Pese a la pérdida constante de afiliados, las empresas de medicina privada prepara un nuevo aumento de sus cuotas a partir de febrero. Desafiando incluso el tope expresado por el Gobierno, las prepagas incrementarán sus precios por encima de la pauta inflacionaria, con ajustes que llegan a casi el 3% mensual.
Si bien los aumentos mes a mes vienen siendo habituales, el aumento de las prepagas se ubicará por encima de los registros de la inflación, teniendo en cuenta que la inflación mensual de diciembre fue de 2,7%. Según el INDEC, en el último mes de 2024, el aumento promedio de las prepagas a nivel nacional fue del 2,1%, mientras que a lo largo de todo el año, aumentaron sus tarifas un 220%.
El Gobierno nacional permitió que las empresas de medicina privada ajusten libremente sus valores desde julio de 2024, al retirar la intervención que el Estado hacía sobre los topes máximos de precios.
A partir de febrero, las empresas de medicina prepaga aumentarán sus servicios entre un 2,7% y un 3,2%, a partir de febrero, dependiendo la empresa y el plan contratados. Desde el sector manifiestan que es un aumento "necesario" para poder garantizar el servicio prestado. En la misma línea, también aumentarán los copagos, que se aplican dependiendo el plan y la empresa.
Entre los usuarios que recibieron el anuncio del nuevo ajuste se destacan los aumento de 2,9% en el caso del Italiano y Accord, mientras que entre los más bajos se ubicó el Hospital Británico (1,8%).
Un servicio inaccesible
La tensión por la situación financiera de las empresas de medicina prepaga –e inclusive de las obras sociales– se mantiene: las compañías siguen con costos por encima de sus ingresos y los afiliados continuarán viendo aumentos todos los meses de 2025 por encima de la inflación.
El ministro de Economía, Luis Caputo, después de liberar los precios acusó a un lote de grandes prestadores de actuar bajo el formato de “cartelización” y motorizó una denuncia judicial contra ellos concretada en diciembre pasado.
Las empresas presionan al oficialismo para que se generen medidas que, aducen, podrían quitarle presión a la salud privada, como la devolución de impuestos, el pago de deudas históricas y una reforma laboral que modernice los convenios del sector en general.