¿Quiénes son esas mujeres de la industria cinematográfica que quedaron ocultas? A continuación, un repaso por las más famosas pero también las desconocidas que trabajaron y trabajan en el cine nacional.
¿Por qué necesitamos más mujeres en el cine?
Sabemos que cambiar la mentalidad no es tarea fácil. Durante años, los hombres tuvieron mayores privilegios en todos los ámbitos laborales. Más oportunidades de crecimiento, mejores sueldos y acceso a puestos de mando.
En el siglo pasado, filmar una película implicaba el uso de cámaras costosas y grandes despliegues de producción. Se usaban estudios de edición que solo estaban en manos de la gente más poderosa de la industria del cine.
Hoy es posible hacer trabajos fílmicos de excelente calidad con un presupuesto más acotado. Aunque el acceso a la tecnología democratiza las herramientas de trabajo, aún falta que se note un avance para las mujeres.
En este sentido, el feminismo se encargó de mostrar la desigualdad en la que vivimos. Según estadísticas nacionales, las mujeres son minoría en la industria cinematográfica. Aunque un 55% de las estudiantes de cine son mujeres, el 20% encuentra trabajo.
Directoras, guionistas y productoras de cine argentinas
A nivel nacional, hay grandes exponentes para destacar. Las directoras de cine argentino han ganado un espacio a fuerza de creatividad. El estudio “Representaciones de género en el cine argentino” demostró que ocupan el tercer lugar en cantidad de directoras.
La cifra no es tan alentadora como parece. A nivel global, detrás de Reino Unido y China, Argentina tiene solo un 10% de mujeres que dirigen películas. En ninguno de los países mencionados la cifra alcanza la paridad de género.
Los datos del Instituto Nacional de Cine Argentino (INCAA) son relevantes. Durante la última década, de las 1.622 películas argentinas que se estrenaron, solo 222 tuvieron al frente a mujeres directoras.
Según datos del INCAA, en los últimos años de 1.622 películas nacionales, solo 222 fueron dirigidas por mujeres.
En cuanto a las mujeres que escriben guiones, se calcula que el porcentaje ronda el 23%, mientras que las productoras alcanzan un 24%. Sin embargo, esta cantidad tiende a subir en los últimos años.
Hoy queremos hacer un homenaje a todas aquellas mujeres que contribuyeron con su aporte a la industria del cine. Por eso, te presentamos a las principales directoras de cine argentinas y a las que sobresalieron en un ámbito masculino.
Emilia Saleny (1894-1978)
Se sabe que Emilia Saleny fue la primera mujer que se dedicó al cine. También fue la primera profesora de actuación en Sudamérica. Sin dudas, una pionera entre tantos hombres.
De raíces italianas, actriz y cineasta, fue fundadora de la primera Academia de Artes Cinematográficas de la Nación. Allí enseñaba “declamación, recitación y arte cinematográfica”.
En 1917 dirigió La niña del bosque, un film para niños. Entre 1917 y 1918 filmó El pañuelo de Clarita, una película muda que todavía se puede ver en material fílmico.
Lita Stantic (1942)
Guionista, directora y productora de cine, Lita Stantic tiene una extensa trayectoria. Es reconocida por su participación en la cultura argentina. En 2011 ganó un premio Konex de platino por ser considerada “la productora de la década”.
Participó en la producción de La niña santa, de Lucrecia Martel y Un oso rojo, de Adrián Caetano. También en Camila, de María Luisa Bemberg, entre otras. Como directora, su última película es Un muro de silencio, de 1993.
Mabel Itzcovich (1927-2004)
Fue una crítica de cine y publicó en revistas especializadas. Con su marido, Simón Feldman, fundó la Asociación de Realizadores de Cortometrajes y la Asociación de Cronistas Cinematográficos.
Incursionó en la dirección de cine a través del corto Los abandonados y el mediometraje Soy de aquí. En estos documentales se exploran temas de contenido social. Dejó un legado que todavía perdura.
María Esther Palant (1932-2020)
En los años sesenta, María Esther Palant se mudó a Lima, Perú. Junto con su esposo, el director de cine Óscar Kantor, trabajaron en la industria del cine peruano. Ella realizó cerca de 30 cortometrajes culturales. Algunos se exhibían antes de las películas en las salas de cine.
Pintora y escultora, artista en el más amplio de los sentidos, le aportó frescura a las instituciones peruanas. Fundó la Escuela de cine y televisión, que hoy es la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Lima.
Narcisa Hirsch (1928)
De origen alemán, Narcisa Hirsch adoptó Argentina como su hogar. Se dedicó a incursionar en el cine experimental. También realizó instalaciones, intervenciones urbanas y performances en las décadas del 60 y 70.
