No hubo reunión entre Cristina y Quintela y subió la tensión para el cierre de listas del PJ

Al desencuentro entre los dos postulantes para la presidencia el PJ Nacional, cuyo cierre de listas opera este sábado, se sumaron frases irientes de Cristina destinadas a Axel Kicillof. Quintela ratificó su postulación para "dejar atrás esta forma de construir política".

19 de octubre, 2024 | 00.05

La frase de Cristina Kirchner "los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más", lanzada en un encuentro con los dirigentes que la apoyan para ser presidenta del PJ y generosamente difundida para que se conozca, terminó por dinamitar la posibilidad de una reunión con el gobernador riojano Ricardo Quintela y el armado de una eventual lista de unidad. Al menos por este viernes. La expresión respecto a los que se lavan las manos y traicionan tenía como destinatario al gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien el jueves encabezó un importante acto por el 17 de octubre en el que destacó la figura de Cristina, pero no hizo un respaldo explícito para la interna como le exigían desde el Instituto Patria. Estas recriminaciones llevaron a Quintela a ratificar una vez más su postulación. "Dejar atrás esta forma de construir política es lo que me impulsa", subrayó.

Desde el cristinismo difundieron los nombres de los cinco vicepresidentes que acompañarán a la ex presidenta en la boleta que presentarán este sábado: vicepresidente 1° José Mayans, vicepresidenta 2° Lucía Corpacci, vicepresidente 3° Germán Martínez, vicepresidenta 4° Mariel Fernández y vicepresidente 5° Ricardo Pignanelli. Fue para mostrar que no habría dirigentes de La Cámpora, ni del Patria entre los primeros lugares. Pignanelli prestó un salón del Smata para que Cristina hiciera una reunión con quienes la apoyan, incluyendo a su grupo más cercano: Máximo, Wado de Pedro, Mayra Mendoza, Mariano Recalde, Teresa García, Gustavo Menéndez y Juan Manuel Olmos, entre otros. Frente a ellos, la ex presidenta dio rienda suelta a su enojo contra Axel. “No estamos eligiendo entre San Martín y Belgrano. Me hace ruido y me provoca dolor que haya gente que no se defina", sostuvo ahí.

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Que Kicillof se haya referido a ella en términos elogiosos en varias oportunidades durante su mensaje del Día de la Lealtad, incluso defendiéndola de la persecución judicial que sufre, no le resultó suficiente. Uno de los argumentos que utilizó Cristina, según trascendió de la reunión, fue que uno de los ministros de Axel -el apuntado era el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque- juntaba avales para la candidatura de Quintela. “El que tiene que hablar con Quintela es Axel, que es el que lo apoya”, sostuvo. "¿Qué estás haciendo hermano? ¿Hacete cargo?", contaron que dijo Cristina. Los textuales empezaron a circular y llegaron a los destinatarios, que no lo podían creer.

Axel se había comunicado más temprano con Quintela para comentarle que -ya pasado el acto del 17 en el que mostró un armado político propio y que no estaba dispuesto a someterse a una jefatura externa-, si le preguntaban, diría que votaría a Cristina para presidenta del PJ Nacional. Quintela asimiló la novedad, pero ratificó su idea de competir, convencido de que puede juntar un buen nivel de apoyos en el peronismo del interior y sacar un resultado mejor que el que muchos suponen. Poco después las hirientes frases de Cristina aparecían en los títulos de algunos portales y Kicillof volvió sobre sus pasos. "No la voy a apoyar", le transmitió a un colaborador cercano, ya sabiendo lo que Cristina pensaba de él. Se mantendrá en la neutralidad.

En el entorno del gobernador decían que lo de los avales reunidos por Larroque pudo haber sido cuando Quintela era candidato único y no ya con CFK en carrera. Al menos, que ellos supieran. "Así como a veces nos recriminan algo que dijo o hizo (el intendente de Avellaneda, Jorge) Ferraresi, que no nos consulta antes de hablar, también puede haber sucedido con la gente de algún ministro. No controlamos todo. Lo que es seguro es que nosotros no mandamos a juntar avales", respondían cerca de Kicillof. El problema de fondo, advertían, no tenía que ver con eso. "Si Axel hubiera apoyado a Cristina para la presidencia del PJ, habrían dicho que era tarde o salido con este invento de los avales. El problema es que Axel acepta a Cristina como la referencia más importante del espacio, pero no acepta que Máximo sea su jefe. Ese el verdadero obstáculo y eso no va a cambiar. Axel no va a ceder", sostenían.

Rápido de reflejos, Quintela vio la oportunidad de ratificar su postulación con esta nueva polémica que rápidamente tomó estado público. "Con dolor veo que a esta altura no se trata ni de debates amplios, ni de contener a todos, ni de abrirnos a la participación de las nuevas generaciones", explicó en un tuit muy difundido. "Si el juego sigue siendo el de señalar traiciones, forzar voluntades e identificar lealtades no vamos a poder construir una nueva esperanza en el Peronismo", completó. 

Pese a la dureza de los términos que se cruzaron, en el entorno de Kicillof creían que todavía había espacio para que llegaran a un acuerdo durante el sábado de cierre -hay tiempo hasta la 0 del domingo- y que se conformara una lista única. Cerca de Quintela creían ver también la posibilidad de que las internas se postergaran. "Vamos a presentar las dos listas y el lío lo va a tener Olmos, porque no tiene ni la estructura ni la plata para organizar esta elección", comentaban cerca del riojano. La nota de humor de una jornada tan tensa la dio Jorge Yoma, uno de los apoderados de Quintela, que respondió a un tuit con una declaración del senador Oscar Parrilli en la que aseguraba que Cristina era quien seguía llamando a Axel y Quintela. "Hermano! Atiendan el teléfono, tienen varias llamadas con la característica 3804. Abrazo grande!", replicó. La característica, obvio, es la de La Rioja.