Luego de advertirnos durante meses sobre los peligros de la vacuna Sputnik V e incluso denunciar penalmente por “envenenamiento” al presidente, al ministro de Salud y a Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud; la oposición se indigna junto a nuestros medios serios porque las dosis de dicha vacuna no están llegando al país según la cadencia anunciada. Es decir, denuncia que no habría suficiente veneno para todos.
En otro Nado Sincronizado Independiente (NSI), la misma oposición y los mismos medios serios denunciaron que en los locales de La Cámpora se aplicaría la terrible vacuna rusa, ese veneno escaso. En realidad, lo que hacen en los locales de La Cámpora es ayudar a inscribirse para recibir la vacuna. Ayuda que podrían brindar también en los comités radicales, si todavía existieran, o en los locales del PRO; aunque debemos reconocer que indignarse junto a los medios serios es una muy exigente que impide hacer algo útil en plena pandemia. Digamos todo.
La diputada Josefina Mendoza, una joven humorista de la UCR, retomó la acusación falsa referida a La Cámpora en su cuenta de twitter, lo que prueba que el terraplanismo radical y su obstinada indiferencia hacia la realidad no están relacionados con el factor generacional. Ernesto Sanz, Mario Negri e incluso su alteza imperial Gerardo I, visir de la Puna, maharajá del Potosí, marqués de Ledesma, León de Tilcara, Apóstol de La Paz, Zar de los Siete colores, califa de Humahuaca, Martillo de Herejes, Protector de la Justicia, Orgullo Radical y Azote de Dios, pueden respirar aliviados: la continuidad de la insignificancia política de la UCR está garantizada.
En una asombrosa entrevista a El Destape Radio, Facundo Suárez Lastra, otro humorista radical, explicó que Cambiemos no fue un gobierno de coalición y que por eso “no se hace cargo de la gestión de Macri”. No descartamos que en la próxima entrevista niegue ser radical e incluso afirme no llamarse Suárez Lastra.
Esta semana supimos que la jueza Aucar de Trotti, a cargo del Juzgado en lo Civil y Comercial Nº19 de la ciudad de Resistencia, hizo lugar a una medida cautelar presentada por particulares que pidieron la suspensión en la provincia de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Es decir que a partir de ese momento en el Chaco ya no existe la posibilidad de acceder a la IVE. Es extraño porque el artículo 31 de nuestra- por ahora- vigente Constitución Nacional estipula: “Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso (...) son la ley suprema de la Nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ella.”
Se ve que la jueza y los particulares antiderechos que reclamaron la cautelar tienen coronita. En todo caso, para ir ganando tiempo, deberíamos entregarle la suma del poder público a la jueza Aucar de Trotti o al juez Carlos Rosenkrantz, presidente de la Corte Suprema.
En un fallo aún más polémico, el juez en lo Contencioso Administrativo federal Walter Lara Correa rechazó la medida cautelar reclamada por Telecom, que buscaba suspender la vigencia del DNU que declaró servicios públicos esenciales a la telefonía móvil y fija, Internet y la TV por cable. En su escrito el juez opinó que “las cautelares no constituyen un fin en sí mismas”, un ataque directo contra la libertad de frenar leyes con jueces amigos, como ocurrió con la Ley de Medios.
Esperemos que una acordada de la Corte Suprema ponga freno a este nuevo avance sobre el gobierno de los jueces, esa última trinchera contra la tiranía de los votos y la dictadura de las leyes.
Imagen: Oficiales de La Cámpora reciben la vacuna rusa en una unidad básica (cortesía Fundación LED para el desarrollo de la Fundación LED)