Entre cortos, documentales y largometrajes, lleva filmadas más de 30 películas. Los títulos que se destacan son Marabunta, Adiós, Amazona y El mito de Narciso. También publicó los libros de ensayo La pasión según San Juan, el olvido del ser y Aigokeros.
Marie Louise Alemann (1927-2015)
En una década de experimentación, durante los 60, Marie Louise Alemann fue otra pionera del cine experimental en nuestro país. Las obras y las intervenciones urbanas eran efímeras, por lo que la cámara las volvía más perdurables.
Fue fotógrafa, periodista, artista plástica y actriz. Junto con su compatriota, Narcisa Hirsh integró el grupo de cine del Instituto Goethe de Buenos Aires. Ellas eran parte de la vanguardia de la época.
Eva Landeck (1922)
Eva Landeck es una de las grandes directoras de cine argentino de nuestra historia. Empezó su carrera filmando cortometrajes. El primero, de 1973, fue Gente de Buenos Aires, que al año siguiente se estrenó a sala llena.
En 2013 ganó el premio Cóndor de Plata. También fue reconocida en Europa, en los festivales de San Remo y Cannes. Su trabajo le aportó una perspectiva innovadora al género de ficción.
María Luisa Bemberg (1922-1995)
Seguro que lo primero que recordás de María Luisa es la película Camila, de 1984. Unos jóvenes actores, Imanol Arias y Susú Pecoraro, interpretan a Camila O’Gorman y el padre Ladislao Gutiérrez. Basada en una historia real, ellos viven un amor prohibido.
Pese a tan enorme suceso, la carrera de esta directora es mucho más amplia, siempre guiada por una mirada feminista. Aun desde su origen de clase alta supo cuestionar mandatos establecidos y llevarlos al cine.
María Luisa Bemberg, la directora de la película Camila, tuvo una amplia carrera en el cine. Con mirada feminista, supo cuestionar mandatos.
Sus inicios fueron como guionista, con Crónica de una señora y Triángulo de cuatro. Luego filmó Momentos y Señora de nadie. También Miss Mary y Yo, la peor de todas, con gran repercusión en la crítica y en el público.
Natalia Garagiola (1982)
Pertenece a la nueva generación de cineastas, de lo que se suele denominar “el Nuevo cine argentino”. Natalia Gargiola estudió y se graduó en la Universidad del Cine.
Entre sus trabajos, se encuentran los cortometrajes Rincón de López, Yeguas y cotorras, y Sundays. Su largometraje Temporada de caza tuvo reconocimiento en el festival de Venecia. Además, ganó el primer premio en el festival de Macao, China.
Lucrecia Martel (1966)
La directora de cine nacida en Salta es también guionista y productora. Su primer largo fue La ciénaga, que le dio fama internacional. Sus siguientes trabajos, La niña santa, La mujer sin cabeza y Zama, solo afirmaron su prestigio.
Podríamos decir que hay un antes y un después de Lucrecia Martel. Es que sus obras no se parecen a nada. Tienen una estética muy personal, es un cine basado en las sensaciones. Ella admite que aprendió mucho de las películas de terror.
Valeria Bertuccelli (1969)
Comenzó su carrera como actriz trabajando en teatro independiente. También tuvo éxitos televisivos en la productora Pol-Ka, que le dieron un salto a la popularidad. Su trayectoria en cine es extensa. Versátil para dramas, también se luce en la comedia.
Después de llenar salas de cine con Un novio para mi mujer, su más grande desafío fue dirigir una película. La reina del miedo, que la tiene como protagonista, fue su exitoso debut detrás de cámaras.
Vera Fogwill (1972)
Hace tiempo que Vera Fogwill logró separarse del título de “hija de” del que no reniega. Su padre, el escritor Rodolfo Fogwill, tuvo influencias en su libertad como actriz, guionista y directora de cine.
La primera obra de teatro que escribió fue a los 16 años y la montó a los 17. Su papel protagónico en Buenos Aires, viceversa, de Alejandro Agresti, caló hondo en su generación, los jóvenes de los 90.
Su película Las mantenidas sin sueños obtuvo el premio a la mejor película en el Festival de cine de Los Ángeles. Además del reconocimiento por su trayectoria, escribió una novela: La diosa de la inmundicia.
Vera Fogwill escribió su primera obra de teatro a los 16 años. Las mantenidas sin sueños ganó como mejor película en el Festival de Los Ángeles.
Tamae Garateguy (1973)
Tamae es directora, actriz y productora. De la misma generación de Vera Fogwill, es similar en lo multifacética. Codirigió Upa! Una película argentina, que ganó la competencia argentina del Bafici en 2007.
En mayo de 2020, estrenó Las furias, una historia de amor entre la hija de un terrateniente y un joven indígena. Filmada en medio de la crisis económica por la devaluación, la película es una muestra de resiliencia artística.
