El presidente Alberto Fernández envió un mensaje contundente a los efectivos que rodearon la Quinta de Olivos. Les pidió que "depongan su actitud" y esperaban una noche más tranquila, sin embargo las protestas continuaban en algunos puntos de la provincia de Buenos Aires, a la espera de las definiciones sobre el aumento salarial que anunciará Axel Kicillof en la mañana de este jueves, y la exigencia de que no haya sanciones a los policías que participaron de las protestas.
Para cuando comenzó el anunció del presidente, los policías ya se habían retirado de las inmediaciones de la quinta presidencial de Olivos, en una concentración que describieron como "marginal", sin representación ni discurso unificado, pero que generó un amplio rechazo político y social. En la noche de este miércoles, y a más de 48 horas desde que comenzó la protesta, los policías bonaerenses continuaban movilizados y expectantes, a pesar de las promesas de que sus reclamos serían atendidos, en casi 30 lugares que sumaban más de 4500 agentes. En La Matanza, había 1500 policías y 200 móviles; en La Plata otros 120 agentes; en Bahía Blanca, unas 250 personas montaron una carpa. También en Almirante Brown, Avellaneda, Florencia Varela, Ezeiza, Lanús, Morón, Merlo, y la lista continúa.
“Yo diría que hoy levantemos, vamos a darle crédito al presidente”, dice Nicolás Masi a El Destape, líder de un sindicato que en realidad no existe como tal, el Sindicato de Policías Bonaerenses (SIPOBA). Aclara que no dirige las protestas, sin embargo fue uno de sus principales voceros y promotores. Al mismo tiempo, marca las diferencias con los policías bonaerenses que se manifestaron en Olivos. “Crearon un conflicto nacional y le dieron la espalda al presidente, no respetaron la investidura”, dice Masi.
Masi es un ex policía, despedido cuando Eduardo Duhalde era presidente. “Con la mitad del mensaje de Fernández ya me voy. Pide por favor que depongamos la actitud y que esto se va a solucionar, te lo está diciendo el presidente”, dice a El Destape.
“Quiero decirles hoy que vamos a buscar y vamos a encontrar y darles una solución a la provincia de Buenos Aires, pero no vamos aceptar que sigan con este modo de protesta, les pido por favor, que depongan esta actitud”, dijo el presidente.
Un punto que se anticipa conflictivo es el de las sanciones a quienes motivaron y participaron de las protestas, calificada por algunos dirigentes del oficialismo como sedición y amenazas al orden institucional. “Si hay sanciones se va a incrementar el conflicto. Donde hagas alguna causa penal y 50 sumarios, vuelve el quilombo”, amenaza el ex policía Nicolás Masi.
Ante la falta de una representación concreta y mientras los reclamos de los policías se diversificaban, en algunos casos hasta el absurdo, surgieron varios que oficiaron como voceros durante largas horas de cobertura mediática.
El oficial Mariano Alderete, uno de los más activos en las pantallas de televisión, y que debió retractarse luego de asegurar que la prisión domiciliaria de Lázaro Báez era uno de los motivos que motivó la protesta, dijo que lo “conmovió que el presidente hablara así de nuestra policía y que busque la solución”. Incluso agregó: “Me conmueve y da ganas de llorar”.
Alderete es un activo militante macrista en sus redes sociales. “Queremos retornar a nuestras casas y actividades laborales”, dijo luego del discurso presidencial, pero también advirtió que una de las exigencias que mantenían firmes es que no haya sanciones administrativas. “Si el presidente deja constancia de que no habrá sanciones, muchos podrán irse. Si me dan las garantías, me voy ya a mi casa”.
En la noche de un miércoles caliente, el referente de la Defensoría de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Luis Tonil, dijo luego del mensaje de Alberto Fernández que ahora la expectativa estaba dirigida a la propuesta salarial del gobernador Axel Kicillof. “Si los compañeros están de acuerdo, se termina”, dijo. Y realizó la misma advertencia sobre las posibles sanciones a quienes participaron de las protestas: “Nosotros queremos que no haya sanciones y que el aumento sea consistente”, alertó Tonil.