La directora de Pompeya, Mujer Lobo y Hasta que me desates, trabaja en la continuación de Upa!, sobre la pandemia. Su último trabajo, 10 palomas, se estrenó en el BAFICI de este año.
Natalia Smirnoff (1972)
Guionista y directora, su carrera comenzó como asistente de dirección. Aprendió al lado de cineastas talentosos como Damián Szifrón, Alejandro Agresti y Lucrecia Martel. Su ópera prima, Rompecabezas, ganó un premio en el Festival de San Sebastián.
Luego llegaría El cerrajero y, en 2019, La afinadora de árboles. También fue premiada en los festivales de Sundance y La Habana. Hoy es una de las tutoras del Taller con Perspectiva de Género de la Comisión de Género de DAC (Directores Argentinos Cinematográficos).
Laura Citarella (1981)
Laura Citarella es productora y directora, otra de las representantes del Nuevo cine argentino. Como parte de El Pampero cine, produjo los largometrajes Historias extraordinarias y La Flor.
También dirigió los largos Historias breves 5, y Ostende, que en 2011 le dio notoriedad. Y, junto con la actriz Verónica Llinás, La mujer de los perros. Esta obra tiene una mirada reflexiva acerca de la vida sin vínculos sociales.
Lucía Puenzo (1976)
Heredera de la creatividad de su padre, el director Luis Puenzo, Lucía se formó como guionista. Escribió varias novelas reconocidas por la crítica: Nueve minutos, La maldición de Jacinta Pichimahuida y La furia de la langosta.
En su papel de directora, estuvo a cargo de la multipremiada XXY, protagonizada por Inés Efrón. Llevó a la pantalla grande dos de sus novelas: El niño pez y luego Wakolda, en 2010.
Nele Wohlatz (1982)
De nacionalidad alemana, Nele Wohlatz, llegó al país en 2009. Integra la camada de directoras que buscan caminos alternativos para contar historias. En 2013, su primer largometraje fue Ricardo Bär, sobre un aspirante a pastor de una colonia alemana en Misiones.
Fue premiada en festivales de Francia, Austria y Brasil. También reconocida por el BAFICI y el Festival de Mar del Plata. Entre sus trabajos destacados está el corto Novios del campo y La mochila perfecta.
Clarisa Navas (1989)
Desde Corrientes, Clarisa cuenta historias densas, algunas basadas en su propia experiencia. Es el caso de Las mil y una, donde una adolescente gay se enfrenta a una sociedad conservadora y hostil.
Su primera película fue Hoy partido a las tres. La realizadora, que asume influencias de Leonardo Fabio en su obra, revitaliza la escena cinematográfica local con problemáticas sociales.
Entre las directoras de cine argentinas, ella muestra situaciones marginales. Podría pasar en cualquier barrio de Latinoamérica. También hace foco en lo complejo de los temas de género y diversidad en ámbitos con vulnerabilidad social.
Anahí Berneri (1975)
Anahí alcanzó reconocimiento internacional a través de Alanís, donde la actriz Sofía Gala interpretaba a una prostituta, madre de un bebé. La mirada realista reflejada en esa protagonista llamó la atención de la crítica. Ganó la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián.
Anahí Berneri fue reconocida a nivel internacional gracias a la película Alanís, donde Sofía Gala interpretaba a una prostituta.
Pero antes de esa película, ya había estrenado Un año sin amor. También Encarnación, Por tu culpa y Aire Libre. En las películas de Bernari, las emociones juegan un papel importante para generar identificación con el público.
Apoyo gubernamental para el cine y la mujer
Desde el INCAA se habla de un fenómeno creciente, de mujeres que participan en todas las etapas de una película. Aun con una brecha con respecto a los hombres, Argentina se posiciona como líder en la región.
Frente a esta desigualdad, se vuelve necesario mayor apoyo para las mujeres que se dedican al cine en nuestro país. El feminismo fue importante no solo para visibilizar lo que pasaba, sino también para modificarlo de manera colectiva.
Mientras tanto, en la Asociación civil “La mujer y el cine”, que difunde el cine realizado por mujeres, reconocen que están mejor que hace 30 años. Reclaman más apoyo en la exhibición para que las películas tengan un mayor alcance.
Conclusión
Argentina es cuna de talento cultural. Si bien las directoras de cine argentinas se destacan y son premiadas en los festivales, todavía falta para llegar a cierta equidad de las mujeres en la industria.
Hemos repasado los principales nombres de grandes mujeres de la historia del cine local. Ellas, más allá de todo, triunfaron en una industria que por años fue un espacio diseñado por y para los hombres. La marea verde también llegó al séptimo arte.
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